España es un "país pionero" en economía social y debe liderar su impulso en la Unión Europea

Los políticos de PSOE, PP, CS, Podemos, Vox, Sumar y PNV, en el diálogo en Servimedia | Foto de Jorge Villa

En España existen cerca de 43.000 empresas dedicadas a este sector

Redacción

Los principales partidos políticos que concurren a las elecciones al Parlamento Europeo consideran que España “se ha convertido en modelo de vanguardia para el resto de Europa" e incluso "para el mundo" en materia de economía social y, por eso, reclaman a las instituciones que la próxima legislatura centren sus esfuerzos en promover este sector por ser "uno de los motores de progreso" para el club comunitario.

Así lo expresaron los participantes de las distintas formaciones políticas que concurren a los comicios del 9 de junio en un debate organizado en Servimedia bajo el título ´Las elecciones al Parlamento Europeo y la Economía Social' con la colaboración de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes).

En el diálogo participaron la eurodiputada del PSOE Iratxe García; la eurodiputada del PP Rosa Estaràs; el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch; la candidata y portavoz de Podemos, Isa Serra; la cabeza de lista del PNV, Oihane Agirregoitia; el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas; y Florent Marcellesi, por Sumar.

La economía social engloba un amplio abanico de entidades con diferentes modelos empresariales basados en la organización cooperativa, asociativa o sin ánimo de lucro, que anteponen los beneficios humanos y sociales a los puramente económicos. Este sector está conformado por entidades privadas de diversa naturaleza jurídica entre las que se incluyen las cooperativas, las fundaciones, las asociaciones, las mutualidades y las empresas sociales.

Sobre dicha realidad, la eurodiputada socialista, Iratxe García destacó su peso en España, donde existen cerca de 43.000 empresas que se dedican a la economía social. Recordó que, en los últimos cinco años, la Unión Europea se ha tenido que enfrentar a una pandemia global y al estallido del conflicto en Ucrania por la agresión rusa, circunstancias extremas frente a las que cree que el club comunitario fue capaz de reaccionar “con sus fallos y con sus aciertos” sin dejar de defender el modelo social europeo.

Asimismo, expresó su apoyo a las medidas planteadas por Cepes para la siguiente legislatura comunitaria, y destacó que su grupo reclamó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que incorporase al comisario de Empleo también la tarea de la economía social.

La presidenta del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo también abogó por incluir a las políticas económicas la dimensión social. A modo de ejemplo, esgrimió la negociación de las reglas fiscales, cerrada recientemente, en la que explicó que el objetivo del PSOE era permitir en el ámbito del déficit de los Estados miembros esa flexibilidad para las inversiones sociales.

En la Unión Europea, el sector de la economía social cuenta con alrededor de 2,8 millones de organizaciones y entidades que generan entre el 6% y el 8% del PIB de la UE y aportan a la economía más de 13 millones de empleos, lo que supone el 6,3 % de la fuerza de trabajo.

“GAFAS TRANSVERSALES”

Por parte del Partido Popular, la eurodiputada Rosa Estaràs anticipó que ella procede del mundo de la discapacidad y los sectores vulnerables, por lo calificó de “fundamental” el poder montar una cooperativa, una fundación, una empresa social “donde todo revierta en el interés general”.

En su opinión, cuando se habla economía social se abordan proyectos de salud, de educación, de cuidados de larga duración, de participación, de cultura, de patrimonio, agroalimentarios, de economía circular o de energías renovables.

Estarás se mostró partidaria de que la UE cuente con un comisario de Economía Social y también uno de discapacidad, para tener la perspectiva “las gafas transversales de la economía social y de la discapacidad en todo aquello que tratemos”.

De la legislatura europea que finaliza ahora valoró la creación de un paquete de empleo para las personas con discapacidad y el lanzamiento de la tarjeta europea de discapacidad. Asimismo, sostuvo que hay que estar “muy vigilantes” para que los principios recogidos en la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad y la accesibilidad realmente sean una realidad.

“FRENESÍ REGULATORIO”

El representante de Vox fue el que más debate suscitó, ya que Hermann Tertsch aseguró que, aunque España tiene una larguísima tradición de economía social que viene de “mucho antes del período democrático”, esas tradiciones “están en peligro” por “ese afán europeo de la regulación y por ese afán europeo de crear unos marcos en los cuales nosotros ganamos muy poco y sin embargo nos imponen”.

Tertsch consideró que “es en una economía viva donde la economía social florece y puede mostrar toda su capacidad”, pero “estamos viendo que se está creando una sobrerregulación en Europa que también afecta a la economía social”.

Para el eurodiputado de Vox, “el frenesí regulatorio” de la UE avanza “con unas causas absolutamente ideológicas” en toda la Unión Europea. “Ese entusiasmo con la vía tomada por la Unión Europea en las regulaciones, también de la economía social, nosotros no la compartimos, no la compartimos en absoluto”, remarcó.

“LAS PERSONAS EN EL CENTRO”

Isa Serra, de Podemos, sostuvo que su formación política cree que la economía social tiene una capacidad estratégica para avanzar hacia una sociedad más justa y solidaria, y abogó por impulsar “una economía que ponga en el centro a las personas”.

Uno de los objetivos a lograr, dijo, es avanzar “hacia el empleo inclusivo, hacia una economía centrada también en la experiencia de las personas y en la vinculación al territorio y a lo local”, como forma de democratizar la economía.

Por ello, advirtió de que en Europa, en este momento, “haya mayor concentración de capital, con lo que son los fondos de inversión, tiene un perjuicio evidente para la economía social”, ya que en su opinión se establecen formas de competencia desleal, fruto de una economía “más basada en la especulación”.

A este respecto, reclamó destinar fondos europeos “en sus diferentes formas” a iniciativas en el marco de la economía social, “más vinculadas a las pequeñas y medianas empresas” y no tanto a las grandes empresas, como en su opinión ha ocurrido con los fondos ‘Next Generation’. También se mostró preocupada por la lógica de la austeridad que avanza en Europa y “va a dificultar no solamente al sector público, sino a la economía social”.

“VECTOR DE INCLUSIÓN”

El eurodiputado de CS, Jordi Cañas, sostuvo que la economía social es una palanca de cambios, transformación, de progresos, de prosperidad, y de inclusión.

Cañas se felicitó por el hecho de que en la legislatura que acaba ha habido “una especie de conjura del conjunto de fuerzas políticas en el Parlamento Europeo” gracias al que se ha situado a la economía social “en el punto de salida que merece”.

Auguró que la próxima legislatura que arrancará tras los comicios del 9 de junio será la de la implementación de las recomendaciones a nivel de cada uno de los Estados miembros.

Por otra parte, señaló que, de las propuestas de la patronal, la del comisario europeo “puede ser seguramente de las que más susciten alguna diferencia, básicamente nominal o conceptual”, pero consideró que es el momento para que la economía social sea transversal en las políticas europeas.

Al margen de las diferencias ideológicas, apuntó, en España somos conscientes de cómo ha servido la economía social “como gran vector de inclusión, de esperanza, de dignidad y eso realmente es muy notable”. España, subrayó, ha sido “un país pionero” en la legislación específica sobre la economía social “que ha conseguido traspasar sus fronteras y ser un referente europeo”.

Además, remarcó que, aunque se hayan conseguido los objetivos marcados para la actual legislatura, ahora es preciso desarrollarlos, y para ello considero clave el papel del Intergrupo sobre Economía Social de la Eurocámara “para mantener esa importancia” en una Europa que afronta unas “agendas complicadísimas, con urgencias muy notables, con retos increíbles, pero donde la economía social tiene un papel muy importante en todos y cada uno de ellos”.

“SACAR PECHO”

Para Florent Marcellesi, de Sumar, es motivo de celebración que España tenga el liderazgo en la economía social y aseveró que el Gobierno central, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, al frente, puso la economía social en el centro de su política.

Gracias a ello, sostuvo, España “se ha convertido en modelo de vanguardia para el resto de Europa y diría incluso para el mundo, porque sabemos que en Naciones Unidas se ha aprobado la primera resolución a propuesta nuestra”.

Marcellesi ofreció el apoyo de su grupo a las propuestas de Cepes, e instó a seguir el ejemplo de España ya que “no es lo mismo tener la economía social en un ministerio a no tenerla” y, por tanto, tener un comisario encargado, además con el título que diga claramente Economía Social. “Esto es básico”, juzgó, al igual que la representante del PP.

Igualmente reclamó una directiva de economía social “al igual que aquí en España estamos trabajando como próximo hito para tener una ley integral”. Marcellesi dijo, además, que es “momento para sacar pecho” del liderazgo de España en esta materia.

VÍNCULOS EN EL TERRITORIO

Oihane Agirregoitia, del PNV, defendió que su partido ha sido siempre europeísta y con todo aquello que “tiene que ver con poner a las personas en el centro”, ya que se trata de “una de las razones de ser de Europa y de su modelo y porque es lo que nos distingue, además de otros modelos en el mundo como China o como el de Estados Unidos”.

La economía social “creemos también que nos ayuda a mantener nuestras raíces en el territorio, nuestro vínculo con el ámbito local incorporando la perspectiva joven incorporando la perspectiva de género e incorporando todo tipo de diversidades”.

Por ello, remarcó que su partido defiende la economía social y solidaria “porque es un modelo de referencia”, y esgrimió como ejemplo casos de éxito en el País Vasco como la cooperativa Mondragón.

En la misma línea, avanzó que en el programa electoral que presentarán para los comicios al Parlamento Europeo harán un llamamiento a la implementación de los acuerdos recogidos en el Manifiesto de San Sebastián y también en la hoja de ruta de la Economía Social de Lieja.

PLAN DE ACCIÓN

Por parte de la patronal de la economía social, el presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño, destacó que en el debate se había ido detectando todo aquello que define a este sector, como es “la igualdad e inclusión, sostenibilidad, solidaridad, reducción de las desigualdades”.

Pedreño agradeció a los representantes políticos presentes su compromiso, personal y a nivel de partido, para que la economía social “ocupe el espacio que debe de ocupar en este momento”, y tenga la actual relevancia que tiene en España y en Europa.

El presidente de Cepes consideró que se ha evidenciado que la economía social “es un modelo empresarial de éxito en este momento en la Unión Europea”, pero advirtió de que en la UE “no se ha implementado nada del Plan de Acción”, y por ello, agregó que “cuando hablamos de un comisario no queremos un comisario exclusivo para la economía social, sería ambicionar demasiado”, pero sí al modo como en España contar con un comisario que tenga en el nombre la economía social. “Eso sería fundamental para desarrollar las políticas en favor de ese plan de acción”, apostilló.

A este respecto, explicó que el Plan de Acción europeo “define una visión de cómo deberían la Unión Europea y cómo deberían los gobiernos apoyar y desarrollar la economía social hasta 2030: es un plan que recoge más de 60 propuestas en todos los ámbitos, marcos legales, temas regulatorios, financiación y fiscalidad”.