El 60% de los escolares con síndrome de Asperger sufren acoso escolar

Rueda de prensa en Servimedia

Este jueves se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una condición englobada dentro de los trastornos del espectro del autismo (TEA) que hace que quienes vivan con ella sientan que tienen "un sistema operativo" diferente al de los demás por sus dificultades en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, algo que les pasa factura desde la escuela, donde se estima que el 60% de ellos sufren acoso.

Así lo puso de manifiesto este jueves en rueda de prensa Marcos Zamora, presidente de la Asociación Española de Profesionales del Autismo (Aetapi Abre nueva ventana), quien afirmó que dentro del ámbito educativo hay todavía "muchos retos" para los chavales con Asperger, como es el de hacer del recreo un tiempo más agradable y no abocado a ser un momento propicio para las situaciones de abuso.

Desde esta perspectiva, tanto Zamora como Miguel Ángel de Casas, presidente de Autismo España, coincidieron en señalar la necesidad de contar con más recursos que favorezcan la inclusión y la normalización de los alumnos con Asperger dentro de los centros formativos

Durante la convocatoria explicó su experiencia personal Mariano, que dice ser consciente de funcionar "de un modo diferente" al de los demás desde que tenía cinco años, pero que cuenta con diagnóstico de Asperger solo desde hace uno, a los 39, las personas como él, "con un sistema operativo distinto", tienen necesidades a lo largo de toda su vida y padecen acoso en distintos ámbitos, también en el laboral.


ÁMBITO LABORAL

Así, relató, y corroboraron Casas y Zamora, que la inserción laboral suele ser un problema para este colectivo porque por muchas habilidades que se tengan, las empresas se fijan más "en otras cosas". "Puedo desmontar, montar y cambiar el motor de cualquier coche que esté ahora en la calle, pero no me quieren ni para cambiar ruedas", lamentó.

A sus 40 años, Mariano, que ahora trabaja como consultor en prácticas, asegura haber sufrido acoso en el colegio y en las distintas empresas por las que ha pasado, debido, en parte, a que "hay muchos malesentendidos por falta de adaptaciones", muchas veces "pequeñitas", que mejorarían la calidad de vida de las personas con Asperger.

Y estas adaptaciones deben venir de la sociedad, en opinión de las familias y de David, un joven de 18 años diagnosticado con el síndrome de Asperger a los 14 y apasionado de la informática, la robótica y la historia. David confiesa "haber sido distinto" desde que estaba en la guardería y haber sentido "preocupación" por ello. Sin embargo, reivindica el derecho a serlo y anima a los niños y jóvenes que son como él a que "defiendan su forma de ser".

En este punto, Mercedes Jaraba, subdirectora general de Coordinación y Ordenación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, consideró que ser uno mismo está muy bien, pero que a veces hay que mimetizarse también, "porque vivimos en sociedad".

Jaraba reconoció "la importancia" del movimiento asociativo y, sobre todo, de los profesionales, "que con su labor anónima" ayudan a avanzar en el bienestar de las personas con Asperger, y pidió a los afectados por este trastorno que no lo oculten para así informar a la sociedad de lo que es realmente y derribar tabúes y "malesentendidos".

Aunque no existen cifras disponibles en España, se sabe que los TEA afectan a una persona de cada 100.000 nacidas vivas, por lo que los expertos coinciden en señalar que, extrapolando datos, podría haber unos 400.000 ciudadanos con trastornos del espectro del autismo, de los que 120.000 tendrían Asperger, diagnosticado o no.

 

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