El presidente del Cermi Estatal , Luis Cayo Pérez Bueno, ha apostado por la convergencia entre las entidades del sector de la discapacidad para hacer frente a la situación de crisis actual y sus efectos en las organizaciones y por la sostenibilidad de los modelos que desarrollan, “que agudiza mucho más la necesidad de una convergencia en la prestación de servicios”.
Así lo ha manifestado durante el acto de apertura de la Jornada, organizada por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), ‘Repasando los modelos de atención a la discapacidad: de la unilateralidad a la convergencia asociativa’.
Para él, las entidades de la discapacidad se enfrentan actualmente al desafío de la reinvención del movimiento asociativo. “Debemos aspirar a ser mejores y, en ese horizonte, está la convergencia entre las propias entidades y dar este paso desde la unilateralidad que siempre las ha caracterizado”, ha añadido.
En este sentido, ha apuntado a la necesidad de la innovación social, a la creatividad y a la imaginación como “la capacidad para sobrevivir y de plantear alternativas para aquello que afecta a las personas con discapacidad y sus familias”. Para ello, hay que actuar desde la pro-actividad y no desde una actitud reactiva, ha señalado.
Por su parte, el secretario general del Cermi Estatal, Alberto Durán, ha apoyado la intervención del presidente del Cermi y ha coincidido con él, añadiendo que la reflexión sobre la convergencia entre las entidades de la discapacidad “debe hacerse teniendo en cuenta al usuario final”. “Debe ser una reflexión con generosidad, atendiendo todas las singularidades y compatible con una coordinación entre todos para ser un sector más eficiente”, ha indicado.
Asimismo, ha animado al movimiento asociativo de la discapacidad a colaborar en la puesta en marcha de las estrategias, “al calor de esa convergencia colaborativa”.
Vicente Marbán Gallego, profesor de la Universidad de Alcalá y miembro del grupo de Investigación de Política Social Joaquín Costa-UAH, que dirige el profesor Rodríguez Cabrero, ha presentado un trabajo de investigación sobre las necesidades y los retos de futuro en materia de discapacidad, que nace con el objetivo de analizar los problemas del sector y plantear propuestas para minimizar el impacto en las organizaciones, y que está basado en la realización de 29 entrevistas a directivos de organizaciones, expertos e investigadores parlamentarios y gestores de las administraciones públicas, que han destacado los factores de cambio en la nueva estrategia del desarrollo de las organizaciones de la discapacidad.
Entre estos cambios se encuentra una mayor exigencia de especialización a las entidades; un incipiente desplazamiento de las discapacidades clásicas por otras que son sobrevenidas (por enfermedades crónicas u otras discapacidades emergentes, como las enfermedades raras), por lo que, ante esta nueva cartografía de la discapacidad, aparecen nuevas organizaciones que se segregan de las matrices ante la inespecificidad de estas nuevas discapacidades, y, por último, estaría la territorialización de las organizaciones.
Entre los factores de estos cambios que se extraen a partir de estas entrevistas, destacan el cambio social de la base del movimiento de la discapacidad, ya que surgen nuevas discapacidades, por lo que esta diversidad hace que se corra el riesgo de que determinadas discapacidades queden infra-representadas; el déficit en la articulación interna y externa, ya que existe una ralentización en la rotación de los líderes de las organizaciones, y esto dificulta la perspectiva global de la discapacidad en todos los territorios, así como los límites en la financiación, que genera incertidumbre e inestabilidad en las organizaciones, así como una excesiva dependencia de las subvenciones.
Asimismo, otros factores serían la reorientación a un modelo mixto de bienestar social, ya que hay una mayor participación del sector mercantil en la prestación de servicios, cuyo foco de acción, además, se encuentra en el sector residencial; o el cuestionamiento del sector, ya que existe una “empresarialización” de las entidades, donde el actual modelo de gestión se toma como un fin en sí mismo, y no como un medio, pero que, al mismo tiempo es “necesario e irrenunciable”.
Además, también resalta como factor la crisis económica y financiera, que genera una nueva estructuración de las organizaciones, ya que ésta aumenta la demanda social y las entidades se ven sobrepasadas por esas demandas, sobre todo, por una disminución de los recursos públicos para atenderlas, y, por ello, se acelera ese modelo de reivindicación de las organizaciones y se genera una gran tensión.
Según se extrae del estudio, todos estos factores suponen para el sector un doble esfuerzo reivindicativo institucional, muchos ajustes internos y una mayor articulación del sector, como es el caso de la constitución de la Plataforma del Tercer Sector, así como que supone también una mayor movilización y una mayor coordinación con el sector público.
Así, el profesor Vicente Marbán plantea distintas estrategias de cambio para el desarrollo de las entidades de la discapacidad, como la necesidad del cumplimiento efectivo de los avances legislativos para garantizar la igualdad de derechos; la apertura por parte de las entidades a la diversidad emergente de la discapacidad, estableciendo nuevas formas de cohesión; reforzar la capacidad de negociación y reivindicación hacia las Administraciones Públicas; facilitar la transición generacional de los líderes; una mayor diversificación en las fuentes de financiación, incluidos los propios usuarios; la conciliación del crecimiento con el desarrollo de las organizaciones y mejorar la formación y mayor transparencia en las entidades, y potenciar la articulación del sector, que se agudiza con la crisis, con el objetivo de defender los derechos de las personas con discapacidad.
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