En un acto impulsado por el Cermi
Esther Peñas
La vicepresidenta Segunda del Gobierno de España y Ministra de Trabajo y Economía Socia, Yolanda Díaz, y el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, han participado en el acto sobre ‘La primera reforma social de la Constitución Española. Somos personas con discapacidad’, celebrado por el Cermi, y que ha contado, además, con la intervención del director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín, el presidente del Cermi, Luis Cayo Pérez y Ana Peláez, comisionada de Género e Igualdad y vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Cermi Mujeres, junto a dos mujeres con discapacidad, Isabela Arias y Ana García.
La reforma, la primera de contenido social desde la entrada en vigor del texto constitucional, elimina el término «disminuido», reivindica la dignidad de las personas con discapacidad y ampliar sus derechos.
«La modificación del artículo 49 de la Constitución va a cambiar la vida de este país. A partir de hoy, tenemos un país mejor», aseguro Díaz, quién resalto el carácter «feminista» de la reforma y destacó que este avance «no es logro de ningún partido político, sino del colectivo», que ha sido capaz de pelear por su dignidad, reparando la «vulnerabilidad democrática estructural» que ha soportado durante mucho tiempo.
Por su parte, Bustinduy incidió en que esta reforma «consagra la dignidad» de las personas con discapacidad, al tiempo que supone una «mejora para la democracia», y explicó que no sólo se trata de la sustitución de un término («disminuidos» por «personas con discapacidad») sino que replantea el enfoque que se aplica al colectivo, pasando de un modelo asistencial a otro «de derechos humanos». Adelantó las líneas de trabajo de su gabinete: perseverancia y ampliación del etiquetado accesible, el desarrollo de la Ley de accesibilidad cognitiva, trazar un plan específico para mujeres y niñas con discapacidad y, por último, elaborar una macroencuesta que refleje el grado de violencia que soportan las mujeres y niñas con discapacidad.
Martín Blanco colocó el eje de su discurso en la cultura, ya que, a su juicio, esta reforma constitucional, repara «la cultura que nos duele, la de la esterilización forzosa, la de la mofa de nuestra estatura en plazas de toros, la del maltrato». Destacó el logro de un «activismo sereno» y concluyó asegurando que «los derechos humanos siempre resultan incómodos, por eso hay que trabajar por ellos».
El presidente del Cermi agradeció el agradecimiento de ambos ministros por la «perseverancia» del movimiento asociativo, y recalcó que «España ha hecho un acto de justicia con las personas con discapacidad, y las personas con discapacidad han hecho de España una democracia más sólida y justa». Quiso destacar el carácter «sugestivo» de que haya sido «un sector periférico quien haya robustecido la democracia. Que este cambio venga de los presuntamente más débiles es un gran logro». Por último, destacó el hecho de que, en dicha reforma, se haya incluido el concepto «entornos más accesibles».
Peláez, en su intervención subrayó el «valor de la unidad» del colectivo, la adecuación de la reforma a la Convención de la ONU sobre Discapacidad y la pluralidad y diversidad que acoge la propia discapacidad.
Por último, Isabela Arias, una joven de 16 años con parálisis cerebral, celebró la igualdad efectiva que consagra esta modificación, al tiempo que abogó porque todos los niños, con independencia de que tengan o no discapacidad, «vaya al mismo colegio».