El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ ) impartirá cursos de formación para "sensibilizar" a jueces y magistrados en violencia de género y saquen el máximo partido posible a las pulseras que alertan a las maltratadas de la proximidad de su maltratador. De los 3.000 dispositivos disponibles sólo están asignados 800.
Así lo dijo en una entrevista a Servimedia la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, Ángeles Carmona, que recordó que la modificación de la ley orgánica del poder judicial obliga a que un juez que vaya a trabajar en un juzgado de violencia de género, por mucha experiencia que tenga, deba pasar por esos cursos.
Carmona concretó que se trata de “formación, especialización y sensibilización sobre la violencia de género” y que se imparte de forma ‘online’, a la que siguen prácticas en un juzgado especializado y “visitas a los recursos sociales y asistenciales” que hay en ese territorio.
Además, el Observatorio promueve la “formación continua” todos los años con cursos a jueces sobre violencia de género, en los que incluyen “siempre” los temas referidos a menores y formación sobre los dispositivos electrónicos.
“Nos preocupa que muchos ciudadanos, asociaciones y medios de comunicación nos pregunten: ¿si tenemos 3.000 pulseras a disposición de los jueces cómo es posible que sólo estén utilizándose casi 800? Creemos que es por falta de formación y por eso estamos haciendo un esfuerzo en difundir la eficacia y el buen funcionamiento de estos dispositivos de los que estoy convencida de que salvan muchas vidas”, aseveró.
También recordó a los abogados y a los jueces que pueden solicitar estos dispositivos e informar a la víctima de que existe ese recurso “que funciona muy bien en España y que han salvado muchas vidas”.
Ventanilla única
Durante su entrevista a Servimedia, la presidenta del Observatorio de Violencia de Género del CGPJ también destacó el esfuerzo de este organismo para “modernizar para que la protección de las víctimas no se escape por ningún sitio, y se comunique en tiempo real” a través de la ‘ventanilla única’ para los casos de maltrato a la que obligan, entre otros, convenios internacionales como el de Estambul.
Según dijo, esto acortará los procedimientos e incidirá “hasta en diez leyes” para facilitar que una mujer “pueda dar el paso heroico de denunciar”, pues “si no encuentra el apoyo suficiente en familias e instituciones no va a ser capaz de hacerlo sola”.
Asimismo, Carmona reclamó un papel más protagonista a la hora de denunciar al entorno de las víctimas, ya que sólo el 1,3% de las denuncias de violencia de género proceden de terceras personas e insistió en que, aunque las afectadas no lo cuenten, “a una mujer se le nota cuando no está bien”. Por ello, insistió en la necesidad de que todos los ciudadanos se involucren en la lucha contra esta lacra, para que “si la mujer no puede denunciar, al menos que pueda recibir apoyo”.
Mayor protección”a las víctimas con discapacidad
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, también advirtió de la necesidad de brindar una mayor protección a las víctimas de violencia machista con discapacidad, dado que presentan necesidades especiales y en ocasiones pueden llegar a sufrir maltrato por alguno de sus cuidadores.
Durante su encuentro en Servimedia, explicó que existen protocolos específicos para cuando los jueces tienen que atender a mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, sobre todo para las que presentan discapacidad intelectual.
En este sentido, la presidenta del Observatorio resaltó que el Estatuto de la Víctima aprobado esta legislatura por el Gobierno recoge la variable de la discapacidad como una de las mayores vulnerabilidades, y establece la posibilidad de realizar grabaciones, evitando por ejemplo que la mujer tenga que repetir su declaración en varias ocasiones.
De esta manera, Ángeles Carmona puso de relieve la importancia que tienen las nuevas tecnologías a la hora de proteger a todas las víctimas de violencia de género, pero especialmente a las que tienen discapacidad. Eso sí, en algunas ciudades muy pequeñas la distancia no es operativa porque el dispositivo está pitando todo el tiempo, por lo que se tienen que usar otros mecanismos de seguimiento.
Por otra parte, reclamó que exista más información sobre discapacidad y violencia machista, puesto que, a su juicio, en la actualidad todavía hay muy pocos datos al respecto. En esta línea, explicó que desde el Observatorio se ha firmado un acuerdo con el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi ) con el fin de dar mayor visibilidad a esta lacra y poder luchar así con mayor fuerza contra este problema.
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