La organización católica Cáritas advirtió este martes de que la Encuesta de Población Activa (EPA) refleja que el 14% de los trabajadores son pobres, ya que no alcanzan los 7.700 euros de ingresos anuales, y que con la crisis "ser pobre es más barato". Para las familias, ese límite estaría en los 16.700 euros al año, cuando no hace mucho rondaba los 18.000 euros.
A pesar de que la cifra de personas atendidas por Cáritas en los últimos años se ha "estabilizado", en los 4,3 millones según la 'Memoria 2014' de la entidad, "cuando hay crisis económica el incremento de la pobreza es rápido", pero cuando pasa de largo el descenso "es muy lento y pequeño". Así lo indicó el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, durante la presentación del documento en Madrid, con datos de 2013.
"Sigue habiendo un alto número de personas excluidas y empobrecidas entre nosotros", agregó, refiriéndose especialmente a que el 53% de las familias atendidas por la red de 7.500 cáritas parroquiales corresponde a parejas con hijos. "Hay una masiva pobreza de las familias que atendemos", agregó.
Asimismo, subrayó que "la pobreza se va transmitiendo intergeneracionalmente", por lo que "los hijos de familias pobres tienen todas las papeletas para seguir siendo pobres".
A esto contribuye "la desprotección familiar" por parte de las instituciones y administraciones públicas, que no logran cubrir las necesidades de las familias "para sobrevivir con dignidad". Así, el 59% de los hogares atendidos han acudido previamente a los servicios sociales públicos en busca de ayuda, que "no logran atajar y apoyar de una manera cualificada a las familias que se acercan a los proyectos de Cáritas".
Además, estar trabajando no asegura unos mínimos de calidad de vida, ya que el 53% de las personas que acude a Cáritas vive en hogares en los que alguno de sus miembros tiene empleo, aunque en el 65% de los hogares atendidos por la organización hay parados. Esto se explica por que la "precarización" del ámbito salarial hace que "aún trabajando necesiten ayuda".
Por el contrario, la memoria destaca que la aportación privada está siendo más generosa, y supone un 73% del total de los recursos. La memoria refleja que se invirtieron 305 millones de euros, 14 más que en el ejercicio anterior.
NACIONALIZACIÓN DE LA POBREZA
La memoria también desvela que con el paso de los años, cada vez atiende a menos inmigrantes. El 73% de los hogares están formados por españoles o ciudadanos de la Europa de los 15.
Según Mora, este "cambio de ciclo" se explica por tres elementos: porque cada vez hay más españoles que acceden a sus proyectos; porque ha descendido el número de inmigrantes, "que se han ido a otros países de Europa o han vuelto a otros países de origen", y porque ha habido procesos de nacionalización de muchas personas, especialmente procedentes de Latinoamérica.
Vivir en un barrio 'bien' tampoco asegura estar al margen de la pobreza, ya que el 62% de las personas atendidas viven en barrios o zonas en buenas condiciones.
En la presentación de la memoria también estuvo el presidente de Cáritas Española, Rafael del Río, que recordó que "Cáritas, que es la Iglesia en su ejercicio de la caridad, tiene una vocación muy definida, llegar hasta donde no llega nadie, a los últimos y no atendidos", y que "no pretende competir con nadie" en ese ejercicio de la justicia social.
También tomó la palabra el obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS), Atilano Rodríguez, quien se refirió a la existencia de "nuevas pobrezas".
"Descubrimos que el campo de la pobreza se dilata. Son muchas las nuevas pobrezas a las que tenemos que responder, la soledad, la falta de sentido, la situación de los ancianos, la trata de mujeres y los inmigrantes. Son nuevas pobrezas, nuevas realidades, que en otros momentos no existían. La Iglesia y Cáritas hemos de abrir la mirada más allá de las necesidades puramente materiales para intentar dar respuesta a este tipo de situaciones nuevas, entre las cuales el Papa Francisco dice que la mayor es la falta de Dios del corazón en muchas personas en la sociedad, que provoca en muchas ocasiones la falta de sentido en la vida", concluyó el prelado.
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