"El desarrollo sostenible no es posible sin la sostenibilidad ambiental y el trabajo decente", es la principal conclusión a la que se ha llegado en la 102 Conferencia Internacional celebrada anualmente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su sede de Ginebra.
Desde que se creara la OIT en 1919, es la primera vez que los 174 delegados de gobiernos, trabajadores y sindicatos han coincidido sobre la "ecologización de la economía" como oportunidad real para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, trabajo decente y empleos verdes.
Tras casi dos semanas de deliberaciones enmarcadas en la Confederación Internacional del Trabajo (CIT), la Comisión del Desarrollo Sostenible, el Trabajo Decente y los Empleos Verdes ha recogido en sus actas que "la ecologización de las economías presenta muchas oportunidades para alcanzar los objetivos sociales: tiene el potencial de ser un nuevo motor de crecimiento, tanto en las economías avanzadas como en las en desarrollo, y un generador importante de empleos verdes y decentes que pueden contribuir considerablemente con la erradicación de la pobreza y la inclusión social".
Así, afirman, puede contribuir a alcanzar muchos objetivos sociales durante los próximos 20 a 30 años, incluyendo la creación de entre 15 y 60 millones de nuevos empleos decentes, un aporte substancial a la lucha contra el desempleo mundial.
Durante la sesión, el director general de la OIT, Guy Ryder, manifestó su satisfacción al "constatar un acuerdo tan amplio sobre un tema que es tan importante para el futuro del mundo del trabajo y por supuesto de nuestro planeta". "Ahora necesitamos traducir este acuerdo en acciones concretas, que pueden ser alcanzadas a través del diálogo social".
OPINIONES COMUNES Y REPRESENTATIVAS
Entre las opiniones más destacadas por la OIT, se encuentran la de los representantes de Sudán, Jamaica y Argentina.
El Embajador de Sudán, Abdalmahmood Abdalhaleem Mohamad, presidente de dicha Comisión tripartita, manifestó que "la sostenibilidad ambiental, la reducción de la pobreza y el trabajo decente para todos son tres de los desafíos decisivos del siglo veintiuno. En mi país, y en muchos otros países africanos, ya estamos presenciado los estragos que el cambio climático puede causar en los lugares de trabajo, los empleos y los medios de subsistencia. Con frecuencia, son los más pobres los más afectados. Debemos hacer frente a estos desafíos juntos y al mismo tiempo.
Para Brenda Cuthbert (Jamaica), vicepresidente por el grupo de empresarios, "los empleadores creen que abordar activamente las cuestiones relativas a una mayor eficiencia energética y de la utilización de los recursos, por ejemplo el consumo de agua y la reutilización y el reciclaje de los desperdicios, favorece el crecimiento sostenible a largo plazo. Los ahorros, fruto de una mayor eficiencia ambiental, pueden ser reinvertidos en la innovación, lo cual permitiría fortalecer las empresas y generar más empleos. Esto beneficia a todos los actores de la economía, incluyendo a las empresas, los trabajadores y los gobiernos".
Por su parte, Gerardo Martinez (Argentina), vicepresidente por el grupo de trabajadores, dijo que "debido a la dimensión de la crisis medioambiental y del empleo, los sindicalistas comprenden que el cambio no es una opción sino una necesidad. Las economías deben ser reestructuradas para hacerlas ambientalmente sostenibles. Pero esta vez, los sindicalistas quieren una transición diferente. La transición tiene que crear empleos verdes y decentes, y los trabajadores no deben ser considerados como una variable de ajuste. El mundo necesita una transición ambiciosa hacia la sostenibilidad ambiental y los trabajadores piden que sea una transición justa.”
DIÁLOGO SOCIAL
La OIT sostuvo que la ecologización de la economía favorece la creación de empleos decentes adicionales y puede mejorar los empleos existentes a la par que incrementar los ingresos, "en particular en sectores como la agricultura, la construcción, el reciclaje y el turismo". Pero también hay que tener en cuenta que "hay desafíos ambientales y del empleo que el mundo necesita enfrentar conjuntamente, no por separado".
Al igual que se animó a las empresas a introducir prácticas de eficiencia energética y un uso más eficiente de los recursos, la OIT advirtió que, para ello, es necesario intensificar "el diálogo social y adoptar políticas coherentes, adaptadas a las necesidades de cada país, prestando atención especial a las normas laborales, las políticas industriales y el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Por ello, animó a estrechar los lazos de unión entre el mundo del trabajo y el mundo de la educación y la formación; la adopción y el respeto de las medidas sobre seguridad y salud en el trabajo, y la promoción de sistemas de protección social adecuados, exhaustivos y sostenibles.
INTERCAMBIO DE BUENAS PRÁCTICAS PARA UN TRABAJO DECENTE
La Comisión tripartita sugirió a la OIT que refuerce su capacidad de investigación y análisis, con el fin de informar y compartir las mejores prácticas con los gobiernos y ofrecer orientación a las pyme y a las cooperativas para que sepan cómo obtener una mayor eficiencia energética y el mejor uso de recursos en sus sus procesos de producción.
Asimismo, animó al origanismo internacional a proseguir su trabajo en el ámbito de políticas macroeconómicas con las instituciones pertinentes a nivel regional y mundial promoviendo el 'Programa de Trabajo Decente'
El fin es conseguir que el Trabajo Decente sea aplicado en la práctica de una manera efectiva y que haya un apoyo activo a los responsables de su implementación, de la erradicación de la pobreza y una transición justa para todos en la Agenda de desarrollo post 2015.
IMPORTANCIA DE ESTE ENCUENTRO MUNDIAL
¿Por qué es importante esta reunión mundial? En primer lugar, porque de esta Conferencia salen normas internacionales en el sector laboral, que revisten la forma de convenios -que una vez adoptados se someten a la ratificación de los Estados- y recomendaciones que, aunque no sean jurídicamente vinculantes, sí orientan sobre las actuaciones que han de emprenderse.
En segundo lugar, porque este encuentro examina las memorias que todos los Estados Miembros han de presentar para facilitar información detallada acerca del cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud de los convenios que han ratificado, y acerca de su legislación y práctica respecto de los convenios (ratificados o no) y recomendaciones sobre los cuales el Consejo de Administración haya solicitado la presentación de memorias.
Además, a lo largo de un ciclo de cuatro años, la Conferencia examina por turnos los informes globales que abarcan los cuatro derechos fundamentales: libertad sindical y de asociación y reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en el empleo y la ocupación.
Nathalie Domínguez / Fuente: OIT