El cupo de reserva para personas con discapacidad también afectará en los procesos formativos de residencia sanitaria, como los de los Médicos Internos Residentes (MIR), tal y como ha adelantó ayer la ministra del ramo, Leire Pajín, durante su intervención en el Pleno del Senado.
Esta propuesta supondrá una modificación del artículo 22 de la ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias, algo que venía reclamando desde hace tiempo el movimiento asociativo.
En respuesta a la pregunta de la senadora socialista Cristina Maestre sobre si el Gobierno fomentará el acceso a la formación sanitaria especializada de las personas con discapacidad, Pajín ha avanzado que esta propuesta fue aprobada ya por unanimidad por el Ministerio de Sanidad ante la Comisión Técnica Delegada de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud. Los datos son de la ministra: “al menos un siete por ciento de la totalidad de las plazas de formación especializada ofertadas sean cubiertas por personas con algún tipo de discapacidad”.
Sin embargo, esta propuesta no convenció al senador popular Jesús Aguirre, que recordó que el Ministerio de Sanidad no es el responsable de garantizar que en la convocatoria MIR se reserven un número de plazas a personas con discapacidad, sino que es una competencia de cada centro sanitario.
Aguirre zanjó aduciendo que “el Gobierno justifica que el examen MIR es solo formativo, mientras que desde el PP creemos que, aunque se estén en periodo de formación, ya existe un contrato laboral, es decir, a cubrir un cupo que ya marca la ley”.
Por su parte, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) se ha mostrado satisfecho con el anuncio de la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad. Esta ausencia de cuota de reserva "había generado muchas quejas y protestas de profesionales sanitarios con discapacidad, que no cuentan con medidas de acción positiva para favorecer su acceso a la formación sanitaria especializada, condición necesaria para el ejercicio posterior de un empleo", aseguró el Cermi.
Por eso, el comité había reclamado que en las convocatorias para el acceso a la formación sanitaria especializada se reservara un cupo no inferior al 7% de las plazas para personas con discapacidad, siempre que superen el proceso selectivo, acrediten la discapacidad y la compatibilidad con el desempeño de las funciones correspondientes a la especialidad que se opta.
Esther Peñas