El director general del Área de Seguros Generales y Vida de DKV, Juanjo Mulero, ha manifestado que "el Estado no se puede permitir mantener a personas que aún están preparadas física y mentalmente para continuar trabajando".
Mulero realizó estas declaraciones en el transcurso del Foro Servimedia Comunicación 'Cambio demográfico y gestión del envejecimiento en España', que se celebró en la sede de Servimedia, en relación al debate sobre la ausencia de estrategias para abordar el envejecimiento de la fuerza laboral en España.
El propósito de este foro, moderado por el director de Comunicación de Servimedia, Arturo San Román, fue analizar cómo el cambio demográfico y el progresivo envejecimiento de la población obligan a Gobierno, instituciones y empresas privadas a planificar medidas que hagan frente al impacto que estos dos fenómenos tienen sobre el sistema laboral, sanitario y de pensiones.
El encuentro contó con la participación del director general del Imserso, César Antón; el presidente de Unión Democrática de Pensionistas (UDP) y vicepresidente del Consejo Estatal de Personas Mayores, Luis Martín Pindado; el presidente de la Fundación Edad&Vida, Eduardo Rodríguez Rovira; y el director general de Ilunion Sociosanitario, Pablo Martín.
Los representantes de las cinco entidades han coincidido en la necesidad de establecer mecanismos que contribuyan a aprovechar el talento de las personas mayores de 65 años en España, por su capacidad de seguir cotizando y aportando al sistema económico.
Antón destacó que "es una obligación de los poderes públicos adaptarse a los cambios" de este nuevo escenario social marcado por el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida. Para ello, pidió el consenso de todos los agentes involucrados en este proceso, puesto que "es una cuestión que afecta a toda la sociedad en su conjunto".
En su intervención, Mulero aseguró que convertir a alguien de 55 años en pensionista "es una barbaridad y debería estar prohibido". "Las personas mayores que llegan a los 65 años están preparadísimas para seguir aportando a la sociedad. Dejarles fuera supone un derroche de talento, de recursos y de posibilidades de empleo", añadió.
Pindado recordó que "en España hay miles de personas que podrían seguir cotizando y que fueron jubiladas anticipadamente sin ningún sentido", al tiempo que explicó que, actualmente, sólo 150.000 personas mayores de 65 años trabajan en España. Por ello, insistió en que seguir trabajando más allá de la edad de jubilación "no va en detrimento del empleo de los jóvenes, puesto que los trabajos que realizan son diferentes".
ENVEJECIMIENTO DE LAS PLANTILLAS
El progresivo envejecimiento de la población se ha trasladado también a las plantillas de las empresas españolas. En opinión de Rodríguez Rovira, se está produciendo un "vaciamiento laboral", ahora que la generación del 'baby boom' está empezando a jubilarse. A su juicio, los incentivos para prolongar la vida laboral del colectivo sénior dentro de las empresas son insuficientes y deben desarrollarse programas de formación continua que eviten la obsolescencia de los trabajadores de más edad.
Martín subrayó la importancia de encontrar mecanismos que permitan flexibilizar las posibilidades de continuidad en el marcado laboral de las personas mayores. Según dijo, es necesario hacerlo teniendo siempre en cuenta las diferentes características y circunstancias de cada puesto de trabajo, ya que muchas plantillas se encuentran divididas entre los empleados que realizan esfuerzo físico y aquellos que no.