“La discapacidad pide, pero pide para aportar. Con un marco legislativo y de incentivos adecuado, la discapacidad está en condiciones de generar empleo, como cualquier otro sector”, ha asegurado esta mañana el presidente del Cermi , Luis Cayo Pérez-Bueno, en un desayuno informativo organizado por Servimedia, con motivo del décimo quinto aniversario, moderado por el director de la agencia, José Manuel González Huesa.
Pérez Bueno señaló que, si bien es cierto que se han producido avances en estos quince años, el colectivo de la discapacidad arrastra “problemas históricos” en cuanto al empleo se refiere, y calificó de “intolerable” la situación de exclusión laboral que significa la inactividad laboral. “Hay muchas personas con discapacidad que no se están formando, que no tienen empleo, que no lo buscan, que permanecen ajenos a la sociabilización mínima, que subsisten gracias a prestaciones públicas o, en algunos casos, ni siquiera a ellas”.
Asimismo, el presidente del Cermi, si bien destacó la importancia y la referencia que el empleo protegido en España supone para otros países, éste proporciona alrededor de 60.000 empleos directos a personas con discapacidad, mientras que el empleo ordinario emplea de manera directa a unos 300.000.
En este sentido exhortó al Gobierno a emprender medidas “audaces” que garanticen el cumplimiento de las cuotas de reserva, y mostró su satisfacción por el hecho de que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad , Ana Mato, expresase públicamente su intención de reformar la Ley Social de Integración de los Minusválidos (Lismi) para promover la inclusión laboral del colectivo.
Por lo que respecta al hecho de cómo puede afectar la crisis al movimiento asociativo, el presidente de la Fundación ONCE , Alberto Durán, que también asistió al desayuno informativo, aseguró que “si algo hemos aprendido en estos quince años es que es mucho más fácil y efectivo trabajar juntos. Aunque la crisis pueda amenazar la unidad de acción, lo cierto es que caminando juntos se camina mejor”.
“UNA APELACIÓN AL DIÁLOGO”
Respecto de la manifestación que convocó el pasado sábado el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad en Navarra, Cormin , contra los recortes que está acometiendo el Gobierno, y reivindicando la estabilidad del sector, Pérez Bueno apuntó que “no hay que verlo dramáticamente” sino como el ejercicio de un derecho de los ciudadanos y destacó que dicha manifestación o era otra cosa que “una apelación al diálogo”.
No obstante, también advirtió que si la Administración sigue recortando sin diálogo previo, “habrá más movilizaciones, porque la situación es insostenible”. El presidente de la entidad recordó que la discapacidad está viviendo “un momento agónico” producido, entre otros factores, por la falta de pagos y por el ahogo económico de las estructuras financieras.
VALORACIÓN AMBIVALENTE
Por lo que se refiere a la Lismi, que ahora celebra sus treinta años de andadura, Pérez Bueno apuntó que es una ley “hija de su tiempo” y que, pese a su “sistemático incumplimiento”, ha sido efectiva. Las leyes se estiman no sólo por su vigencia, sino también por su trascendencia, aclaró el presidente del Cermi, aludiendo a que la Lismi sentó las bases para el futuro desarrollo normativo.
Por lo que respecta a la Ley de dependencia y Autonomía personal, Pérez bueno habló de “un cierto sentimiento de ambivalencia”. Por un lado, expresó, la autonomía personal y la dependencia “comienza a responderse en clave de derechos” pero, por otro, se ha incurrido en el error de la metonimia, es decir, en contemplar la vertiente de la dependencia como la única que atañe a la discapacidad, cuando “es sólo una provincia dentro de un país con otras muchas”, como apuntó el presidente del Cermi.
La atención a la dependencia ha procurado la desantención de otros aspectos importantes. Según datos del Libro Blanco, hay alrededor de 1.250.000 personas en situación de dependencia, pero 2.500.000 personas con discapacidad que no se encuentran en esa situación.
Por último, Pérez Bueno agradeció el papel de Servimedia en particular y de los medios de comunicación en general su contribución a la normalización de la imagen de las personas con discapacidad.
El mensaje de que “la discapacidad no es un hecho luctuoso” se está sustituyendo por uno mucho más acertado, y la sociedad acepta la discapacidad como un rasgo más dentro de su propia diversidad, apostilló el presidente del Cermi.
Esther Peñas
Foto: Carmen Sayago