Los expertos piden criterios unificados, coordinación y compromiso institucional que garanticen la accesibilidad en los campus

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En el XIV Encuentro de la Red de Servicios de Atención a Personas con Discapacidad de las Universidades

Redacción

La Universidad de Valencia ha acogido el XIV Encuentro de la Red de Servicios de Atención a Personas con Discapacidad de las Universidades (Sapdu-CRUE), que ha reunido a más de un centenar de especialistas de 49 universidades españolas, en el que se ha abogado por adoptar criterios unificados, mayor coordinación y compromiso institucional para una inclusión efectiva de las personas con discapacidad en los campus. 

Organizado por la Red Unidisval con el patrocinio de Fundación ONCE, Fundación Universia y las cinco universidades públicas valencianas, la cita ha servido para reflexionar sobre los aspectos más urgentes que deben adoptar los agentes implicados para esta inclusión real. 

Desde esta perspectiva, los especialistas han debatido sobre aspectos tales como la adaptación de la IA para la accesibilidad digital, el marco legal para el avance técnico de la gestión de la discapacidad, las adaptaciones de trastornos del neurodesarrollo para el progreso profesional de la población universitaria o la actuación en los servicios de atención psicológica.

Con respecto a la IA, se ha abordado su uso aplicado a los departamentos de atención a la discapacidad, a cargo de los técnicos responsables especialistas Javier Francés, de la Fundació General de la Universitat de València, y José Luis Ortego, de la Universitat de les Illes Balears, presentados por la vicerrectora de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universitat Politècnica de València, Salomé Cuesta.

Los expertos concluyeron que «es fundamental elegir herramientas que se adapten mejor a las necesidades de accesibilidad, siendo ChatGPT y Gemini las más recomendadas». Del mismo modo, han señalado que es «clave» la formación en Inteligencia Artificial para los profesionales del sector, ya que les permite «evaluar y supervisar soluciones tecnológicas con un enfoque inclusivo».

Con respecto a la discapacidad en España, Isabel Martínez, directora de Programas con Universidades y Promoción del Talento Joven de Fundación ONCE, y Beatriz Arribas, directora de Fundación Universia, han sido las encargadas de esbozar la fotografía del momento.

Moderadas por Raúl Ruiz, vicerrector de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Alicante, las especialistas han indicado que la discapacidad afecta a un total de 966.000 estudiantes del sistema preuniversitario actual. 

Martínez ha considerado que «la educación es el elemento más empoderante e integrador» en el camino hacia la inclusión y, por ello, define la LOSU como «un marco normativo que ayuda a dibujar un nuevo modelo universitario con palancas de cambio para la inclusión: derechos y oportunidades para todo el mundo». 

Ha destacado el avance del trabajo de integración, puesto que en España los estudiantes con discapacidad ya suponen el 2,6% del total del estudiantado (presencial y a distancia), así como el reto de que «no se quede nadie por el camino», ya que del cerca de millón de estudiantes de primaria y secundaria solo son 22.000 los que llegan a la universidad.

Por otra parte, se ha referido al estudio sobre ‘La inclusión de las personas con discapacidad en el sistema universitario español’, cuyos resultados arrojan «luces y sombras»: falta de recursos, un problema de formación y actitud, y saturación en los servicios de atención. Sin embargo, sobresalen como desafíos la participación —para seguir desarrollando la igualdad con un sentido holístico—, el reconocimiento de la Aneca y la eliminación de prejuicios -se han superado barreras ideológicas, pero persisten obstáculos estructurales-.

Por su parte, Beatriz Arribas ha señalado el trabajo de Fundación Universia por la igualdad efectiva a través de tres ejes de actuación: educación, mediante becas y programas de apoyo económico; impulso del empleo de calidad con formación en competencias digitales o mentoring, y entornos accesibles a través de estudios sobre inclusión y proyectos de accesibilidad, como Lengua de Signos con IA o Change Dyslexia.

Trastornos del Neurodesarrollo 

Las Claves del progreso en trastornos del neurodesarrollo, fueron abordadas por Manuel Martín, de la Fundació Mira’m, especialista en TEA (Trastorno del Espectro Autista); Javier Roca, profesor doctor en Psicología de la Universitat de València y experto en dificultades específicas del aprendizaje (Trastorno en Lectoescritura), y Amanda Meliá, psicóloga y científica, directora de Estudio de Conducta, experta en TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). 

Moderados por la directora de UVdiscapacidad, Celeste Asensi, coincidieron en que las claves en el progreso de la atención a los trastornos del neurodesarrollo pasan por «mejorar la coordinación institucional» que facilite la gestión y la toma de decisiones; «definir criterios claros para los diagnósticos» por un principio de equidad, y «adaptar los entornos universitarios» para garantizar la igualdad de oportunidades sin comprometer la exigencia académica.

Finalmente, el presidente de la Asociación Española de Servicios Psicológicos y Psicopedagógicos Universitarios (Aesppu), Miguel Ángel Rando, se ha centrado en la atención psicológica universitaria, un aspecto que exige cierto nivel de interés teniendo en cuenta cuál es la situación de la salud mental en estos momentos en España. El 25% de la población «sufrirá a lo largo de su vida un trastorno mental, principalmente de ansiedad o depresivo», apuntó el experto, advirtiendo de que los trastornos más frecuentes, como la ansiedad crónica (que presenta el 6,7% de los adultos), la depresión (que refiere el 6,7%, mientras que el 17% de la población asegura padecerla) y el deterioro cognitivo (presente en el 31,3% de las personas mayores de 65 años).

De acuerdo con la última encuesta de diagnóstico de la salud mental del estudiantado universitario en España (2022-23), uno de cada dos estudiantes aseguraba presentar síntomas depresivos y de ansiedad moderada o grave, mientras que al 17% se le había prescrito tranquilizantes y ansiolíticos.

Rando ha destacado que la atención psicológica no es suficiente en tanto que estos servicios no pueden ofrecer terapia clínica integral, algo que exige más recursos, una formación específica del profesorado y del personal técnico, así como protocolos de actuación unificados y que en la actualidad no existen.