Expertos en el ámbito de la tecnología accesible han debatido sobre los Hogares Inteligentes Accesibles y han destacado la necesidad de desarrollar herramientas para “todos”, así como de informar y acercar las soluciones existentes en este ámbito a las personas con discapacidad.
El Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (CENTAC ) organiza, a lo largo del 2012, una serie de “Talleres de Expertos”, cuyos objetivos son profundizar en los aspectos técnicos de distintas áreas de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y abordar las oportunidades que ofrecen en materia de accesibilidad. En esta ocasión, se ha abordado la temática sobre Hogares Inteligentes Accesibles.
El director general de CENTAC, Juan Luis Quincoces, ha planteado, durante el encuentro, si la tecnología domótica “resta autonomía personal a los usuarios” y se ha preguntado “donde está el límite” en este sentido. Además, se ha referido también a cuestiones en torno al derecho a la intimidad de las personas.
Juan Luis Quincoces ha abordado también la seguridad en el hogar “poco valorada generalmente” y se ha preguntado “a qué se debe” y si convendría que determinados aspectos relativos a la seguridad estuvieran regulados por ley y que existiera un régimen sancionador. En su opinión, “la casa inteligente debe tomar decisiones, no sólo incorporar herramientas, pero debe ser el usuario quien decida el grado de autonomía”.
Además, el director de CENTAC ha lamentado la bicefalia existente entre el mundo de la discapacidad y la no discapacidad. “Desde que uno nace, empieza a tener discapacidades”, ha dicho, al tiempo que ha subrayado que “la discapacidad no se contempla como un escenario transversal único”. “La empresa no ve un mercado único sino diferencial y esto encarece el producto”, ha puntualizado.
En esta línea, ha afirmado que “hay tecnología pero faltan integradores y conocimiento por parte de los usuarios” y ha concluido que, entre los retos, se encuentran “informar, acercar soluciones, amparo legislativo, entidades integradoras y aunar el esfuerzo de los actores implicados”.
Por su parte, Miguel Ángel Valero, director del Departamento de Ingeniería y Arquitecturas Telemáticas de la Universidad Politécnica de Madrid, ha apostado porque la filosofía que impregne las soluciones inteligentes en el hogar no sea “que el hogar lo haga todo, sino que ofrezca avisos para que la persona reaccione”.
Desde su punto de vista, existen tecnologías desde hace 20 años que pueden resolver problemas, uniéndolas a otras, y que suponen un ahorro de costes. “Pero si nos vamos al último modelo, el enfoque no es de bajo coste”, ha dicho, al tiempo que ha considerado que “hacen falta pymes que realicen valoraciones tecnológicas con carteras de productos conocidos”.
Miguel Ángel Valero se ha referido a la normativa de infraestructuras del hogar digital de 2011 y ha destacado que aunque se han producido avances legislativos, las leyes “no van unidas a sanciones o normas de validación”. En el entorno de la edificación, ha subrayado, no hay sensibilidad ni obligatoriedad hacia la seguridad basada en TIC. “Necesitamos una legislación más fuerte y que se cumpla”, ha afirmado.
No sólo es necesario, en su opinión, “un diseño inteligente sino que también tiene que haber una instalación inteligente, los instaladores tienen que tener cierta sensibilidad”, ha señalado.
Rosa Regatos, arquitecto técnico del área de Arquitectura Accesible del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT), ha asegurado que existen grandes desarrollos tecnológicos, pero al usuario le llega muy poco. “Las personas no saben donde dirigirse y las empresas desarrolladoras tienen tecnología pero no saben donde dirigirla para resolver los problemas del usuario”, ha concluido.
Sobre la vulneración del derecho a la intimidad, ha afirmado que “hay empresas que ofertan soluciones tecnológicas a problemas determinados, y puede que se vulnere el derecho a la intimidad, pero igual de otro modo no podrían resolverse estos problemas”.
En su opinión, es necesario que se desarrolle tecnología basada en el “Diseño Universal”, que sean soluciones “lo más versátiles posibles y que permitan decidir al usuario”.
Monstserrat Carrillo, directora de Elea Soluciones ha hecho hincapié en “la complejidad” de implantar este tipo de tecnología. “Hay que intentar detectar las deficiencias y cómo puede ayudar la tecnología”, ha dicho.
El papel del empresario es, en esta línea, según ha destacado Montserrat Carrillo, “trasmitir al usuario la información necesaria y que puedan acceder de forma fácil a las herramientas existentes”. “No hay buena o mala tecnología, el problema es que no llega a las personas”, ha subrayado.
Es necesario, ha afirmado, “que se desarrolle tecnología pensando en que pueda ser usada por todo el mundo sin decidir el tipo de dispositivo, que otorgue más o menos autonomía”. “Si queremos que la tecnología llegue al mercado, tiene que ser usada por una gran número de personas, para que sea rentable”, ha puntualizado.
Sobre las normas de seguridad en el hogar, ha asegurado que “del mismo modo que el aire acondicionada o la alarma, hay elementos de seguridad en la vivienda que tienen que estar”. “La normativa tiene también que sensibilizar en cuestión tecnológica”, por lo que ha pedido que estos factores “se regulen y se obligue a que se cumpla la legislación”.
La directora de Elea ha destacado también que las empresas trabajan de una forma muy independiente, no hay comunicación entre ellas debido a la competencia y “es muy complicado sacar al mercado un producto que soluciona sólo algo concreto”. En este sentido, ha lamentado que no existan organismos que regulen, concentren y coordinen” el desarrollo y uso de este tipo de tecnologías.
El gerente de proyectos de la Fundación CENTAC, Diego Soriano, ha destacado que “muy pocas empresas conocen lo que los usuarios encuentran útil y práctico” y ha subrayado que “faltan especialistas a nivel técnico y empresarial, que faciliten la información al usuario”.
Los avances en tecnología tienen un gran despliegue, ha destacado, y ha lamentado que “faltan emprendedores que exploren este mercado”.
Finalmente, Carlos Sanz, presidente de la Asociación DATO y de un centro de día y promotor de dos Centros Residenciales innovadores en la atención a personas con discapacidad física y gran dependencia, ha apostado por no hablar de valores económicos ya que se ha preguntado “cómo es de caro para una persona poder encender una luz o cerrar una puerta”.
Según su experiencia promoviendo viviendas dotadas de elementos demóticos, es el momento de aplicar las TC en el hogar por las enormes mejoras en la calidad de vida que aportan a las personas con discapacidad, no hay que esperar a que las soluciones sean las perfectas o ideales.
En su opinión, “hay un problema en la incorporación de las herramientas y elementos existentes”. “Tienen que haber muchas soluciones y que el usuario decida”, ha puntualizado.
Sobre el derecho a la intimidad, ha destacado que “no es partidario de la instalación de cámaras”, pero, ha dicho, “es fundamental garantizar la seguridad”.
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