El Presidente de la Fundación ONCE, D. Alberto Durán López, presentó el libro que recoge nuevehistoriasen torno a la inserciónlaboral de personas con discapacidad.
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales trabaja en una norma que ayude a mejorar la calidad de vida de las mujeres en el trabajo y que recoja cuestiones como la conciliación, los horarios laborales y medidas contra el acoso.
Así lo ha anunciado la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, ante la comisión parlamentaria de Políticas Sociales, Trabajo e Igualdad, donde ha detallado las medidas y políticas que se están poniendo en marcha para reparar la situación de debilidad de la mujer en este ámbito.
"No se trata sólo de conseguir que la tasa de ocupación femenina aumente. Hay que lograr un ámbito laboral más amable en el que las mujeres tengan más oportunidades. Lo que nos interesa es mejorar sus condiciones de trabajo y su propia participación en ese mercado laboral porque, de paso, ello repercutirá con seguridad en una mejor y mayor competitividad", ha recalcado.
Según ha destacado, la tasa de temporalidad es mayor entre las mujeres, que tienen salarios "más bajos" (cobran hasta un 26,5 % menos que los hombres) y "condiciones peores", y todo ello teniendo además en cuenta que "hacen compatible el empleo con el cuidado de la familia".
Zabaleta ha destacado que las políticas públicas se deben diseñar con perspectivas de género que "permitan seguir ganando terreno hacia la igualdad efectiva". En este punto, ha destacado las medidas de apoyo para la contratación de las mujeres como colectivo con especiales dificultades para acceder al mercado laboral o para renovar las plantillas.
Los nueve programas de fomento del empleo desarrollados a lo largo de 2009 han tenido como beneficiarias a una mayoría de mujeres. Con un presupuesto de casi 19 millones y medio de euros (19.354.959), afectaron a 4.538 contratos de los que 2.744 fueron de mujeres, lo que supone el 60,47 % del total.
La consejera se ha referido también al proyecto de decreto de calidad de vida en el trabajo, en cuya elaboración el departamento se encuentra inmerso. Se trata de un conjunto de medidas y políticas sociales que abarcan aspectos como la calidad en el empleo, la salud laboral tanto física como psíquica de los trabajadores, la conciliación entre trabajo y vida familiar y social, la satisfacción y bienestar en el trabajo, la participación en la gestión empresarial o la adaptación de los cambios culturales.
La norma incluirá medidas de prevención de los riesgos laborales, como el estrés, la violencia, la fatiga y los accidentes y enfermedades profesionales, e incluirá sistemas especiales de gestión de conflictos, ya sean internos o externos a la empresa, como los referidos al acoso o a la discriminación. Junto a todo ello, se favorecerá la integración de las personas inmigrantes en las empresas y la inserción laboral de las personas con discapacidad.
Un capítulo fundamental de la norma será el relacionado con las medidas de conciliación del trabajo con la vida familiar y social. "Se trata de establecer acciones que animen y favorezcan acuerdos entre empresarios y trabajadores en la gestión de la jornada para poder llegar a un reparto del tiempo en el que prime el equilibrio de modo que se pueda atender adecuadamente la vida laboral, social y familiar", ha señalado.
La consejera ha recordado que está comprobado que si el tiempo de trabajo se adapta a la vida familiar, "los beneficios se multiplican". "Eso beneficia al trabajador, redunda en la calidad de la empresa y en su mejor competitividad y en unas excelentes expectativas de futuro", ha dicho. A su juicio, el proyecto de decreto es una nueva forma de entender las relaciones laborales, "más allá de las tradicionales reivindicaciones de la jornada y el salario". Por ello, la idea es llevarlo a la Mesa de Diálogo Social para que después se pueda trasladar este tipo de cuestiones a la negociación colectiva.
Fuente: El Correo