“La integración de la Discapacidad brinda numerosos beneficios a la empresa y a la sociedad en general”

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El pasado mes de junio tuvo lugar una jornada de estudio sobre el impulso de la dimensión de la discapacidad en la inversión socialmente responsable. Miguel Ángel Cabra de Luna, director de Relaciones Sociales e Internacionales y Planes Estratégicos de Fundación ONCE nos desvela las principales conclusiones derivadas del análisis de la RSE-D.

¿Cuál –o cuáles– es el principal obstáculo para que la discapacidad se asiente y consolide dentro de la estrategia empresarial?

El principal obstáculo identificado durante la Jornada de trabajo sobre Inversión Socialmente Responsable y Discapacidad (ISR-D) del pasado 21 de junio es la escasa notoriedad de la ISR en España. El volumen de activos que representa es aún muy pequeño, y está concentrado principalmente en la inversión institucional, que representó alrededor del 98% de la ISR de España en 2010. Por tanto, es aún un nicho, pero con gran potencial.

Según el estudio impulsado por Fundación ONCE “La dimensión de la Discapacidad en la Inversión Socialmente Responsable”, financiado por el Fondo Social Europeo, las empresas españolas aportan escasa información en materia de discapacidad en el marco de la responsabilidad social empresarial (RSE), y generalmente limitan el tratamiento de la discapacidad a un tema de recursos humanos. En este sentido, existe en muchas ocasiones falta de conocimiento por parte de las empresas acerca de los beneficios que aporta la inclusión de la Discapacidad de forma integral en las estrategias empresariales.

Por otro lado, la desconfianza generalizada en los mercados financieros producto de la crisis actual, así como la falta de transparencia en las decisiones de inversión y en los procesos de calificación de las agencias de rating, son elementos que no facilitan el impulso de la ISR-D.

Si bien es cierto que la desconfianza en los mercados financieros ha desatado un mayor interés por parte de la sociedad en promover la sostenibilidad y los criterios sociales en las actuaciones empresariales y en la actividad económica.

Por tanto, a pesar de los obstáculos que he mencionado, considero que existen importantes oportunidades en el contexto actual que facilitarán la introducción de la Discapacidad en las estrategias empresariales y en la ISR-D. Por ejemplo, la expansión de las prácticas de engagement o activismo accionarial, que han intensificado la comunicación de los inversores con las empresas, solicitando cada vez más actuaciones responsables en la gestión empresarial. También el desarrollo de políticas de inversión con criterios de sostenibilidad, que cada vez es más frecuente, y que abre un espacio para la inclusión de criterios relacionados con la discapacidad.

Por último, quisiera resaltar que según el informe de Forética sobre la “Evolución de la RSE en España”, publicado en 2011, de entre 22 temas de RSE identifica “la integración de personas con discapacidad en las plantillas” como el que más proyección de futuro tiene. Aunque un 21,4% de empresas dicen que tienen programas sobre esta temática en la actualidad, un 32,5% dicen que lo harán en el futuro – se trata del porcentaje más alto registrado entre todos los temas de RSE analizados en el informe.


Preocupadas por la dimensión social de sus actuaciones, ¿qué valor aporta la discapacidad en la política de las empresas?

Esta es sin duda una cuestión muy importante. En muchos casos, las empresas desconocen el gran valor que puede aportar la integración de la discapacidad en todos los ámbitos de la gestión empresarial, de manera integral, como una cuestión transversal. Considero que la generación de valor para las empresas es muy alto.

En Fundación ONCE trabajamos para aumentar la visibilizar del valor que genera la integración de la Discapacidad en las estrategias empresariales. Mientras tanto, hay que destacar que la integración de la Discapacidad brinda numerosos beneficios directamente para la empresa, así como a la sociedad en general.

El colectivo de personas con discapacidad y sus familias representa en España casi 4 millones de personas, y en la Unión Europea unos 80 millones de personas, alrededor del 16% de la población europea. Se trata por tanto de un mercado potencial de grandes dimensiones, especialmente en el actual contexto de envejecimiento de la población. Así, tener en cuenta la discapacidad en los procesos de desarrollo de productos y/o servicios, atención al cliente y marketing puede aumentar la participación de mercado de las empresas y generar importantes beneficios.

Del mismo modo, la integración de la discapacidad en todos los procesos de gestión de recursos humanos puede contribuir a una menor rotación laboral, a ahorros fiscales, al incremento del capital humano, etc. En este sentido, me gustaría destacar la generación de valor en las empresas a través de la inclusión de las personas con discapacidad como fuente de talento, creatividad e innovación. Posiblemente Stephen Hawkings es el ejemplo más célebre. El laureado físico y cosmólogo, que padece de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), recientemente declaró que “tenemos una obligación moral de eliminar barreras a la participación de personas con discapacidad, y de realizar las inversiones necesarias para liberar y aprovechar su vasto potencial”. 

Por otro lado, se debe tener en cuenta la Discapacidad en la gestión de riesgos de la empresa y en el cumplimiento de la normativa vigente. De este modo, las empresas deben velar por el cumplimiento de la LIONDAU, así como al cumplimiento de la cuota de reserva del 2% de la plantilla que indica la LISMI en el caso de empresas de más de 50 trabajadores. Se trata no sólo del respeto a la normativa, sino de medidas que contribuyen a generar valor en la sociedad y en la empresa. 

Por último, recordar que la Convención de la ONU por los Derechos de las Personas con Discapacidad fue ratificada por España en 2008 y ha sido recientemente ratificada por la Unión Europea, por lo que próximamente surgirán leyes que integren el contenido de la Convención en nuestro ordenamiento jurídico y que las empresas deberán respetar.


La apuesta por la discapacidad dentro de la empresa, ¿es un elemento coyuntural o estructural?

La apuesta por la discapacidad puede ser un elemento coyuntural, si tan sólo se aborda como un aspecto cortoplacista. No obstante, esta estrategia no maximizará los beneficios que puede reportar la integración de la Discapacidad en la estrategia empresarial, y que he abordado anteriormente.

Para obtener los mejores resultados para la empresa y para la sociedad s necesario que la apuesta empresarial por la discapacidad sea un elemento estructural, transversal, aportando valor en todos los procesos de la empresa: relaciones con proveedores, con clientes, desarrollo de productos y/o servicios, gestión de recursos humanos, atención al cliente, etc. De esta manera es como la integración de la Discapacidad aportará el máximo valor a la empresa y la sociedad.


De los distintos mecanismos que ayudan para diseñar estrategias que incluyan la discapacidad, recogidos en el documento de conclusiones, ¿cuál le resulta más novedoso y eficaz? ¿Por qué?

La principal conclusión de la Jornada de trabajo sobre ISR y Discapacidad del pasado 21 de junio es la necesidad de adoptar una estrategia de mainstreaming para impulsar la ISR-D. Se propusieron múltiples mecanismos para lograr este objetivo, de los cuales destaco dos como los más novedosos y efectivos.

En primer lugar, el aumento del reporte sobre discapacidad en las empresas. La Ley de Economía Sostenible pretende dar un impulso en este sentido, y sería de gran efectividad que el Consejo Estatal de Responsabilidad Social Empresarial (CERSE) aportara una batería de indicadores sobre discapacidad, compatible o enmarcada con los estándares internacionales más importantes, como Global Reporting Initiative (GRI).

En este sentido, cabe destacar que GRI ha identificado la Discapacidad como uno de los temas clave para su nueva edición de las guías de RSE (G4). El impacto sería de gran escala, puesto que aportaría visibilidad internacional a los temas relacionados con la discapacidad en la RSE.

En segundo lugar, destaco como mecanismo especialmente novedoso y eficaz la introducción de la Discapacidad en la ISR a través de los Fondos de pensiones de empleo. Dado que la ISR está desarrollada principalmente en el área institucional, este mecanismo tendría un gran impacto positivo. Concretamente, se trata de que las Comisiones de Control soliciten políticas afines a la Discapacidad en la gestión empresarial al ejercer sus derechos políticos como accionistas. Del mismo modo, sería necesario que las Comisiones de Control elaboren políticas de inversión afines a la discapacidad. Es decir, que trasladen a las gestoras de fondos indicaciones para que realicen la selección de cartera teniendo en cuenta la Discapacidad.

En este sentido, recientemente se ha aprobado en el Congreso de los Diputados la Ley sobre Actualización, Adecuación y Modernización del Sistema de Seguridad Social que, en su disposición final undécima establece que los fondos de pensiones deben informar sobre la gestión de los riesgos extrafinancieros. Este artículo abre un espacio para avanzar en la integración de la Discapacidad en la ISR.


A final de año, el Cermi pondrá en marcha un sello que distinga a la empresas socialmente responsables en materia de discapacidad. ¿Qué le parece la iniciativa? ¿Cree que puede ser eficaz?

Es una iniciativa excelente, en la que Fundación ONCE estará presente. El mercado estaba demandando un sello de estas características desde hace algún tiempo, tanto por parte de las empresas como por parte de la Administración Pública. Así, a través de esta iniciativa el CERMI va a dar respuesta a una demanda existente, lanzando un “sello de la discapacidad” que sin duda aportará transparencia y legitimidad, suministrando información útil y fiable al mercado en relación con la integración de la discapacidad en las empresas.

Por un lado, este sello contribuirá a reconocer, poner en valor y dar visibilidad a la labor y el esfuerzo de aquellas empresas que han puesto en práctica en sus políticas empresariales la inclusión de personas con discapacidad. Se trata de una herramienta útil para que las empresas puedan comunicar sus actuaciones en materia de integración de la Discapacidad, por ejemplo en el marco de sus estrategias de RSE, de la contratación pública responsable, de la gestión de proveedores y de la cadena de valor, etc.

Por otro lado, el sello será de utilidad para analistas de ISR que deseen conocer el grado de implantación de estrategias de discapacidad en las empresas de cara a la calificación de las empresas en cuanto a su gestión de riesgos y oportunidades en este ámbito.

 

Esther Peñas