Antonio Palomo pasó más de siete meses en un hotel de Madrid, un lugar, asegura, que se convirtió en su "segunda casa" y donde se sintió acompañado y bien atendido por un equipo solvente de profesionales que solucionaban sus problemas y respondían a sus necesidades con prontitud, pese a tener muchos de ellos discapacidad, una condición que para este cliente no supuso ni supondrá nunca una reticencia.
El hotel en cuestión es el Confortel Suites Madrid , un centro especial de empleo (CEE), ya que el 75% de su plantilla tiene algún tipo de discapacidad, algo que no impide, como comenta José Ángel Preciados, director general de Confortel Hoteles, y constata Palomo, que el cliente reciba un buen servicio y un trato profesional.
"El trato fue perfecto", dice este cliente, un malagueño con discapacidad física que se mueve en silla de ruedas y que encontró en este hotel "una segunda casa" cuando se desplazó a Madrid a finales de 2013 para cursar un máster de Derecho Deportivo.
Según relata, su primera opción fue una residencia, pero tras pasar un mes en ella, no encontró la comodidad que sí le dieron en este hotel, donde recibió, insiste, un "trato perfecto".
Y lo recibió, señala Preciados, porque en la plantilla lo que prima es la "profesionalidad" de los empleados, que forman un "equipo espectacular" y cuyo trabajo reconoce y valora el cliente, pero también la empresa y los proveedores.
TRABAJO CON RECOMPENSA
Precisamente por este trabajo, la empresa ha recibido el Premio Popular de los prestigiosos 'Tourism for Tomorrow Awards', que reconocen las mejores prácticas en sostenibilidad de compañías y destinos turísticos a nivel mundial.
Confortel Hoteles, que se ha alzado con el galardón por su compromiso con la accesibilidad universal y la inclusión laboral de las personas con discapacidad, ha sido la única compañía española finalista en estos premios mundiales de turismo, otorgados por el World Travel & Tourism Council (WTTC ).
Pero el Confortel Suites Madrid no es el único centro especial de empleo de la cadena (con más de una veintena de hoteles por toda España), que cuenta con otro en Valencia, también desde 2014, donde el porcentaje de trabajadores con discapacidad ronda el 95%.
Para que una empresa se considere centro especial de empleo, al menos el 70% de sus trabajadores han de tener algún tipo de discapacidad, algo que estos hoteles cumplen, como dice su director general, "con creces".
Como la experiencia es "espectacular" y el resultado "muy gratificante", en palabras del director general de la cadena, el reto es conseguir que más hoteles sean centros especiales de empleo, algo que lograrán, con toda probabilidad, con el que acaban de incorporar en Bilbao.
"UNA AVENTURA MUY GRATIFICANTE"
Que un hotel sea un centro especial de empleo "es un reto, un desafío, una aventura, pero una aventura muy gratificante, porque los resultados y la respuesta de la plantilla y del cliente son espectaculares", insiste Preciados, quien cuenta que sus hoteles tienen trabajadores con discapacidad en todas las líneas funcionales, es decir, en recepción, habitaciones, cocina, comercial…
Precisamente en recepción del Confortel Suites Madrid trabaja desde finales del año pasado Rocío, una joven con discapacidad visual que como sus compañeros de área desempeña tareas de atención al cliente durante su entrada, estancia y salida, además de desarrollar trabajos de recepción de llamadas y gestión de reservas.
Asegura que este puesto le gusta y que, pese a tener alguna dificultad por su discapacidad visual, se encuentra bien en él. "Me gusta mucho, estoy muy contenta y me siento muy cómoda", declara esta sevillana de 24 años recién titulada en Turismo.
No obstante, aclara que en su puesto dispone de todas las adaptaciones necesarias para desempeñar con más comodidad su trabajo, como pantalla grande de ordenador y programa informático de ampliación de caracteres.
A pesar de ello, hay veces que le llegan documentos en papel con letra muy pequeña. En estos casos recurre al compañerismo y pide ayuda a alguien. En el departamento hay otro chico con discapacidad visual, una compañera sorda de un oído y otra persona con movilidad reducida.
"Como el ambiente es muy bueno, si hay que llevar maletas y le corresponde a la compañera que tiene dificultades de movilidad, lo hago yo. Ella, en otras ocasiones, me ayuda a leer textos con letra muy pequeña", cuenta.
Explica que a la hora de buscar trabajo no se cerró puertas, si bien reconoce que sabía que en la cadena de los Confortel "iba a ser más fácil" encontrarlo.
Más fácil porque, en efecto, la marca, que pronto cambiará de nombre para llamarse ILUNION Hotels, tiene como seña de identidad integrar a personas con discapacidad, entre otras responsabilidades sociales corporativas, y considera que esa política es "una fortaleza", ya que ningún competidor se atreve a asumirla, aunque también piensa que es "una debilidad para la sociedad".
Sea como fuere, el director general de la cadena, que lleva al frente del barco ya once años, considera que la competencia les ve "con simpatía y con mucho respeto", porque, al igual que clientes y proveedores, valora su apuesta y su trabajo.
Confortel Hoteles, que a partir del próximo mes de mayo será ILUNION Hotels, es, en palabras de su director general, una compañía media "que como todas lo ha pasado muy mal en los últimos años", pero que afronta el futuro con optimismo y con una estrategia de cambio de marca apoyada en la sostenibilidad integral en la que la accesibilidad, integración, eficiencia energética y respeto al medio ambiente son pilares fundamentales del proyecto.
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