Invertir en la lucha contra los obstáculos que impiden garantizar la igualdad de género en la educación, el empleo y el emprendimiento, es un beneficio garantizado. Así lo ha transmitido la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en un informe.
Para la institución, la discriminación por motivos de género supone un retroceso en las oportunidades de crecimiento económico, ya que la igualdad supone un "mejor aprovechamiento de las competencias de cada uno".
Para el Secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, "el desafío de un crecimiento sostenible y sólido a largo plazo, que nos beneficie a todos, será alcanzable si todo el mundo se sube a bordo. Dar a los hombres y a las mujeres la posibilidad de poner su piedra en el edificio de su hogar y de su trabajo estimulará el crecimiento y el bienestar, y creará una sociedad más justa para todos"
Estas declaraciones se derivan de la presentación del informe que la Organización internacional presentará esta semana en la conferencia ministerial que tiene previsto celebrar en París. El informe recoge, entre otros puntos, las medidas que los gobiernos podrían adoptar en materia de igualdad como medio para reequilibrar la situación económicamente delicada que están atravesando.
Empezar por la educación...
Se ha demostrado que la educación tiene un impacto directo en la economía. A este respecto, la OCDE constata notables progresos y recuerda que "el alza del nivel de estudios ha sido responsable de la mitad del crecimiento del PIB de la zona de la OCDE en estos últimos 50 años. Cada año de estudio supone un incremento medio del 9% del PIB por habitante", señala el informe.
Sin embargo, el estancamiento en la enseñanza de las niñas y jóvenes sigue siendo una realidad. Y aquí encontramos la primera advertencia básica del organismo internacional. "Si los países quieren sacar un mejor provecho a la contribución económica potencial de las mujeres y no echar por la borda los años de inversión educativa que han disfrutado, deben realizarse más progresos" en este sentido.
¿De qué modo? Asegurar y prolongar la escolaridad de las jóvenes, algo que en los países en desarrollo supone un auténtico reto, es un buen primer paso. También, hacer que los "colegios sean más seguros y económicamente accesibles para todas las familias permitiría elevar las tasas de inscripción en las regiones más atrasadas en este ámbito, principalmente en África oriental, central y occidental, y en el sur de Asia", reza el informe.
La OCDE señala que casi el 60% de los universitarios licenciados en 2009 eran mujeres y que la libertad para escoger una profesión y carrera no siempre es la misma. Más del 75% de los licenciados en temas relacionados con la sanidad y en ciencias sociales son mujeres, mientras que el 70% de los licenciados en alguna ingeniería, en gestión de producción y en ciencias de la construcción conciernen a los hombres, según reflejan las estadísticas recopiladas por la Organización. "Es necesario encontrar la forma de incitar a las mujeres a estudiar y a proyectarse profesionalmente en los campos habitualmente reservados a los hombres, que ofrecen a menudo mejores perspectivas de carrera y de ingresos".
...Continuar por el empleo
En los países en desarrollo, prosigue el comunicado de la OCDE, la tasa de empleo de las mujeres es un 13% inferior al de los hombres. Otro aspecto característico del sector trabajo en estos países es que las mujeres que trabajan, en su mayoría, los hacen a tiempo parcial.
La falta de actividad laboral de las mujeres o el trabajo a tiempo parcial son un freno en la economía familiar. Por ello, la OCDE aconseja en la medida de lo posible establecer un amplio sistema de guarderías que, además, sea económicamente accesible, acompañado de una flexibilidad laboral que permita a los padres desarrollar su actividad profesional a tiempo completo.
El desempleo o el trabajo en jornadas reducidas no es el único problema del sector laboral en los países en vías de desarrollo. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres alcanzan el 16% en detrimento para ellas que, además, apenas ocupan un tercio de los puestos de dirección y sólo el 10% de los puestos en los consejos de administración.
Para la OCDE, los gobiernos pueden contribuir al cambio siendo un buen ejemplo y asegurando la igualdad de oportunidades en el sector público. Las empresas, por su parte, "deberían revisar su cultura y costumbres con el fin de dar a todos la misma oportunidad para progresar y utilizar mejor sus talentos".
Finalmente, la OCDE ha señalado en su comunicado que va a desarrollar recomendaciones específicas y evaluaciones que midan los progresos en los ámbitos institucionales, legales y económicos a fin de asegurar más paridad en la educación, empleo y emprendimiento.
Nathalie Domínguez
Fuente: OCDE