José Luis Martínez Donoso, consejero delegado del Grupo Fundosa , perteneciente a Fundación ONCE , y presidente ejecutivo de Personalia, ha pedido a los prestadores de servicios de atención a la dependencia que incluyan en sus plantillas a trabajadores con discapacidad, a su parecer, muy cualificados para este cometido por su experiencia vital.
Martínez Donoso hizo estas consideraciones durante su intervención en el III Congreso Internacional "Dependencia y calidad de vida", que se celebra hasta el miércoles, 30 de marzo, en Madrid, organizado por la Fundación Edad y Vida , el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso ) y la Comunidad de Madrid , con la colaboración, entre otros, de Personalia .
El representante de Fundación ONCE subrayó que la sociedad no debe perder de vista el potencial productivo de los ciudadanos con discapacidad en edad laboral, muy útiles en el ámbito de la dependencia. Generalmente, afirmó, una persona que ha tenido que superar muchos obstáculos a lo largo de la vida por su discapacidad "está mejor situada que otros profesionales" para entender la dependencia, que no es otra cosa que "la discapacidad sobrevenida por la edad".
Así lo entiende al menos Fundosa, que en su ámbito residencial, el de personalia, cuenta ya con un porcentaje de trabajadores con discapacidad del 21%, explicó Martínez Donoso, quien pidió al sector de la dependencia que siga este ejemplo y crea en el potencial laboral de los ciudadanos con discapacidad.
El consejero delegado del Grupo Fundosa presidió una mesa redonda titulada "Envejecimiento y discapacidad. Ampliar horizontes vitales", en la que participaron también Carlos Pascual, miembro de Edad y Vida, que ejerció de moderador; Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares para la Autonomía Personal; Miguel Pereyra, presidente de Fundación Tutelar de Daño Cerebral (Fundace) de Castilla-La Mancha, y Matthew P. Janicki, de un centro de investigación de la Universidad de Illinois (Chicago).
En su intervención, Pereyra señaló la necesidad de reorientar el Sistema de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (SAAD) hacia los servicios en detrimento de las prestaciones económicas, que pese a estar concebidas como excepcionales en la ley, dijo, suponen en la actualidad casi el 60% de las ayudas concedidas.
Igualmente, apuntó que es todavía una asignatura pendiente del SAAD desarrollar la figura del asistente personal, recogida en la norma de la dependencia, y descargar así a la mujer del cuidado de sus familiares dependientes.
Finalmente, Rodríguez y Janicki coincidieron en señalar la importancia de tender puentes o aprovechar la experiencia del campo de la discapacidad en el del envejecimiento y viceversa para lograr una mayor eficiencia en la atención de dos colectivos distintos, pero con puntos en común, como son el de las personas mayores y el de los ciudadanos con discapacidad.