El Gobierno afirma que esta semana los interlocutores sociales podrían llegar a un acuerdo sobre la reforma de la negociación colectiva ya que las conversaciones "van a buen ritmo y están en su fase final".
Sin embargo, en declaraciones a los medios de comunicación en unas jornadas sobre "El futuro de Europa", el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, apuntó que el Ejecutivo no quiere poner plazos a los agentes sociales y prefiere "dejarlos trabajar con la tranquilidad necesaria".
"La negociación va a buen ritmo y está en la fase final, espero que puedan concluir pronto pero dejémosles trabajar con la tranquilidad necesaria", dijo el ministro.
En este sentido, apuntó que en la negociación se han incluido nuevos temas, como el del absentismo que "complican y añaden tiempo a la negociación", aunque el Ejecutivo aún confía en que puedan concluir esta semana.
De ser así, si los interlocutores sociales se ponen de acuerdo sobre esta materia, la intención del Gobierno es llevar al próximo Consejo de Ministros el plan contra el empleo irregular.
El Ejecutivo quiere negociar este plan con sindicatos y empresarios antes de llevarlo al Consejo de Ministros, pero esperará a que concluyan las conversaciones sobre negociación colectiva.
"Nos gustaría que estuviera en el próximo Consejo, pero la agenda está muy apretada y queremos que acabe la negociación colectiva", señaló Gómez.
"Si diera tiempo, si culminara la negociación colectiva esta semana, es probable que lo pudiéramos llevar -el próximo viernes-, pero esperemos a que acabe la reforma de la negociación colectiva, que no tiene fecha", declaró.
Sobre el contenido de esta reforma, el ministro apuntó que los cambios deben de estar "más vinculados al diseño institucional" de la negociación colectiva que a "su resultado macroeconómico".
En este sentido, sostuvo que la reforma debe hacer "mucho más sencilla la adaptación de las empresas al ciclo, los cambios en los salarios y la modificación de las condiciones en las empresas".
En resumen, para Gómez la reforma debe lograr que "el despido sea la última opción" para los empresarios.
Por otro lado, subrayó que es necesario diferenciar esta reforma de los acuerdos salariales que firman los interlocutores sociales. Para el ministro, estos acuerdos marco "han aportado una parte de sacrificios para sacar al país de la crisis" y añadió que "ojalá se prolonguen en el tiempo".
Asimismo, destacó que España es "prácticamente el único país" de la Unión Europea que en la actualidad cuenta con un acuerdo de moderación salarial de este tipo.
Fuente: Servimedia