"Necesitamos que se ponga en valor la cultura del esfuerzo"

Pilar Andrade, presidenta de Ceaje

Pilar Andrade, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje Abre nueva ventana)

Creada en 1984, la Asociación de Jóvenes Empresarios agrupa en la actualidad a más de 18.500 jóvenes repartidos en 55 asociaciones. Su presidenta Pilar Andrade defiende, hoy más que nunca, el emprendimiento como una herramienta imprescindible para la generación de empleo y bienestar social.


¿Qué valor adquiere el emprendimiento en el contexto socioeconómico actual?

Los emprendedores y empresarios aportamos valor a la sociedad como motores económicos y sociales. Es prioritario que la sociedad reconozca al empresario como protagonista en la creación de empleo, en la generación de riqueza y bienestar social.

El emprendimiento debe aplicarse no sólo en el ámbito empresarial, sino en todos los ámbitos, como una actitud vital. Necesitamos que se ponga en valor y promueva la cultura del esfuerzo, del trabajo, de la autorrealización y que se imparta formación de creación de empresas en todos los niveles educativos.


¿Cómo valora el emprendimiento en España respecto a otros países comunitarios? ¿Diría que las principales dificultades proceden de la financiación, de la burocracia o de la mentalidad?

Lamentablemente, estamos muy por debajo de nuestros socios europeos en cuanto a facilitar la actividad emprendedora. En países como Alemania, con sólo 20 euros y cinco minutos, un emprendedor se puede dar de alta para poder trabajar, y no vuelve a tributar hasta que facture más de 19.000 euros. En Inglaterra, diez libras, en Estados Unidos, nada.

El principal problema en España es la falta de acceso al crédito. Necesitamos que la banca crea en la viabilidad de los proyectos como único aval. La banca ha acusado a las empresas de no tener garantías, de no ser fiables, de no ser solventes. Hay que hacer una apuesta por los proyectos de los jóvenes empresarios, proyectos con mucho talento y viabilidad, no sólo riesgos.

En cuanto al tiempo de constitución de una empresa, en España, tardamos 47 días, en el mejor de los casos, en dar de alta una empresa. Son demasiados los trámites burocráticos que hay que salvar.  Esperamos que la PAE, (punto de atención al emprendedor) unificación de ventanillas que promulga la  Ley de Apoyo al Emprendedor, agilice todos los trámites de una manera efectiva y real.


¿Cree que la Estrategia UE 2020 es factible para nuestro país principalmente en capítulo de la cohesión social? Dado el contexto social, económico y financiero actual, ¿cree que se ha convertido en una meta ambiciosa?

Esta estrategia plantea una  economía inteligente, sostenible e integradora. El punto de partida es ambicioso, sin duda, y mientras el crédito no llegue a familias y empresas poco o nada se puede avanzar. Es prioritario que las empresas y familias puedan disponer de liquidez para que se reactive el consumo y el circuito económico pueda seguir girando.


¿Las claves del éxito actual están en los emprendedores y en las pymes? A este respecto, ¿qué papel ocupa la formación?

Sin duda, como generadores de empleo y de riqueza, somos parte de la solución de la crisis, y la formación es un elemento fundamental. Recientemente nos hemos reunido con el Ministro de Educación, Jose Ignacio Wert, a quien hemos trasladado nuestras demandas en materia educativa, entre las que destacan la creación de una Mesa de Educación Emprendedora que dinamice todas las iniciativas de formación y motivación a docentes por parte de empresarios, y articule proyectos de promoción de la cultura empresarial en las distintas etapas y ciclos educativos.

También abogamos por la introducción de asignaturas y material didáctico sobre Aprender a Emprender en todos los niveles del sistema educativo, difundiendo la cultura emprendedora. Es fundamental fomentar la colaboración entre Universidad, Centros de Formación Profesional y Empresa.


El Fondo Social Europeo es una herramienta fundamental para las empresas del tercer sector. ¿Cree que el trabajo que éstas desarrollan con la inserción de colectivos en riesgo de exclusión social podría verse perjudicado por la situación socioeconómica actual?

Estamos viendo los recortes que se están produciendo en todos los ámbitos. Esperamos que los colectivos en riesgo de exclusión social no se vean afectados, o si les afecta, que sea mínimamente.


A pesar de haber cada vez más universitarios con discapacidad, el paso a la educación superior no resulta tan sencilla. ¿Qué medida impulsaría para animar a este colectivo a realizar este nivel educativo y motivarles hacia el emprendimiento y no sólo hacia la búsqueda de un trabajo, confiando en las leyes de reserva de plazas de las grandes empresas y en la contratación pública responsable?

Los jóvenes universitarios discapacitados son un ejemplo de superación para todos; yo les animaría a que luchen por aquello en lo que creen, que desde las Universidades se facilite su día a día, y que no se eliminen las ayudas de la Ley de Dependencia, ya que muchas familias lo están pasando verdaderamente mal. Por nuestra parte, tenemos que abogar por fomentar más la incorporación en plantilla de jóvenes discapacitados.


Una pregunta ineludible: ¿Qué opina sobre la ley de apoyo a los emprendedores?

En relación al fomento del emprendimiento y el autoempleo de los jóvenes se queda corta, ya que se podía haber aprovechado para equipararnos a otros países europeos con fórmulas de progresividad y proporcionalidad. Es decir, pagando en función de ingresos a partir de un mínimo y con carencia total durante dos años, sin límite de edad. En cuanto al problema del acceso al crédito, no se aportan soluciones. Se recurre al Instituto de Crédito Oficial (ICO), al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), e incluso, se cita el plan de pago a proveedores. Mecanismos que no son nuevos, que ya existen, pero que no llegan donde deben, y cuya mejora y dinamización no se define.

Tampoco se articula o esboza siquiera un protocolo financiero para especificar, determinar y constituir un plan de empresa en garantía de su propia financiación, y no se aborda el funcionamiento de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para optimizar estos recursos.

Falta articular medidas de calado que promuevan  y fomenten conceptos clave como la competitividad, la sostenibilidad y la consolidación.

 

 

Entrevista realizada por Nathalie Domínguez
Foto: Ceaje