La nueva directiva sobre información no financiera que ha dado a conocer este martes Michel Barnier, comisario europeo sobre Mercado Interior y Servicios, puede suponer una salida al atasco del Consejo Estatal sobre Responsabilidad Social de las Empresas (Cerse ), que debe dar cumplimiento a los mandatos de la Ley de Economía Sostenible en lo referente a esta materia, según Joaquín Garralda, vicedecano del Instituto de Empresa y vocal de dicha institución.
La norma europea obliga a las empresas de más de 500 empleados a que informen sobre temas sociales y ambientales que sean relevantes y materiales, y además propone soluciones respecto al formato con el que se debe informar, que orientan por dónde debe avanzar el Cerse y hacen irrelevantes algunas de las posiciones enfrentadas dentro del debate en esta entidad, según declaró Garralda a Servimedia.
A juicio del académico, la directiva es coherente con la Comunicación europea sobre Responsabilidad Social de las Empresas de 2011, al asegurar que "las empresas son responsables de sus impactos en la sociedad; impactos que deben identificar, prevenir y atenuar".
Además, se basa en las bondades de la perspectiva a largo plazo, la transparencia y por tanto el atractivo de la empresa para empleados e inversores.
El éxito de esta nueva legislación -en el sentido de que se generalicen las explicaciones relevantes y materiales de las políticas, resultados y riesgos, según Garralda- dependerá de que un suficiente número de empresas informen en esta línea y, por efecto emulación o por competencia, las que no lo hagan bien se vean obligadas a "reflexionar" en clave de sostenibilidad para poder mantenerse competitivas en el mercado.
Joaquín Garralda también considera que no será un aspecto que "decida la compra" por parte del inversor o consumidor, sino un requisito para ser considerada como una "opción aceptable".
Servimedia