Los datos, tan del gusto de periodistas y políticos, son entes fríos y distantes. Los rostros que ejemplifican las cifras, en cambio, conmueven. Por eso las cuatro entidades gestoras del Programa Operativo de Lucha Contra la Discriminación, financiado por el Fondo Social Europeo , han realizado un vídeo para ponerle cara a la inclusión .
Juan Carlos, Daniel Carrasco, Mónica Carmona y Anastasie son los nombres que representan a estas cuatro organizaciones, Fundación ONCE , Cáritas , Fundación Secretariado Gitano y Cruz Roja .
Juan Carlos trabaja en FSC Inserta , entidad de recursos humanos de Fundación ONCE. "Toda mi vida ha sido en hospitales", nos comparte. Tiene mielomeningocele de nacimiento, el tipo más común de espina bífida. "Nací torcido", asegura con cierta socarronería. A Juan Carlos el trabajo "me aporta todo: cariño, sinceridad, compañerismo y, si tengo que destacar algo sería la ayuda y el amor que podemos transmitir a un demandante de empleo". Trabajar le permite llevar una vida normalizada. Trabajar, y sus ojos se iluminan para preceder a la última confesión, le hacen "más feliz".
El perfil de Daniel Carrasco es muy distinto, pero nació arbitrariamente, como cualquier alumbramiento, en el territorio amenazado por la exclusión social. "De pequeño me enseñaron a golpes. Salvo mis padres, todo el mundo me trataba mal". Su infancia no fue de cuento. Conocí pronto la droga. Por fortuna, años más tarde, también conoció a Cáritas, y decidió colaborar en un programa de voluntariado para mayores. "Como soy buena persona, los mayores se sienten a gusto conmigo". Sincero, con un humor que emociona. Así es Carrasco, al que todo conocen como 'el Maroto'.
Marta Carmona tiene catorce hermanos. Su madre murió a los cuarenta años. Ella se casó con trece y tuvo un hijo con catorce. A los 19 se separó. "Hundida, desde cero, sentí que no podía hundirme". Y no se hundió. Buscó consejo y orientación en Fundación Secretario Gitano, que la formó y la encontró varios trabajos. Ahora ha encontrado un trabajo y saca adelante a sus tres hijos. "Si lo sigues, lo consigues".
El último testimonio es el de la senegalesa Anastasie, una mujer sola en España, con su familia y sus amigos a miles de kilómetros. Gracias a Cruz Roja imparte clases de informática básica a personas que no han tenido contacto con las nuevas tecnologías. "La gente dice que es suerte, pero nosotros mismos buscamos nuestras suerte".
Son cuatro casos, cuatro historias, pero como la de ellos, desde el año 2000 Fundación ONCE, Cáritas, Fundación Secretariado Gitano y Cruz Roja han atendido a 572.000 personas en riesgo de exclusión; han formado a 158.000; han procurado 219.000 contratos y han hecho posible la creación de 1.4000 empresas. Historias como éstas dan sentido a esta alianza.
Esther Peñas