La Comisión Europea (CE) ha presentado hoy un Marco Europeo de Estrategias Nacionales de Integración de los Gitanos, destinado a guiar las políticas nacionales relativas a este colectivo y a movilizar los fondos disponibles a nivel de la UE para apoyar los esfuerzos de inclusión.
Según comunica la CE, el Marco se centra en cuatro pilares: educación, empleo, asistencia sanitaria y vivienda. Los Estados miembros deberán fijar objetivos nacionales individuales de integración de los gitanos en proporción a la población de su territorio y en función de su punto de partida.
Los datos presentados por la CE apuntan que en todo el territorio comunitario habitan de entre 10 a 12 millones de gitanos que siguen enfrentándose a la discriminación, la exclusión y la denegación de sus derechos, mientras los gobiernos pierden ingresos y productividad debido al posible desperdicio de talento potencial. Por este motivo, señalan desde Bruselas, "es imperativo mejorar su integración económica y social, pero para que ésta sea efectiva se requiere una actuación concertada a todos los niveles para atender a las múltiples causas de la exclusión".
La Vicepresidenta y Comisaria de Justicia de la UE, Viviane Reding, ha apuntado que "pese a las buenas intenciones de los políticos nacionales, el cambio experimentado en los últimos años en la vida de la mayoría de los gitanos es insignificante. Los Estados miembros tienen la responsibilidad conjunta de poner fin a la exclusión de los gitanos en las escuelas, empleo, asistencia sanitaria y vivienda".
Reding, que recordaba la seriedad de estos objetivos, solicitó "un claro compromiso de todas las capitales, regiones y ciudades de Europa para ponerlos en práctica. Ha llegado el momento de ir más allá de las buenas intenciones y de tomar medidas concretas. Lo que me parece más importante es que los Estados miembros ayuden a garantizar que todos los niños gitanos finalicen por lo menos la enseñanza primaria".
Bruselas señala que los gitanos de Europa "viven en unas condiciones socioeconómicas considerablemente peores que las de la población en general". Sus encuestas señalan que sólo el 42% de los niños gitanos finalizan la enseñanza primaria, frente a una media de la UE del 97,5%. En cuanto a la enseñanza secundaria, la asistencia de los gitanos se calcula en solo el 10 %.
En el mercado laboral se enfrentan a tasas de empleo más bajas y a tasas de discriminación más altas. En cuanto a la vivienda, a menudo carecen de acceso a servicios esenciales como el agua corriente o la electricidad. También se enfrentan a disparidades de salud: la esperanza de vida de los gitanos es diez años inferior a la media de la UE (76 años para los hombres y 82 para las mujeres).
Por su parte, el Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE, László Andor, ha declarado que "la persistente exclusión de los gitanos es inadmisible en la Europa del siglo XXI, basada en los principios de igualdad, democracia y Estado de Derecho. Las condiciones de vida de la mayoría de los gitanos y sus relaciones con el conjunto de la sociedad no han hecho sino empeorar en los últimos años".
El Comisario también ha recalcado que "a algunos países les resultará totalmente imposible conseguir los objetivos de Europa 2020 sin un avance significativo en la integración de los gitanos".
La integración de los gitanos podría suponer considerables beneficios económicos. Los gitanos representan una proporción creciente de la población en edad de trabajar, con una edad media de 25 años frente a la media de 40 años de la UE. Uno de cada cinco recién llegados al mercado laboral de Bulgaria y de Rumanía es gitano. Las investigaciones del Banco Mundial sugieren que la plena integración de los gitanos podría suponer unos 500 millones de euros anuales para las economías de algunos países, al mejorar la productividad, disminuir las facturas de la ayuda social e incrementarse los ingresos fiscales.
En resumen, los objetivos de los cuatro pilares se centrarán principalmente en la educación, velando por que todos los niños gitanos finalicen como mínimo la enseñanza primaria; el empleo, disminuyendo la brecha de la tasa de empleo entre los gitanos y los demás ciudadanos; la salud, reduciendo las disparidades sanitarias, por ejemplo disminuyendo la mortalidad infantil entre los gitanos; y la vivienda, eliminando las desigualdades en el acceso a la vivienda y a los servicios públicos como el agua y la electricidad.
Los Estados miembros tendrán que presentar estrategias nacionales sobre los gitanos para finales de 2011, especificando cómo contribuirán a la consecución de estos objetivos. El Marco se atiene a los objetivos más amplios de la estrategia Europa 2020 de la UE relativos al empleo, la inclusión social y la educación. La consecución de estos objetivos es importante para ayudar a los Estados miembros a alcanzar los objetivos globales de la estrategia Europa 2020.
La Comisión también propone soluciones para garantizar que los fondos de la UE que pueden apoyar la integración de los gitanos se utilicen de manera más efectiva. Se invita a los Estados miembros a modificar sus programas operativos cofinanciados por los Fondos Estructurales y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural para apoyar mejor los proyectos específicos orientados hacia los gitanos.
Por último, para asegurarse de que el Marco de la UE para estrategias nacionales supone una diferencia tangible para los gitanos in situ, la Comisión desea establecer un sólido mecanismo de supervisión para medir los resultados, de hecho, elaborará informes anuales sobre los avances efectuados en los 27 vecinos. A este respecto, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (The EU's Fundamental Rights Agency) debe desempeñar un papel fundamental, señala la CE, recogiendo datos sobre la situación social y económica de los gitanos, en cooperación con otras organizaciones.
Nathalie Domínguez