La educación, punto de partida para el desarrollo sostenible

Foto: Unesco

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha presentado esta semana un nuevo informe en el que subraya el valor de la educación como impulsora de los Objetivos del Desarrollo del Milenio.

Según informa la Unesco, el estudio ha sido ampliamente respaldado por el Secretario General de las Naciones Unidas, la Directora General de la Unesco, el Presidente del Banco Mundial, la Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Planificación del Desarrollo después de 2015, la primera ministra de Noruega, la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, el fundador y presidente de la Fundación de las Naciones Unidas y la presidenta de la Foundation for Community Development y fundadora del Graça Machel Trust.

Aprovechando el 69 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, la Directora General de la Unesco, Irina Bokovala ha realizado un llamamiento común a todos los sectores implicados en el desarrollo "para que la educación sea un derecho universal". "Las pruebas son indiscutibles: la educación salva vidas y transforma la vida; es el fundamento de la sostenibilidad", añadía.

Por su parte, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha destacado que "la educación es un derecho fundamental y la base del progreso de cualquier país. Los padres necesitan tener conocimientos sobre salud y nutrición para poder brindar a sus hijos la infancia que se merecen. Para ser prósperos, los países necesitan trabajadores cualificados y educados. Los desafíos de la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático y el logro de un desarrollo verdaderamente sostenible en los próximos decenios nos conminan a actuar juntos. Con colaboración, liderazgo y unas inversiones acertadas en educación podemos transformar la vida de las personas, las economías de los países y nuestro mundo en general".

El informe, subraya la entidad de la ONU, aviva la necesidad de contar con una educación de calidad, que permita combatir la pobreza y evitar que ésta se transmita de generación en generación. Todo ello implica que tiene un efecto directo sobre la malnutrición y, por lo tanto, sobre la salud. Todo está enlazado: la educación, la formación, el empleo, el poder combatir la pobreza, acceder a la sanidad, saber asimismo desde temprana edad cómo conocer los alimentos y las normas de higiene, sobre todo para las madres que tienen que cuidar de sus hijos.


OBJETIVOS

Estos son los objetivos que la Unesco ha señalado como cruciales en las políticas educativas:

-Reducción de la pobreza: el documento muestra que la educación tiene una importancia decisiva para escapar de la pobreza crónica y para evitar que la pobreza se transmita de generación en generación. Asimismo, la educación permite que quienes tienen un empleo formal remunerado reciban salarios más elevados: un año de educación se traduce en un salario un 10% superior.

-Mejora de la nutrición: las nefastas consecuencias de la malnutrición infantil pueden evitarse con ayuda de la educación. Si todas las mujeres recibieran educación secundaria, sabrían qué nutrientes necesitan sus hijos y conocerían los hábitos higiénicos que deben seguir y tendrían mayor influencia en el hogar para brindarles la atención adecuada. La mejora de la nutrición evitaría que más de 12 millones de niños sufrieran retraso en el crecimiento, indicio de haber sufrido malnutrición en la primera infancia.

-Salud y bienestar: gracias a la educación, las mujeres pueden reconocer los primeros síntomas de una enfermedad de sus hijos, pedir consejo y actuar para curarla. Si todas las mujeres de los países pobres terminaran la escuela primaria, la mortalidad infantil se reduciría en una sexta parte, con lo que se salvarían casi un millón de vidas al año. Si todas cursaran la educación secundaria, se reduciría a la mitad, con lo que se salvarían tres millones de vidas.

La educación puede también evitar muertes maternas, ya que ayuda a las mujeres a reconocer síntomas peligrosos, pedir atención y procurar que asista al parto un profesional sanitario cualificado. Si todas las mujeres finalizaran la educación primaria, la mortalidad materna se reduciría en dos terceras partes, con lo que se salvarían 189.000 vidas al año.

-Igualdad de género y empoderamiento de la mujer: las niñas y las jóvenes que han recibido educación tienen más posibilidades de conocer sus derechos y tener la confianza necesaria para hacerlos valer. En el África Subsahariana y en Asia Meridional y Occidental, cerca de tres millones de niñas contraen matrimonio antes de cumplir los 15 años. Si todas las jóvenes de estas regiones terminaran la educación primaria, el número de matrimonios de niñas se reduciría en cerca de medio millón. Si finalizaran la educación secundaria, esa cifra se reduciría en dos millones.

-Sostenibilidad de los recursos hídricos y energéticos: la educación puede contribuir a que se haga un mejor uso de los recursos escasos. En una encuesta por hogares llevada a cabo en 10 países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se constató que las personas que tenían un mayor nivel de educación tendían a ahorrar agua.

-Crecimiento económico y trabajo decente: la educación da lugar a aumentos de la productividad que impulsan el crecimiento económico. Así, un aumento de un año del nivel de instrucción medio alcanzado por la población de un país se traduce en un incremento del producto interno bruto (PIB) per cápita anual del 2% al 2,5%.

-Reducción de las desigualdades: ampliar la educación, garantizando en particular que la mayoría de las personas haya cursado estudios de enseñanza secundaria, es fundamental para lograr una disminución de la desigualdad dentro de los países. En Francia, Malasia y el Brasil, la desigualdad de los ingresos disminuyó 7 puntos porcentuales aproximadamente a lo largo de dos decenios a medida que aumentaba la proporción de la población que había recibido educación secundaria.

-Protección del medio ambiente: cuanto más alto es el nivel de educación, mayores son las probabilidades de que las personas expresen preocupación por el medio ambiente. En 47 países que participaron en la Encuesta Mundial sobre Valores de 2005-2008, las probabilidades de que una persona con educación secundaria expresara preocupación al respecto eran 10 puntos porcentuales mayores que en el caso de una persona que solo tuviera estudios primarios.

-Sociedades pacíficas, justas e incluyentes: el análisis de encuestas llevadas a cabo en 36 países de África, Asia y América Latina muestra que la educación guarda relación con una mayor participación en las votaciones. Esta relación es más estrecha en aquellos países en los que los niveles medios de educación son más bajos. Por otra parte, si bien un bajo nivel de instrucción no genera necesariamente un conflicto, sí representa un factor de riesgo importante: si la tasa de escolarización de los varones en la enseñanza secundaria fuera 10 puntos porcentuales más alta que el promedio, el riesgo de guerra disminuiría una cuarta parte.


 

 

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