La Comisión Europea (CE) ha propuesto mejorar las oportunidades de las empresas de la UE en los mercados de la contratación pública, con los objetivos de contribuir a la liberalización de los mercados mundiales de la contratación pública, velar por que las empresas europeas tengan un acceso equitativo a los mismos, y garantizar que todas las empresas, europeas o no, compiten en igualdad de condiciones en el lucrativo mercado de la contratación pública de la UE.
CONTRATACIÓN PÚBLICA
Según indica la CE en nota de prensa, la contratación pública afecta a un porcentaje considerable de los flujos comerciales mundiales y asciende a mil millones de euros anuales.
De hecho, en la UE, la contratación pública representa hasta un 19% del PIB y "constituye una herramienta esencial para relanzar el crecimiento, sobre todo en una coyuntura de crisis económica". Para Bruselas, este sector ha sido siempre muy abierto, sin embargo, "nuestros socios comerciales no han respondido siempre con un grado similar de liberalización".
La CE afirma que sólo una cuarta parte del mercado de contratación pública mundial está abierta a la competencia internacional y que las restricciones aplicadas por nuestros socios comerciales afectan a sectores en los que la UE es muy competitiva, como la construcción, el transporte público, la producción de electricidad, los dispositivos médicos y los productos farmacéuticos.
En las declaraciones recogidas por la CE, Michel Barnier, Comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, ha declarado "que la UE debería dejar la ingenuidad de lado y perseguir la equidad y la reciprocidad en el comercio mundial. Nuestra iniciativa se basa en la convicción europea de que la liberalización de la contratación pública genera beneficios en Europa y en el mundo. Estamos abiertos a los negocios y estamos dispuestos a abrirnos más, pero únicamente si las empresas pueden competir en pie de igualdad con sus competidoras. La Comisión no cejará en la vigilancia de la defensa de los intereses, las empresas y los puestos de trabajo europeos".
Por su parte, Karel de Gucht, Comisario europeo de Comercio, cree "firmemente en la conveniencia de garantizar unos flujos comerciales libres y que la contratación pública debe ser un elemento esencial de unos mercados liberalizados en todo el mundo. Es algo bueno para las empresas y para los consumidores y resulta rentable para los contribuyentes. Esta propuesta aumentará la capacidad de presión de la Unión Europea en las negociaciones comerciales con nuestros socios para que abran sus mercados de contratación pública a las empresas europeas. Confío en que estas tengan una oportunidad equitativa de conseguir contratos públicos en ultramar y de crear así empleo".
NUEVA DIRECTIVA
La Comisión considera que esta nueva iniciativa incentivará a los socios comerciales de la UE para que abran sus mercados de contratación pública a los licitadores de la UE; velará por que las empresas de la UE puedan competir en el mercado interior con empresas extranjeras en igualdad de condiciones; aumentará las oportunidades comerciales de las empresas comunitarias tanto en la UE como en Estados terceros; mejorará el potencial operativo de las pequeñas y medianas empresas en una economía mundializada; aumentará el empleo; y fomentará la innovación en la UE.
La CE recuerda que los compromisos asumidos por la UE en el marco del Acuerdo sobre Contratación Pública de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los acuerdos comerciales bilaterales se respetan plenamente con esta iniciativa.
Los aspectos fundamentales de la propuesta de Reglamento confirman el amplio grado de liberalización del mercado de la contratación pública de la UE; en el caso de los contratos que superen los 5 millones de euros, la Comisión podrá aprobar que las entidades adjudicadoras de la UE descarten las ofertas que contengan una proporción importante de bienes y servicios extranjeros si esos contratos no están cubiertos por los acuerdos internacionales vigentes; en caso de discriminación reiterada y grave contra los proveedores europeos en países no pertenecientes a la UE, la Comisión tendrá a su disposición un mecanismo que le permita restringir el acceso al mercado de la UE si los países de fuera de la UE no entablan negociaciones dirigidas a abordar los desequilibrios en el acceso al mercado. Cualquier medida restrictiva tendrá una orientación precisa, por ejemplo, mediante la exclusión de ofertas originarias de un país no perteneciente a la UE o la imposición de sanciones de precios; finalmente, la propuesta aumenta la transparencia sobre las ofertas anormalmente bajas, con el fin de luchar contra la competencia desleal de proveedores de terceros países en el mercado europeo.
Nathalie Domínguez
Fuente: Comisión Europea