El Presidente de la Fundación ONCE, D. Alberto Durán López, presentó el libro que recoge nuevehistoriasen torno a la inserciónlaboral de personas con discapacidad.
Las personas con discapacidad física o psíquica se encuentran muchas veces perdidas en el mercado laboral. Sólo con la acción de determinadas asociaciones o fundaciones consiguen encontrar el camino adecuado para acceder a esas grandes empresas que ofertan empleos para su colectivo. Las hay que sólo demandan discapacitados físicos. Los psíquicos lo tienen algo más difícil, incluso lejos de tiempos de crisis.
Cuando Sara Muñoz, de 35 años, terminó la carrera de Psicología, tuvo muchos problemas para hacer unas prácticas, a pesar de que se había especializado en orientación laboral. Hoy, después de haber pasado por varios trabajos acumulando experiencia, ayuda a otros discapacitados, como ella, en la búsqueda de un trabajo. "A las personas hay que hablarlas de capacidades, no de limitaciones", desvela Sara que nunca ha puesto su currículum su discapacidad física.
A ella, una "poliomielitis de nacimiento" le obliga a usar muletas, las cuales no le han dejado fuera del mercado de trabajo. Pero otros que necesitan una silla de ruedas en el día a día a causa de una enfermedad o un accidente están teniendo más problemas laborales, al igual que muchos discapacitados mentales, bien por enfermedades puntuales como una depresión, bien por capacidades mentales límites.
En España, según la legislación vigente, las empresas de más de 50 trabajadores deben tener un 2% de trabajadores discapacitados en plantilla, siempre y cuando las características de los puestos lo permitan. Pero son las empresas importantes las que dentro de su política de responsabilidad social corporativa están orientando su demanda de trabajadores discapacitados gracias a asociaciones o fundaciones especializadas en la formación y asesoramiento de personas de este colectivo.
"En FSC Inserta hemos conseguido que se contrate al mismo número de personas en 2009 que en 2008, unas 3.340 personas, lo cual, debido a la poca demanda del mercado, consideramos un éxito debido a nuestro esfuerzo", manifiesta Francisco Botía, director de la entidad para el empleo y formación de personas con discapacidad de Fundación ONCE, y que tiene acuerdos de colaboración con BBVA, Banco Santander, Mercadona, MRW, El Corte Inglés, Repsol o Grupo VIPS, entre otros.
Botía, no obstante, entiende que ese campo "queda todavía mucho por hacer. Estamos ayudando a que las empresas superen ese famoso dos por ciento".
LA FORMACIÓN Y LA ORIENTACIÓN, FUNDAMENTAL PARA LOS DISCAPACITADOS
Desde FSC Inserta recuerdan que su actividad no se limita a informar de puestos de empleo ya que dentro de su labor está la orientación y la formación. "Tenemos un departamento que se encarga de hacer entrevista ocupacionales para preparar un itinerario a esas personas y darlas las clases necesarias para trabajar de cajeras en Carrefour (minusválidas) o en las cocinas del Grupo VIPs, como es el caso de algunos discapacitados físicos", indican.
Dentro de su política social, la Unión Europea tiene el Programa Operativo de Lucha contra la Discriminación, el cual financia gran parte de los proyectos para discapacitados. Es el caso de Portalento, dentro del programa de Inserta, gestionado por la Fundación ONCE, con una base de datos muy amplia para discapacitados.
También está Discapnet, un portal para personas discapacitadas, también con muchas ofertas de trabajo, "el punto intermedio entre empresas que buscan trabajadores discapacitados y los trabajadores que estén en paro y busquen una oferta", informan. Además, señalan, tienen "una herramienta que se llama APTRA, que es Adaptación de Puestos de Trabajo. Las empresas se dan de alta y van viendo qué tiene que hacer para adaptar puestos a discapacitados".
"LOS CONTRATOS INDEFINIDOS HAN BAJADO MUCHO"
Si bien la Federación ALCER, que es un Servicio de Integración Laboral (SIL), trabaja con personas de insuficiencia renal crónica, tiene una bolsa de empleo abierta a los discapacitados. Y en ella trabaja, orienta, Sara Muñoz, con una discapacidad del 73%. "Hay personas con discapacidades físicas que no pueden hacer algunos trabajos físicos. Pero hay personas con discapacidad psíquica que sí, a los cuales les viene bien hacer una actividad física", expresa con claridad.
Pero el 'mercado' no lo entiende así. "La mayoría de las empresas piden discapacitados físicos. Son más reticentes a contratar a discapacitados psíquicos", desvela Muñoz quien se siente orgullosa que desde ALCER hayan enviado trabajadores a subcontratas de la administración pública para "tomar datos de DNIs electrónicos, para ser mozos de almacén, limpiadoras o teleoperadores. Son los perfiles más demandados", aunque ahora "los empleos temporales sean más cortos y los indefinidos han bajado mucho".
Si bien cualquier persona con formación puede ayudar a este colectivo de personas, que la persona que orienta tenga alguna discapacidad, como el caso de Sara, su orientación puede ser más efectiva. "Se relajan más y no me ponen tantas trabas. Porque mucha gente llega con la etiqueta de discapacitado, con el 'no puedo' en la boca. Al verme a mí, la cosa cambia", sonríe.
"LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS ENFERMOS MENTALES ES LA MÁS DIGFÍCIL"
Si bien los discapacitados físicos encuentran serios problemas a la hora de encontrar un empleo, las dificultades son mayores para los discapacitados psíquicos. "He trabajado con muchos colectivos diferentes y el que peor lo tiene para la inserción laboral es el de los enfermos mentales. Las empresas dicen que no quieren gente con problemas", advierte Lola Gómez, desde la Fundación Salto.
Entre los discapacitados físicos, se encuentran tanto las personas con inteligencia inferior a la media, como personas que han sufrido enfermedades psicológicas, ya sean depresiones o problemas de ansiedad o epilepsias. Muchos, a pesar de tener sus problemas controlados con medicación, son rechazados en procesos de selección.
"Hay un chico que es ingeniero industrial, que hizo la carrera en Estados Unidos, que no encuentra trabajo como administrativo después de haber sufrido depresiones. No puede hablar de su enfermedad mental y no entienden que quiera ser administrativo", cuenta Gómez.
Por último, anuncia Lola Gómez que ella y sus colegas de otras asociaciones preparan un ranking para final de año de las empresas que, a pesar de tener programas de RSC, son muy poco sensibles a la problemática de los discapacitados mentales. "Los mejores son Eroski, Decathlon, L’FNAC, Midas, RACE.. Loreal está empezando", concluye.
Fuente: La Información