Los costes asociados a las pérdidas de producción alcanzan los 7.848,4 millones de euros anuales en España
Patricia Encinas. Foto: Javier Lorente
Distintas organizaciones empresariales y Fundación ONCE han analizado hoy en Madrid el problema de la soledad en el mundo laboral y la necesidad de incrementar el bienestar emocional de los trabajadores en las empresas. Según un estudio del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES), esta cuestión, la del aislamiento involuntario, ocasiona unos costes anuales por pérdidas de producción de 7.848,4 millones de euros en España.
La jornada, organizada por SoledadES en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), destacó el papel de las compañías en la detección de las situaciones de aislamiento involuntario.
La inauguración contó con la presencia de Marina Serrano, vicepresidenta de Fundación CEOE; Virginia Carcedo, secretaria general y directora de Transformación, Excelencia e Igualdad de Fundación ONCE, y Matilde Fernández, presidenta de SoledadES.
Además, intervinieron Eva Mª Rodriguez, profesora de la Universidad de Vigo y coautora del estudio ‘El coste de la soledad no deseada’, y Adrián Tuñón, consultor de Fresno y coordinador y autor de los estudios del Observatorio SoledadES. Así mismo, se celebró una mesa redonda en la que estuvieron representantes de Atrevia, Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, y del Círculo Empresarial de Atención a Personas.
Todos advirtieron de que la soledad no deseada es un problema que incumbe a instituciones, agentes sociales y sociedad civil, por lo que coincidieron en reconocer el papel que tienen también las empresas a la hora de detectarlo y combatirlo, ya que, además, reduce la productividad por disminución del tiempo de trabajo y muertes prematuras.
Las principales cifras del estudio de SoledadES ‘El coste de la soledad no deseada en España’ muestran que el aislamiento involuntario ocasiona en este país un coste de 14.141 millones de euros anuales, incluyendo los gastos sanitarios y las pérdidas de productividad.
De este modo, el informe habla de costes indirectos (los que hacen referencia a las pérdidas de productividad asociadas a las patologías y muerte prematura) y distingue entre pérdidas de producción no ligadas a mortalidad y pérdidas de producción debi¬das a muertes prematuras. Las primeras engloban las pérdidas de producción derivadas de la reducción del tiempo de trabajo (menos empleo a tiempo completo y más trabajos a tiempo parcial) y, en términos monetarios, ascienden a 7.848,4 millones de euros anuales.
Por su parte, las pérdidas de producción ligadas a muertes prematuras asociadas a la sole¬dad no deseada ascendieron en 2019 a un total de 848 (511 hombres y 337 mujeres), lo que generaría una pérdida de 6.707 años potenciales de vida productiva. Esto se corresponde con un coste estimado en pérdidas de productividad de más de 191,2 millones de euros.
Por todo esto, empresarios y Fundación ONCE concluyeron en su jornada de trabajo que las organizaciones empresariales son «un actor clave» en la lucha frente a la soledad no deseada y pueden desempeñar un papel «crucial» invirtiendo en la creación de entornos laborales que fomenten la detección de casos, implementando programas de bienestar y mejorando la cultura organizacional. Además, coincidieron en señalar que las compañías tienen la posibilidad de ofrecer recursos y apoyo profesional a los empleados que puedan estar experimentando soledad y fomentar redes de apoyo internas. «Al priorizar el bienestar emocional de sus empleados, las empresas no solo mejoran la calidad de vida de sus trabajadores, sino que también aumentan la productividad y el compromiso social», entienden CEOE y Fundación ONCE.