Reconocida como una de las mejores Ejecutivas del siglo XXI, Laura González-Molero, Presidenta y Consejera Delegada de Merck en España , no ha dejado de cuidar todos los aspectos relacionados con la RSE: desde la ética y transparencia empresarial hasta la atención en igualdad de condiciones del personal de la compañía, ya que "cualquier presidente tiene que ser consciente de que su éxito depende de las personas que le rodean".
La igualdad de género está consiguiendo implantarse en los puestos ejecutivos de las grandes compañías. ¿Considera que hay diferencias esenciales entre un hombre y una mujer en un puesto de responsabilidad? Si así es, ¿cuáles destacaría?
Creo que a los puestos ejecutivos, como a los Consejos de Administración, deben acceder los profesionales más adecuados al perfil requerido, independientemente de su género. Tanto hombres como mujeres deben acceder a estos puestos por su talento y profesionalidad. Pero quizás las mujeres somos demasiado autocríticas en relación a nuestras posibilidades y, en ocasiones, nos da miedo asumir riesgos.
Creo firmemente que la mejor defensa de las mujeres es la necesidad de las empresas de ser cada vez más competitivas y de mejorar sus cuentas de resultados. Y para ello, la necesidad perentoria de captar los mejores talentos en las organizaciones, independientemente de que sean hombres o mujeres.
En mi opinión, las mujeres estamos más orientadas a resolver problemas y buscar soluciones de forma eficaz. Tenemos una predisposición natural a realizar diversas tares simultáneamente (trabajo, labores domésticas, la familia…), y de ahí que seamos más pragmáticas y resolutivas. En un entorno tan competitivo y cambiante como el actual, esto es una gran ventaja.
¿Qué características debe cumplir el presidente o presidenta de una compañía?
Creo que el presidente de una compañía tiene que ser un buen líder. Para ello debe cumplir muchas cualidades, pero entre ellas destacaría: visión estratégica, credibilidad, capacidad de comunicar con impacto e influenciar de un modo continuo tanto interna como externamente, coraje, espíritu luchador, motivador, resolutivo… Debe ser alguien que inspira, que toma decisiones que afectan a la empresa de manera responsable y ética y, lo más importante, que es capaz de reunir a un equipo multidisciplinar y conseguir que trabajen y se comprometan por una meta común.
Cualquier presidente tiene que ser consciente de que su éxito depende de las personas que le rodean, y que son éstas las que marcan la diferencia en las compañías, siendo el activo más valioso. De ahí la importancia de rodearse de un buen equipo de personas, transmitirles la ilusión por el proyecto que lideras e implicarles, y ser capaz de delegar y confiar en ellos asumiendo la responsabilidad.
En muchas empresas la contratación de mujeres computa como una política de Responsabilidad Social Corporativa, ¿Cree que algún día dejará de contabilizarse el número de mujeres que hay en cada empresa? ¿Diría que estas políticas de RSC son un paso previo hacia la normalización e igualdad o son un indicativo de que aún falta un largo camino por recorrer?
Creo que las políticas de RC no deben distinguir entre hombres y mujeres. En Merck, uno de nuestros ejes de RC son las personas, es decir, todos los empleados de nuestra compañía independientemente de su género. Y desarrollamos una serie de programas dirigidos a fomentar su desarrollo y bienestar.
Sin contar con medidas específicas, la participación de mujeres en Merck es muy significativa. En España somos cerca de mil empleados y el 52% de ellos somos mujeres. Un 34% de los miembros del Comité de Dirección somos mujeres y a nivel gerencial el porcentaje de mujeres asciende al 41%.
Muchas mujeres optan por desarrollar su carrera profesional en el campo de las ciencias, sin embargo, son pocas las que consiguen alcanzar un puesto de responsabilidad –sea académico o empresarial-, ¿a qué puede deberse?
Creo que cada vez hay más mujeres en puestos de responsabilidad y, sin lugar a dudas, en los procesos de selección vemos claramente que cada vez más candidatos son mujeres y, además, en general están mejor preparadas.
Pero, como he comentado antes, en muchas ocasiones somos nosotras mismas las que nos auto-limitamos por falta de valentía y miedo a asumir riesgos.
Fundación ONCE trabaja por la inserción socio-laboral de las personas con discapacidad. ¿Qué le parece el hecho de que las grandes empresas tengan la obligación de contratar a un determinado número de personas de este sector? Hablando de mujer y discapacidad, ¿cómo podemos combatir la doble discriminación de la mujer discapacitada?
La situación ideal sería que las empresas contraten personas con discapacidad de forma natural y no por obligatoriedad. No obstante, la obligatoriedad puede hacer que aquellas empresas que todavía tienen recelo a contratarlas, se animen a hacerlo. En cualquier empresa hay funciones que una persona con discapacidad puede desempeñar, solo hay que identificarlas y dar la formación y el apoyo necesario a quien las vaya a realizar.
En cuanto a la mujer con discapacidad, creo firmemente que no debería ser tratada de forma diferente por el hecho de ser mujer, sino que el apoyo a estas personas debería ser el mismo independientemente de su género.
Se ha demostrado que con una buena adaptación del puesto de trabajo, una persona con discapacidad puede obtener los mismos resultados e incluso aportar una valor añadido a la empresa (muchas veces por miedo a perder su puesto de trabajo o por el placer que le supone sentirse en igualdad de condiciones). ¿Qué diría a aquellos empresarios que se dejan llevar los prejuicios sobre el trabajo que puede desarrollar un discapacitado?
Sin duda, somos muchas las compañías que hemos apostado por apoyar a las personas con discapacidad y con excelentes resultados. Quizás estas personas requieran más apoyo o seguimiento inicial en su función pero, en nuestra experiencia, se comprometen con su trabajo tanto o más que cualquier otro empleado y son capaces de desempeñarlo correctamente.
A este respecto, ¿qué lugar ocupa la discapacidad en Merck Serono?
Como he comentado, uno de los ejes de nuestra Responsabilidad Corporativa son las personas, por lo que el apoyo a la discapacidad está plenamente integrado en la cultura de nuestra compañía. Además de contar con personas con discapacidad en nuestra compañía y ofrecer ayudas a los empleados con hijos con algún tipo de minusvalía, colaboramos con asociaciones en el desarrollo de programas de integración laboral (por ejemplo, personas con esclerosis múltiple).
Usted ha recibido el Premio a la Mujer Directiva, ¿qué consejo transmitiría a las mujeres emprendedoras?
Les diría que tengan presente que las mujeres nos estamos posicionando como líderes en el entorno empresarial y que debemos seguir en este camino. Con nuestra capacidad y con la formación necesaria, somos capaces de crear negocios sólidos que ofrecen un crecimiento sostenido. Pero además, es fundamental que no tengan miedo a afrontar riesgos, que crean en el proyecto que vayan a liderar, que tengan ilusión y sean capaces de transmitirlo a sus equipos. A veces las mujeres nos ponemos nuestros propios límites y esto es una barrera que tenemos que romper.
Nathalie Domínguez