'Cerebro Sano: Europa Sana'

Máire Geoghegan-Quinn

La comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, ha intervenido en una conferencia celebrada en Dublín con el fin de promover una mayor inversión en la investigación sanitaria relacionada con las enfermedades cerebrales, unas enfermedades que no sólo preocupan a nivel sanitario, también influyen directamente en la calidad de vida del paciente y en el desarrollo económico de los países.

Enmarcado en el mes del cerebro que ahora concluye -del 1 al 31 de mayo-, Geoghegan-Quinn ha querido recordar que la investigación y la innovación son elementos fundamentales para alcanzar los objetivos establecidos en la Estrategia UE 2020, esto es, crecimiento, empleo, competitividad, calidad de vida e inclusión social.

La investigación cerebral contribuye a los objetivos UE 2020, "no sólo mejorando la calidad de vida de los pacientes y favoreciendo la inserción social y laboral, también crea trabajos e incrementa la competitividad a través de productos innovadores como medicinas, diagnósticos, nanotecnologías y robótica". De ahí el lema 'Cerebro Sano: Europa Sana'.


UNA INVERSIÓN PARA EL CRECIMIENTO

Las enfermedades cerebrales influyen directamente en la motivación de quienes la padecen y en sus familias, pero no hay que olvidar las repercusiones que una mala salud tiene en el tejido económico y productivo.

La Comisión Europea ha recordado que sin salud no podemos contar con una mano de obra eficiente que pueda generar productos y servicios innovadores. "Invertir en la investigación cerebral es una inversión inteligente, especialmente en tiempos de escasez de recursos, ya que puede ayudar a evitar mayores gastos sociales en el futuro", subrayó Geoghegan-Quinn.


LA ENFERMEDAD MENTAL, UNO DE LOS MAYORES RETOS EN EUROPA

Unas 165 millones de personas en Europa son diagnosticadas cada año por algún tipo de desorden cerebral, lo que implica que prácticamente todas las familias europeas tienen probabilidades de estar afectadas. Este dato hace de la investigación científica en este campo uno de los mayores retos en la UE.

En términos de coste socioeconómico, las enfermedades cerebrales alcanzaron en el año 2010 los 800 mil millones de euros, cantidad que lejos de controlarse, va creciendo a la par que lo hace el envejecimiento de la población.


ENFERMEDADES SIN LÍMITES DE EDAD

Las enfermedades mentales no conocen límites de edad. En la actualidad, recordó la Comisaria, unas 7 millones de personas en Europa tienen algún tipo de demencia como el Alzheimer, es decir, enfermedades de largo plazo, que van consumiendo y debilitando progresivamente al paciente hasta llegar a un punto en el que la enfermedad no puede tratarse.
 
Además, cada año decenas de millones de personas en la UE, desde adolescentes hasta personas mayores experimentan o experimentarán al menos algún episodio de enfermedad mental. "Muchos de estos pacientes deberán esperar años para beneficiarse de un tratamiento adecuado".

En cuanto a las enfermedades raras directamente relacionadas con el cerebro, la Comisaria ha recordado el gran reto que supone encontrar una respuesta terapéutica a este tipo de enfermedades que suelen presentarse en la infancia.


EL MES EUROPEO DEL CEREBRO

Por todo ello, Máire Geoghegan-Quinn justificó la necesidad de dedicar un "Mes Europeo del Cerebro", que esta semana pone su punto y final, aunque su objetivo sea progresivo en el tiempo. "El objetivo de este Mes es ofrecer un marco para tratar los temas tan importantes que giran en torno a la investigación cerebral y la atención sanitaria", declaraba.

Asimismo, Geoghegan-Quinn ha explicado que desde la Comisión que representa no sólo se busca promover la inversión en la investigación por parte de los Estados Miembros y de los países asociados a la UE, lo que también se pretende es "incrementar el conocimiento de la sociedad en este tema y romper con los tabúes que rodean a la enfermedad cerebral. Mientras que muchas de las discusiones se centran en problemas médicos, adquirir un conocimiento más profundo sobre el cerebro puede ayudarnos a correr la cortina que cubre los misterios sobre nuestro ser, nuestra personalidad, nuestras motivaciones y deseos, por qué actuamos de un cierto modo y no de otro".

 

 

Nathalie Domínguez / Fuente: Comisión Europea