Los "equipos de Acción" de los ocho países de la UE con mayor tasa de desempleo juvenil están pensando ya en sus próximas reuniones. Los protagonistas son: España (49,6%), Eslovaquia (30,7%), Grecia (46,6%), Portugal (35,1%), Irlanda (29,3%), Italia (30,1%), Lituania (31,1%) y Letonia (29,9%), según los datos recopilados a finales de 2011. El grupo mantendrá diversos encuentro hasta el 24 de febrero de 2012.
¿Equipos de Acción?
Estos equipos está formados por representantes de las autoridades nacionales y dirigentes de las Direcciones Generales europeas de Política regional, Empleo, Política Social e Inclusión, Educación y Cultura, así como de Economía y Finanzas. Los coordinadores son los representantes de los gobiernos de los Estados Miembros, y de la secretaría general bajo la autoridad del presidente Barroso.
La Comisión Europea consideró necesario la formación de estos grupo de trabajo destinados a reforzar las políticas de actuación emprendidas por los ocho países afectados, en concreto, en materia de desempleo juvenil y de las pequeñas y medianas empresas.
"Primero, debemos hacer todo lo posible para ayudar a los jóvenes a encontrar un trabajo y reforzar su educación o formación. Segundo, ayudar a las pyme -creadoras del 80% de los empleos en Europa- a acceder fácilmente a la financiación. Las restricciones sobre las habituales fuentes de financiación y el coste de los préstamos están impidiendo que las pyme puedan desarrollar sus actividades o crear nuevos contratos, lo que provoca un efecto de desánimo sobre la economía y el empleo", señala la Comisión Europea en su nota de prensa.
Por ello, tal y como se decidió en el Consejo Europeo del pasado mes de enero, un grupo de expertos de la CE trabajará con cada uno de estos países atendiendo las necesidades particulares.
¿Cuál es la causa más común de estos problemas en estos ocho países?
La CE señala que es imposible generalizar las situaciones causantes del desempleo juvenil en los ocho países. Así, en Grecia, Irlanda o Portugal, las causas están vinculadas a las consecuencias de la crisis económica y financiera, a menudo agravada por la existencia de dificultades estructurales.
En otros Estados Miembros, como Eslovaquia, Lituania y Letonia, las competencias no correspondidas entre la demanda de mercado laboral y la oferta es una de las principales causas. En Italia varios factores influyeron conjuntamente, como la segmentación del mercado laboral y un desequilibrado sistema de apoyo al desempleo que generó desigualdades generacionales. Para la CE, el origen del desempleo juvenil en España se encuentra en una elevada tasa de abandono escolar que produce desajustes entre las capacidades de la mano de obra y las demandas de algunas competencias.
Por lo tanto, subraya la CE, las soluciones a corto plazo, necesitarán reflejar estas situaciones diferentes. En algunos casos, el rápido ajuste de la formación a las demandas del mercado de trabajo podrá marcar una diferencia. En otros países, las actuaciones se centrarán más en destinar los fondos necesarios a las pyme para que éstas puedan financiarse y mantener o extender sus actividades. En la mayoría de las situaciones, las políticas de educación y formación juegan un papel clave. Uno de las vías para ayudar a los jóvenes a corto y medio plazo es el refuerzo del aprendizaje a través, por ejemplo, de programas de la UE como Erasmus o Leonardo da Vinci.
Fondos Estructurales
Los Fondos Estructurales están destinados a los Programas Operativos nacionales y regionales al principio del ciclo financiero de 7 años de la UE. Este fondo está destinado a proyectos específicos que alcancen los objetivos de dichos Programas Operativos a lo largo del ciclo presupuestario. Por este motivo, los Estados miembros de la UE todavía disponen de cantidades que aún no se han destinado o comprometido y que pueden reprogramarse con el cambio de las circunstancias. Hasta ahora, en los ocho países donde se están realizando intensos esfuerzos, pueden concentrarse en los jóvenes desempleados y las pyme, concluye la CE.
Nathalie Domínguez
Fuente: Comisión Europea