Los niños de España, a la cola de la UE en ingresos y satisfacción vital

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España se encuentra en el 22º lugar de los 41 países más desarrollados del mundo en desigualdad general de la infancia, pero se sitúa a la cola de la UE en cuanto a ingresos económicos y satisfacción vital de los menores, según el informe 'Equidad para los niños' Abre nueva ventana de Unicef Comité Español Abre nueva ventana (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), presentado este jueves en el Congreso de los Diputados.

El informe, que cumple su 13ª edición, analiza el bienestar de los niños en los 41 países más desarrollados del mundo, esto es, los que se encuentran dentro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) o de la UE, en función de cuatro variables: ingresos, educación, salud y satisfacción vital.

Teniendo en cuenta el promedio de esos cuatro indicadores, Dinamarca es el país con menor desigualdad infantil, seguida de Suiza, Noruega, Finlandia y Austria, en tanto que España es 22ª y México cierra la clasificación.

En materia de ingresos, Unicef toma la mediana de la renta disponible de los menores de 18 años en sus hogares (ajustada a su tamaño y composición, así como a los subsidios que reciben y los impuestos que pagan) y se compara a quienes están en el 10% más pobre con quienes representan la situación media, esto es, mide la proporción de niños con menos ingresos con respecto a la situación media de la sociedad.

En este caso, España ocupa el sexto peor puesto (cuarto si el ranking se limita a los países de la UE, sólo por delante de Rumanía, Bulgaria y Grecia), con una brecha del 62,62% respecto al nivel medio de la sociedad española. En lo más alto de la tabla está Noruega (37%), seguida de Islandia (37,76%) y de Finlandia (38,34%).

Para evaluar la satisfacción vital, esta agencia de la ONU ha preguntado a niños de 11, 13 y 15 años cuál es la mejor vida posible para ellos en una escala de 0 a 10 y mide la diferencia entre los que peor perciben su estado y aquellos que se encuentran en la media. Así, los menores españoles que están muy mal se encuentran un 29,23% peor que el promedio (principalmente las niñas y el colectivo infantil de migrantes), lo que coloca a España en el 30º puesto general o noveno por la cola en la UE. Los que manifiestan ser más satisfechos son los de Países Bajos (24,03%), por delante de los de Australia (24,34%) y los de Dinamarca (25,12%).

La desigualdad infantil arroja datos más optimistas en materia de salud. Unicef ha preguntado a adolescentes de 11, 13 y 15 años cuál es su estado sanitario y analiza la brecha entre los que se quejan con más frecuencia y los que tienen un nivel medio de quejas. España ocupa en este apartado la 10ª plaza (27,31%), sólo por detrás de Austria (23,64%), Alemania (24,76%), Suiza (24,95%), Noruega (25,15%), Dinamarca (25,50%), Finlandia (25,89%), Portugal (26,39%), Países Bajos (26,74%) y República Checa (26,84%).

Algo similar ocurre con la educación, indicador para el que Unicef utiliza la brecha de rendimiento elaborada por la OCDE para el informe PISA, que refleja la distancia que existe entre el 10% de los alumnos con peores resultados académicos y los que se encuentran en el nivel medio, de acuerdo a sus niveles de matemáticas, ciencia y capacidad lectora a los 15 años. Así, España es el 12º país rico menos desigual en materia educativa, con una puntuación de 0,36 puntos superior al promedio de la OCDE, por detrás únicamente de Chile (1,92), Rumanía (1,77) Estonia (1,59), Letonia (1,19), Croacia (0,88), Polonia (0,79), Lituania (0,67), Dinamarca (0,66), Irlanda (0,62), Estados Unidos (0,54) y Eslovenia (0,46).


RIESGO DE POBREZA

Por otro lado, Unicef señala que un 36% de los menores españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social. Pese a ello, España es el país de la UE que menos porcentaje del PIB dedica a las prestaciones monetarias para familias e infancia: un 0,5%, menos de un tercio de la media europea. Además, está entre los Estados que menos gasto en protección social dedica a los niños y sus familias, con el 1,4% del PIB, frente al 2,3% de media de la UE o el 3,7% de Dinamarca, el 3% de Irlanda o el 2,5% de Francia.

Con este informe, Unicef Comité Español quiso poner de relieve "una preocupante realidad: una creciente proporción de la población está quedando al margen del bienestar, la seguridad y las oportunidades que disfruta el resto de la sociedad".

"No hay ninguna posibilidad de cumplir los derechos de los niños si no hay un esfuerzo decidido de los gobiernos para reducir la brecha que separa a unos niños de otros", afirmó Carmelo Angulo, presidente de Unicef Comité Español, quien añadió que "hacer frente a las desigualdades sociales que afectan a la infancia debe ser una pieza clave en todas las políticas relacionadas con los niños y su bienestar económico, social y emocional".

El informe pone de manifiesto algunas medidas positivas llevada a cabo recientemente, como el II Plan Estratégico de Infancia y Adolescencia 2013-2016, el Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social o la puesta en marcha del Fondo Extraordinario para la Pobreza Infantil y del Plan Integral de Apoyo a la Familia, pero señaló que la inversión pública por niño en políticas de infancia disminuyó en más de 6.300 millones de euros entre 2010 y 2013.

"La capacidad del Estado español para reducir la pobreza y la desigualdad en la infancia ha sido bastante limitada hasta la fecha", aseguró Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef Comité Español, que afirmó que "ha habido poca inversión en protección social y la poca que ha habido no ha dado resultados suficientes".

Por último, esta agencia de la ONU reclamó un Pacto de Estado por la Infancia que tenga en cuenta las propuesas recogidas en el informe, como una prestación por hijo de 1.200 euros anuales, empezando por los hogares con menos ingresos; becas escolares, apoyo educativo y educación de 0 a 3 años accesible para todos y gratuita para los hogares con menos recursos; garantizar de forma universal el acceso a la salud y a los medicamentos, "tomar el bienestar subjetivo infantil en serio" realizando un barómetro de infancia y mejorar los indicadores y el seguimiento público de la desigualdad, en especial la de la infancia.

 

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