El director general del Injuve, Javier Dorado, señaló este miércoles que es necesario que el sistema educativo adopte la dinámica suficiente “para estar en constante reciclaje, renovación y poder adaptarse constantemente a los tiempos y a las necesidades del mercado laboral”.
Dorado hizo estas declaraciones durante su intervención en el Desayuno Por Talento ‘¿Cómo serán los jóvenes de 2030?’, organizado por Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la inclusión laboral y la formación de personas con discapacidad.
El Desayuno Por Talento, celebrado en el Hotel ILUNION Pío XII de Madrid, contó también con la participación del vicepresidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón; el director general de Fundación ONCE, José Luís Martínez Donoso; la directora general y secretaria general de Inserta Empleo, Virginia Carcedo, y el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, encargado de moderar el encuentro.
Dorado indicó que “algunas empresas están reclamando una serie de perfiles profesionales que no son capaces de encontrar en el mercado nacional y tienen que recurrir a otros países para que los jóvenes vengan aquí”.
En este sentido, señaló que se trata de “un problema social que hay que afrontar y que viene dado porque los poderes públicos y las instituciones educativas no han hecho hincapié en estos perfiles”, optando por carreras que en ocasiones tienen menos salida laboral o no son aquellas que precisan las empresas.
Por ello, Dorado propuso “sensibilizar, hacer ver a los jóvenes qué es lo que se necesita y que cada uno elija libremente, pero que las administraciones pongan encima de la mesa todos los recursos posibles, para que el sistema educativo adopte la dinámica educacional que precisan los tiempos que corren”.
Por su parte, Ignacio Calderón aseguró que la clave de cara a 2030 es “empezar a trabajar en construir personas capaces de manejar su entorno y su mundo”. “Eso nos lleva a acercarnos al conocimiento profundo de todo lo que rodea a los jóvenes, descubrir qué circunstancias condicionan su conducta”, añadió.
Asimismo, Calderón consideró fundamental la educación, un tema para el que propuso “pasar de la educación del conocimiento a la educación de las personas, para que sean capaces de manejar la realidad”.
El vicepresidente de la FAD se refirió al empleo como “un elemento clave de los proyectos vitales, ya que sin él los jóvenes no pueden manejar la realidad”. “Los jóvenes han hecho un cambio profundísimo y se han convertido en un colectivo autónomo, independiente”, indicó, al tiempo que afirmó que “hay que preguntarse cómo será el 2030 para los jóvenes y qué hay que hacer hoy para que luego tengan la capacidad de gestionar su vida en un escenario que será muy diferente”.
Este desayuno se enmarca en los programas operativos de Empleo Juvenil (POEJ) y el de Inclusión Social y de la Economía Social (Poises), que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, con el objetivo de incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.
PROCESO DE RECICLADO
Durante su intervención, José Luis Martínez Donoso puso de manifiesto la llegada de la que denominó la “gran época del reciclado”, en la que los jóvenes “no deben estar cerrados a ser exclusivamente una única cosa y buscar la apertura a otras formaciones que les permitan girar y saber que durante su ciclo vital van a tener bastante movilidad”.
Asimismo, insistió en que, de cara a 2030, es muy importante que los más de 17.000 estudiantes con discapacidad actualmente censados se incorporen con mayor naturalidad al mercado de trabajo. “Para ello necesitan estar es un continuo proceso de reciclado”, zanjó.
En esta línea, Virginia Carcedo indicó que “es importante descubrir hacia dónde irán los empleos, la formación y qué hacer para incrementar la oportunidad de empleabilidad de los 150.000 demandantes que actualmente forman parte de la base de empleo de Inserta”.
Carcedo apuntó que “la especialización va a desaparecer”, dándole mayor peso a las competencias y habilidades, “ya que las empresas buscarán jóvenes con flexibilidad y polivalencia que no responda a una formación reglada al uso”.
En este contexto, Carcedo habló de los ‘polímatas’, “esas personas con habilidades en diversas disciplinas, capaces de sobrevivir y superar obstáculos imprevistos”. “En este caso las personas con discapacidad ya lo son porque han tenido que ir construyendo muchas cosas que no existían”, dijo.
“No podemos pensar en 2030 sin empezar a poner las bases ahora. Si no planteamos que todo lo que hacemos sea accesible y usable, las personas con discapacidad nos volveremos a encontrar fuera y seguirán habiendo jóvenes sin empleo y empleo sin jóvenes”, concluyó.