El Gobierno español está trasladando estos días a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 
) de la ONU su apuesta por que la igualdad y el empoderamiento femenino ocupen lugares prioritarios en la Agenda de Desarrollo Post-2015 en la que se está trabajando, así como en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
Este es el objetivo de una delegación española, encabezada por la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, y la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, Carmen Plaza, que participa en los diversos actos de la 59 sesión que acoge la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Allí, España defiende la necesidad de avanzar para favorecer la independencia económica de la mujer, trabajar por la igualdad salarial y en la toma de decisiones y la erradicación de cualquier forma de violencia contra la mujer.
"La igualdad de trato es una cuestión de derechos humanos, y no es bandera ni ideología, tampoco propaganda: la igualdad de derechos entre todos los seres humanos forma parte de nuestras creencias y de nuestra identidad, de nuestra responsabilidad y de nuestro trabajo", subraya la secretaria de Estado.
Por ello, para el Ejecutivo español, la Agenda Post-2015 no ha de definirse sólo como una planificación de estrategias, sino que, además, debe contener unos mecanismos de evaluación para ver si se cumplen los objetivos.
Aunque la secretaria de Estado considera que España ha dado un salto cualitativo y cuantitativo relevante en reducir la brecha de género, advierte de que persisten desigualdades por los que hay que seguir trabajando.
El empleo, en su opinión, es la "mejor política de igualdad" para garantizar la independencia de la mujer, como muestran los datos del empleo de los que presume el Gobierno. En 2014 se crearon 193.000 nuevos empleos para mujeres.
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