El 63% de las empresas familiares españolas tiene una visión positiva o muy positiva de su situación para los próximos seis meses, mientras que en diciembre del año pasado era el 42% el que se mostraba optimista, tal y como muestran los datos de la segunda edición del Barómetro de la Empresa Familiar, un estudio semestral realizado por KPMG en colaboración con las asociaciones territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar .
De las misma forma, el 50% de las empresas familiares españolas encuestadas ha incrementado sus ventas en este último semestre, por encima del 44% de la media europea. Esta mejoría en las ventas también se ha reflejado en la contratación, puesto que el 36% de las empresas encuestadas ha creado empleo en el último semestre, mientras que aquellas que han recortado plantilla han disminuido desde el 37% del pasado semestre hasta el 15%.
Asimismo, el acceso a financiación es otro de los parámetros que refleja la mejoría de las empresas familiares españolas ya que en los últimos seis meses el número de empresas encuestadas que ha tenido problemas de acceso a financiación ha descendido desde el 61% hasta el 30%.
De cara al futuro, el 73% de estas empresas planea realizar inversiones en su plan estratégico. Casi la mitad de las mismas (49%) estarán destinadas a acciones en España y la otra mitad (51%) en el exterior. Entre los destinos prioritarios de inversión un 20% de las empresas familiares españolas se decanta por Europa, mientras que Asía se convierte en el segundo destino más atractivo para el 8%.
Sin embargo, las empresas familiares se mantienen aún prudentes respecto al enfoque de las inversiones. Los encuestados afirman, en un 49%, que se centrarán en el negocio principal y casi el 30% en internacionalización. Por otro lado, un 10% de las empresas encuestadas contempla realizar desinversiones frente al 3% de la media europea.
LA RENTABILIDAD, PRINCIPAL PREOCUPACIÓN A CORTO PLAZO
En cuanto a los retos que se marcan a corto plazo, la rentabilidad se convierte en la primera preocupación de las empresas familiares españolas, señalada como uno de los principales problemas por el 48% de ellas, superando al descenso de la facturación, que seis meses atrás era considerado el principal desafío (58%).
En este sentido, el socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, Juan José Cano, afirma que "ahora que la facturación se estabiliza, es momento de plantear la estrategia de inversión y crecimiento, en especial para aumentar la rentabilidad y reforzar la expansión internacional".
En cuanto a ventajas competitivas, las cinco principales fortalezas que destacan los encuestados de sus propias empresas son el servicio al cliente, la capacidad para conseguir negocio o la fidelidad de los clientes, procesos de toma de decisiones rápidos y flexibles, la fortaleza de la marca y la lealtad de los empleados.
Finalmente, respecto a las cuestiones propias de la naturaleza de la empresa familiar, el 45% de los encuestados considera muy importante mantener el control de la empresa dentro de la familia y el 41% preparar y formar un sucesor. A pesar de ello, un 88% ve positivo o muy positivo contar con directivos externos en la empresa, de hecho el 75% cuenta con algún directivo que no forma parte de la familia.
Europa Press