El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció este martes que la economía española se está recuperando "gradualmente" y el "reequilibrio está en marcha", si bien no está exento de riesgos.
Estas conclusiones forman parte del informe que elaboraron expertos del FMI en su reciente visita a España y que no obstante advierte de que, a pesar de las mejoras, la tasa de desempleo de España continúa siendo "inaceptablamente alta".
El organismo internacional dice que la respuesta de política económica a los retos económicos de España "ha sido fuerte y de amplio alcance, ayudando a fortalecer la confianza del mercado", mientras que la economía ha demostrado ser "resistente" y las autoridades "han demostrado capacidad de reacción".
En este sentido, el FMI advierte de que la política económica sigue siendo "difícil" y "urgente" y "no se puede relajar el ritmo de las reformas" puestas en marcha.
"La corrección de los desequilibrios acumulados y la reasignación de recursos entre sectores durarán años y serán necesarias muchas decisiones políticas difíciles", aseveró el FMI.
Pero el FMI da un toque de atención a España y afirma que algunos de los problemas subyacentes de la economía española, especialmente, el débil crecimiento de la productividad y el mercado de trabajo disfuncional, "aún no se han abordado plenamente".
El organismo internacional insiste en que es necesario fortalecer las reformas realizadas hasta la fecha. Así, subrayan que se debe seguir reforzando la credibilidad de la consolidación fiscal, completar la reforma del sector financiero, fortalecer con ambición las reformas del mercado laboral para reducir fuertemente el desempleo, y continuar con la agenda de reformas estructurales para estimular la productividad y el empleo. Según dice el FMI, "un amplio apoyo político y social ayudaría a esta amplia estrategia".
MERCADO LABORAL
El organismo manifiesta que la negociación colectiva debería permitir que los salarios se ajusten a las condiciones específicas de la empresa, por lo que el decreto aprobado por el Gobierno tiene "algunas disposiciones prometedoras".
El FMI recomienda también a los interlocutores sociales que se alejen de la indexación a la inflación, "que es endémica en comparación con otros países".
Y en esa línea, las indemnizaciones por despido "deberían continuar rebajándose", por lo menos hasta llegar a los niveles medios de la UE.
Por último, el FMI sostiene que deben seguir apoyándose reformas "más amplias", como apoyar el empleo juvenil y asegurar que los incentivos para volver al trabajo son suficientes.
CONSOLIDACIÓN FISCAL
En cuanto a las finanzas públicas, el FMI alaba el descenso del déficit público de España, que refleja "las medidas decisivas adoptadas por el Gobierno".
El objetivo para 2011 de un déficit del 6% del PIB debe estar al alcance debido a los efectos totales de las medidas de 2010 y las reducciones de gastos del presupuesto de 2011, pero si se materializan los riesgos a corto plazo, "puede ser necesario adoptar algunas medidas adicionales".
La organización advierte de que el principal riesgo para 2011 es que algunos gobiernos regionales "puedan volver a incumplir sus objetivos". Esto debe ser evitado: el objetivo fiscal del gobierno es crítico y sigue siendo el objetivo primordial; por lo tanto, "todos los niveles de gobierno deben cumplir con sus compromisos".
En este sentido, los objetivos de déficit fiscal a medio plazo son apropiados, pero requieren "una implementación fuerte".
El FMI también analiza el sistema financiero español y admite que, a pesar de "las medidas de amplio alcance" y de los "grandes esfuerzos" de los bancos, la presión de los mercados persiste.
Las posibles necesidades de capital, prosigue el FMI, son "limitadas" y sólo afectan a unas pocas instituciones, mientras que la financiación y la obtención de capital siguen siendo más difíciles para los bancos españoles que para sus homólogos.
Por ello, recomiendan una aplicación "decidida" de la estrategia prevista que podría contribuir a disipar las preocupaciones de los mercados.
"Una reestructuración rápida del sector financiero, combinada con niveles robustos de capital y liquidez, también favorecería una más rápida reasignación del crédito entre sectores", sentencia el FMI.
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