El Centro Integral Montjuïc, un proyecto de todos y para todos

Imagen del centro

Hace apenas un mes abrió sus puertas el Centro Integral Montjuïc (CIM), un lugar que, según sus artífices, se concibe como un centro abierto que integra servicios de salud y de rehabilitación, piscina adaptada, polideportivo, sala de fisioterapia y multisensorial, así como un centro diurno, otro de terapia ocupacional y un servicio de acogida residencial para personas con parálisis cerebral. Además de todo ello, cuenta con un aula docente y también en él se ubican actualmente los servicios centrales de Aspace.

El CIM es el último proyecto de Aspace, una entidad que lleva 54 años de andadura. Pero para poner en pie el nuevo recurso de para la inclusión de la entidad se ha necesitado, lo cuenta el presidente de la asociación y Fundación Aspace Abre nueva ventana, Lluís Farrés, "constancia y compromiso". En su opinión, la construcción del centro "ha proyectado nuevos retos importantes para el futuro de Aspace". De hecho, desde la Confederación Aspace consideran que el CIM es "un nuevo recurso que cubre una necesidad relevante de las personas con parálisis cerebral".

El mismo alcalde de Barcelona ha calificado de "milagro" el hecho de levantar un equipamiento de las características del CIM con los tiempos que corren. Y es que ha sido "la fuerza y voluntad de la junta directiva de la entidad, la buena gestión, los profesionales que han aportado su trabajo en el recorrido y, precisamente, la crisis en el último tramo los factores claves para su realización", manifiesta la directora del centro, Miriam Torrella. Tanto es así que insiste y vuelve a señalar a la crisis como uno de ellos, porque asegura que "ha permitido que los precios de construcción fueran más bajos y que se haya terminado el proyecto, pese a que estuvo parado año y medio", argumenta.

El objetivo primordial conseguido con la puesta en funcionamiento del Centro Integral Montjuïc es la ampliación, una vez más, de la cartera de servicios de Aspace en otro punto de la geografía española, mejorando la calidad de servicio de las actividades y cubriendo las necesidades de muchos usuarios a lo largo de su ciclo vital. Así lo explican fuentes de este nuevo proyecto.

En palabras de Torrella, "se trata del centro emblema de Aspace porque además de ampliar la cartera de servicios para todos los usuarios de Aspace, también lo ha hecho para personas de otros centros", ya que "la razón vital de su creación fue justo la de disponer de un lugar con instalaciones que permitieran ofrecer nuestros servicios de la forma más óptima y adaptándose a las necesidades de los usuarios".

Dichas instalaciones han sido financiadas, en su mayor parte, a través del 'Plan de prioridades de Confederación Aspace' con fondos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Abre nueva ventana del Gobierno de España (con cargo a la asignación tributaria del IRPF 0,7%). El nuevo equipamiento ha tenido un coste total de 5,4 millones de euros, a los que también hay que sumar una inversión de 2,3 millones en equipamiento de instalaciones.

En su financiación han contribuido también el departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña Abre nueva ventana, la Fundación ONCE Abre nueva ventana, diversas entidades privadas y los Patrones de Honor, a lo que se suma una financiación propia de Aspace Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona Abre nueva ventana, por su parte, ha cedido los terrenos donde se ubica el centro.


DE TODOS Y PARA TODOS

El CIM es un proyecto de todos y para todos porque, según explica su directora, "es un centro compartido y utilizado por todos los que formamos parte de Aspace, es decir, usuarios, familias y profesionales. Pero también es transversal de las tres grandes áreas de trabajo: Salud, Pedagógica y de Servicios Comunitarios".

Destaca Torrella que el nuevo centro brinda, tanto a los profesionales de Aspace como a los usuarios, la posibilidad de compartir proyecto y experiencias de los diferentes servicios. Por otra parte, la directora del CIM también pone el foco en la incorporación al proyecto de un centro residencial porque "supone la oportunidad de dar cobertura a todo el ciclo vital de la persona con parálisis cerebral", constata.

Pero es remarcable también que el Centro Integral de Montjuïc es un nuevo recurso para la inclusión social y laboral de las personas con parálisis cerebral. "Desde el punto de vista estrictamente laboral", especifica Torrella, "el CIM ha supuesto abrir nuevas líneas productivas para nuestro Centro Especial de Empleo (CEE) tales como el servicio de limpieza y lavandería". Y desde el punto de vista de socialización, "permite la realización de muchos encuentros y eventos que fomentan la interrelación y cohesión entre todos los que formamos parte de Aspace", alumbra la directiva.

El CIM es otro más de los 46 centros integrales que Aspace ha logrado poner en marcha en el territorio nacional, el noveno en Cataluña, y como los demás, también responde a la necesidad de que las personas con parálisis cerebral que reciben servicios en sus instalaciones "mejoren su autonomía y su calidad de vida".

Así, para su inclusión sociolaboral y para que adquieran un mayor nivel de autosuficiencia, en el CIM trabajan todas las áreas que afectan a la persona y, de hecho, en todos sus objetivos se plantea la autonomía personal y la participación de la persona en todo aquello que afecte a su vida. El hecho de que en el CIM existan "espacios equipados con la última tecnología les permite abordar los objetivos de trabajo y obtener resultados muy satisfactorios", desvela Torrella.

Asegura Andrés Castelló, el director gerente de Confederación Aspace, que "en la mayor parte de nuestras entidades existen centros integrales a los que acceden las personas con parálisis cerebral" y que la principal característica de los centros integrales es que "son centros muy completos donde, además de compartir los recursos, están disponibles en ellos todos los perfiles profesionales para una atención integral de las personas con parálisis cerebral".

En este sentido, Castelló incide en que los usuarios de los 46 centros integrales son atendidos por médicos, fisioterapeutas, educadores y demás profesionales, pero que "también tienen acceso a otros servicios o terapias que pueden ser utilizadas de manera transversal como la estimulación multisensorial, la hidroterapia, la musicoterapia o las actividades de ocio y tiempo libre entre otras".

La idea del centro de Aspace, sito en la Montaña de Montjuïc, al lado del centro piloto Arcángel San, surgió hace diez años entre las mientes de los directivos de la entidad, que no han cejado en su empeño hasta conseguir hacerlo realidad. A día de hoy, gracias a tanto esfuerzo, un total de 160 personas pasan a la semana por el CIM y utilizan y disfrutan las instalaciones de rehabilitación, deporte, ocio y respiro, así como el centro de día.

La ubicación del edificio consta de cuatro plantas y tiene una superficie construida de casi 6.000 metros cuadrados. Es en la planta baja donde se ubican el vestíbulo, el punto de información; los servicios de ocio, deporte y respiro familiar, la piscina, el polideportivo, los servicios centrales y los de rehabilitación, la sala de fisioterapia y la multisensorial, así como la lavandería.

En la primera planta, en cambio, se encuentran la biblioteca, las aulas para realizar talleres, la sala de audiovisuales, el servicio de atención diurna, el comedor y la cocina, y también el office y zona de relax. Por su parte, en la segunda se localiza el punto de acogida y seguimiento, las unidades de convivencia 1, 2, 3, el servicio de alojamiento residencia, la atención médica y la farmacia.

Y, por último, en la tercera planta están la dirección, el 'staff', la sala de juntas y la de docencia. Las tres unidades de convivencia tienen con una capacidad total de 45 plazas, mientras que el centro de atención diurna puede atender a un total de 60 personas.


USUARIOS

Actualmente, todas las personas con parálisis cerebral que acceden al CIM lo hacen a través de los servicios de rehabilitación de consultas externas o bien a través de entidades del sector que trabajan con este colectivo. Y de lo que pueden disfrutar, según explica la directora, es de la sala de fisioterapia, de la piscina adaptada, el polideportivo o la sala multisensorial.

Esta última, según una trabajadora del centro entrevistada en el programa de Onda Cero 'La brújula', "se convierte en un microcosmos con una atmósfera de calma, seguridad y protección que invita a la exploración y al juego, siempre de la mano de un terapeuta", aseguraba.

Cuenta la directiva del CIM que dentro de los servicios que amplía el centro es, entre otros, la piscina adaptada en la que se puede controlar la temperatura del agua y que, además, la agenda de trabajo ha permitido ampliar la actividad en un 60 por ciento.

También resalta que el hecho de disponer de un polideportivo de 400 metros cuadrados ha aumentado enormemente la oferta de deportes adaptados. Asimismo, destaca entre estos servicios ampliados la residencia y el centro de día, que "permiten atender a nuestros usuarios cuando las familias ya no pueden hacerlo o bien ofrecer con más frecuencia servicios de respiro".


DOS EXPERIENCIAS

Raquel Rueda y Miquel de Ros son dos usuarios de la residencia del CIM que han contado su experiencia. Están allí desde hace un mes y han tenido la oportunidad de estrenar las nuevas instalaciones. Pero justo antes, ambos, habían estado en un centro ocupacional, también de Aspace, que está en Badalona.

"Allí", explica Rueda, "para decidirnos a venir a la residencia, hicimos un taller de preparación. Estudiamos en profundidad las ventajas y desventajas de vivir en una residencia de este tipo y para ello tuvimos presente que nos encontraríamos con cosas buenas y también malas", cuenta esta mujer con parálisis cerebral.

Los dos usuarios de la recién estrenada residencia de Aspace sita en Montjuïc se han adaptado bastante bien a la rutina del CIM. "Hacemos piscina dos días a la semana: los lunes y los jueves. Los martes, musicoterapia. Y tenemos un repertorio de canciones hecho por nosotros. Haremos un concierto a final de curso", se explaya Rueda con entusiasmo.

Por su parte, De Ros da cuenta de lo que hacen en un taller los lunes: "nosotros mismos preparamos lo que vamos a hacer los fines de semana. Muchos chicos se marchan, pero los que se quedan hacen cosas". Según explican al cermi.es semanal, también hacen jardinería e incluso participan en talleres de arte. Por lo visto, también los lunes dedican un momento de la jornada a estudiar un país. "En resumen, que hacemos muchas cosas", coinciden los dos usuarios de la residencia del CIM.

En realidad, ha sido un gran cambio para ellos y, según confiesan, creían que todo iba a ser "mucho peor". Pero, no ha sido así y aseguran que después de dos semanas de adaptación, están "contentos". Además, "la familia también viene a vernos cuando puede y eso lo hace más llevadero. Nos podemos comunicar también por internet y por teléfono", apuntala Rueda. "Nos hemos encontrado con que el cambio no ha sido tan brusco como pensamos que iba a ser antes de realizarlo. El trabajo que hicimos antes de decidirnos a venir y nuestra experiencia en estancias cortas en otras residencias nos han ayudado", aclara De Ros.

Resulta que tanto Raquel como Miquel tuvieron tiempo de aclarar cómo querían ciertas cosas en la residencia. De hecho, "todo se ha tenido presente para organizarla en función de nuestras expectativas. Por ejemplo, quisimos organizar nuestra habitación y llevarnos nuestras cosas personales y así ha sido. Ser de las primeras personas que habitamos la residencia ha sido una ventaja", celebran.

Estos dos usuarios de la residencia del CIM y del resto de las instalaciones polivalentes, dan fe, de hecho, de su buen funcionamiento y de lo que les está deparando a nivel social, laboral y personal, el disfrute de este centro recién abierto de Aspace.

"Nuestra experiencia de momento es más positiva de lo que nos pensábamos y esperamos que siga así siempre, habituándonos a nuestra nueva vida con nuevos compañeros. Ha sido un cambio importante para nosotros". Están felices. Esperan prosperar aún más. Y esto es más importante. Son exigentes. Tienen todo el derecho. Tienen la capacidad de aportar sus criterios. Se les respeta. Y lo que están consiguiendo es aprender, consolidar sus conocimientos para aplicarlos a sus vidas y mejorar así su autonomía y calidad de vida. El CIM es un proyecto muy esperado. Hecho por fin realidad.

 

 

 

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