El Presidente de la Fundación ONCE, D. Alberto Durán López, presentó el libro que recoge nuevehistoriasen torno a la inserciónlaboral de personas con discapacidad.
Los ministros de empleo y política social de los países componentes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE ) han mantenido un encuentro destinado revisar y recomendar las medidas más urgentes que deben emprenderse para afrontar la crisis.
Aunque algunos países ya están desarrollando políticas enfocadas a parliar los efectos de ralentización de la actividad económica obteniendo resultados positivos, los representantes han subrayado la necesidad urgente de hacer frente a las consecuencias surgidas de la crisis, como una tasa de paro elevada y persistente, que posiblemente permanezca vigente aún después del temporal.
Pese a que dichas medidas de contención dependen de las políticas particulares y de las circunstancias internas de cada país, los ministros de la OCDE sín han establecido una serie de principios comunes que deben prevalecer en todos los Estados miembros:
Consideran que la reducción de la oferta de mano de obra no debe contemplarse como una finalidad de las políticas puestas en marcha para afrontar la crisis de empleo. Con el envejecimiento de la población, es esencial mantener de manera sólida dicha oferta, en concreto, promover la participación de personas mayores y personas con discapacidad de deseen trabajar y puedan hacerlo.
Reactivar estrategias de promoción del empleo, como programas de búsqueda de trabajo, de formación o de inserción, que en el pasado han demostrado obterner resultados óptimos, adaptándolas a las necesidades impuestas por la crisis. Para ello, va a ser necesario consacrar más recursos a los programas activos del mercado de trabajo, sobre todo a los programas destinados a colectivos especialmente expuestos a los riesgos del paro de larga duración.
Los parados y sus familias deben tener acceso a una 'red de protección' que les protejan eficazmente del riesgo de pobreza y les mantengan en el mundo laboral.
Por supuesto, la OCDE también se ha manifestado en cuanto a la necesidad de progresar en el restablecimiento de unas condiciones 'sanas' del mercado de créditos, apoyando una demanda global para evitar una recesión más grave y prolongada.
También conviene prestar especial atención a los programas de formación continua, así como a las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes a la hora de buscar un empleo, uan vez finalizados sus estudios.
Al respecto, señalan, se ha demostrado la eficacia de programas que mejoren la cualificación, los servicios de asesoramiento y asistencia en la búsqueda de empleo, así como los programas específicos de formación y aprendizaje, siendo necesarias unas políticas educativas que eviten el abandono escolar.
La OCDE anima a mantener una estrecha y continua cooperación internacional y un diálogo sobre las políticas a desarrollar, en los que intervengan gobierno, empresarios, sindicatos y sociedad civil, como elementos determinantes para construir pilares sólidos que aguanten un proceso de crecimiento económico sostenible basado en el conocimiento y que sea generador del empleo de calidad.
Como datos generales del panorama actual, la OCDE reconoce que "nos encontramos ante una importante crisis de empleo que arrastra serias consecuencias sociales". La tasa de paro de la zona OCDE ya ha alcanzado un nivel record. Según las previsiones de este organismo, podría alcanzar el 10% de aquí al final de 2010, lo que supone un aumento total de 25 millones de parados respecto a los niveles previos a la crisis.
Los datos estimados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indican que, en todo el mundo, el paro podría afectar a más de 50 millones de personas hasta finales del próximo año.
Nathalie Domínguez