Fundación ONCE subraya que el “gran desafío” es dotar a los estudiantes con discapacidad de las competencias que requiere el actual mercado laboral

Momento del Congreso

En la clausura del V Congreso Internacional sobre Universidad y Discapacidad

Redacción

Fundación ONCE cerró este viernes el V Congreso Internacional sobre Universidad y Discapacidad señalando “el gran desafío” que debe afrontar la universidad a partir de ahora: dotar a los estudiantes con discapacidad de las competencias que requiere el actual mercado laboral. Así lo aseguró en el acto de clausura el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, tras la lectura del manifiesto. En su intervención, apuntó al “gran desafío” de los próximos años, que va más allá de incorporar a las personas con discapacidad a la universidad: “Que no se queden fuera de la cuarta revolución industrial”.

“Además de un título universitario, nuestros jóvenes van a necesitar contar con nuevas competencias para ser atractivos y competitivos en un mercado laboral radicalmente diferente”, aseveró el director general de Fundación ONCE.

Para conseguirlo, apeló a la labor de toda la comunidad educativa. “Todo ello va a requerir de mucha formación tecnológica y de todo el apoyo de los principales centros de conocimientos que seguís siendo las universidades”,

“Nos preocupa ya no que accedan, sino cómo conseguir aumentar el porcentaje de jóvenes que logran completar sus estudios universitarios, cómo garantizar la igualdad de oportunidades y hacer que puedan disfrutar de experiencias como la movilidad internacional o las prácticas académicas. Que nadie se quede atrás, significa esto y muchas más cosas”, concluyó.

MEJOR COMUNICACIÓN

Antes de la clausura tuvo lugar la entrega del Premio a la Mejor Comunicación, que recogió la Universidad de Sevilla por el proyecto ‘Entornos de aprendizaje virtual para la práctica inclusiva en Educación Superior’.

Se trata de un proyecto impulsado por los docentes e investigadores de la Universidad de Sevilla Víctor H. Perera, Nieves Sánchez-Díaz, Anabel Moriña, Inmaculada Orozco y Yolanda Spínola-Elias y se presentó en el grupo de trabajo denominado ‘Tecnologías aplicadas a la educación inclusiva’.

El proyecto forma parte de una investigación más amplia financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España (nombre del departamento cuando se inició la financiación) sobre prácticas inclusivas por parte del profesorado universitario, en la que han participado 119 docentes de 10 universidades presenciales públicas españolas, pertenecientes a todas las áreas de conocimiento.

El trabajo analiza las acciones inclusivas referidas a las plataformas tecnológicas, en concreto con las LMS o Sistemas de Gestión de Aprendizaje. Una de las conclusiones más relevantes que se ha obtenido es la importancia de emplear recursos adaptados a las necesidades específicas de cada estudiante debido a la incidencia positiva que tienen los LMS sobre el estudiantado con o sin discapacidad.

El profesorado opina que la utilización de estas herramientas puede ayudar al estudiantado con discapacidad, pero cambiando las metodologías docentes tradicionales por metodologías que integren todos estos entornos virtuales.

La influencia de estas herramientas en el aprendizaje no depende de que el estudiante tenga o no discapacidad, sino del enfoque didáctico con el que se utiliza la tecnología para ajustarse a las necesidades educativas de cada uno. Por tanto, la utilidad de estos medios tecnológicos depende, en última instancia, de que el entorno, sus materiales y la enseñanza estén adaptados a las circunstancias del alumno para optimizar sus condiciones de aprendizaje.

Por eso se alude también a la necesidad de una formación del profesorado centrada en proyectos docentes que sean diseñados desde el Distrito Universitario de Andalucía (DUA) y contribuyan a que la educación inclusiva pueda estar presente en los entornos virtuales.

V CONGRESO

Fundación ONCE y la Universidad de Salamanca han sido los encargados de organizar este encuentro con la colaboración del Ministerio de Universidades, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Real Patronato sobre Discapacidad, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), la CRUE y el Cermi y el apoyo de instituciones como Fundación Universia.