La Comisión Europea ha publicado un informe trienal en el que nos trae dos noticias, una buena y otra regular. La primera es que los sistemas de jubilación de la UE están capacitados para asegurar las pensiones adecuadas a las próximas generaciones de jubilados. La regular está condicionada al trabajo a largo plazo, esto es, a garantizar el empleo hasta la edad legal de jubilación.
Entre las conclusiones o consejos extraídos por Bruselas destaca que las políticas de empleo comunitarias deberían "ofrecer a los trabajadores mayores más posibilidades para permanecer activos más tiempo. Asimismo, los sistemas de pensiones deberían ofrecer una protección a las personas que no pueden permanecer activas el tiempo necesario como para beneficiarse de los derechos de una pensión suficiente".
Marianne Thyssen, comisaria europea responsable de Empleo, Asuntos Sociales, Competencias y Movilidad, ha acogido satisfactoriamente este documento del que ha destacado el objetivo de "las recientes reformas de los sistemas de jubilación destinadas principalmente a asegurar jubilaciones a un número creciente de personas mayores sin desestabilizar las finanzas públicas".
A este respecto, Thyssen ha destacado que, efectivamente, en este marco, permanecer activos hasta nuestra jubilación es imprescindible. Como también ha recordado que Bruselas ha solicitado a los Estados miembro elevar la edad de jubilación.
Alcanzado este punto, la cuestión es poder llegar sin problemas a una edad de jubilación avanzada. A lo que Thyssen se refiere, es a que "nuestra prioridad debe consistir en invertir lo suficiente en las competencias o aptitudes y en la salud de nuestros ciudadanos, con el fin de poder alcanzar estas oportunidades.
PROTECCIÓN DE NUESTROS MAYORES
El informe, según la UE, muestra que actualmente "las pensiones protegen a la mayoría de las personas del riesgo de pobreza y ofrecen una seguridad adecuada en cuestión de ingresos". En general, las personas mayores se benefician -siempre en el terreno de la UE- de un nivel de vida cercano al de la población más joven. "Incluso durante la crisis, las personas mayores han estado mejor protegidas que otros grupos de edad. Aunque varios Estados miembro deban todavía desplegar más esfuerzos que otros para luchar contra el riesgo de pobreza en los mayores y garantizarles unos ingresos mínimos", recoge el documento.
Una característica muy particular, aunque no desconocida, es que las mujeres mayores tienen una pensión más reducida (40% menos de media) que la de los hombres, estando más expuestas a la pobreza. ¿Por qué? Se debe a que durante su vida laboral han percibido un sueldo más bajo y han tenido una vida activa más corta. Esto último lo constató la propia Oficina de Estadísitcas de la UE (Eurostat) en su último informe publicado con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, en el que vinculaba la menor actividad laboral al cuidado que dedicaban las mujeres a otros familiares a lo largo de su vida.
A este respecto, ¿dónde podría residir el mayor problema?: de media, las mujeres viven más tiempo que los hombres, por lo que tienen más probabilidad de quedarse viudas y llevar una forma de vida más precaria constituida por una sola persona.
A este respecto, Bruselas recomienda el desarrollo de políticas a largo plazo que asocien las estrategias para la igualdad de oportunidades en diversos ámbitos antes de alcanzar de la edad de la jubilación con cambios en los sitemas de pensión.
"En el futuro, cada vez será más importante desarrollar una carrera complea de 40 a 45 años de cotización con el fin de obtener una buena pensión". En algunos Estados miembro, el mantenimiento de los ingresos tras la jubilación dependerá en gran medida de planes de pensión privados percibidos a título personal o en el marco del régimen de empresa. Por ello, el informe recomienda a los Estados que trabajen más en el ámbito de las pensiones complementarias y su disponibilidad, evolución y cobertura. Además de no perder de vista el papel tan importante que ejercen los agentes sociales a este respecto.
Nathalie Domínguez