El ojo está indefenso frente a los efectos de la luz de los dispositivos electrónicos

Encuentro en Servimedia

Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM Abre nueva ventana) revela por qué los ojos están indefensos ante la luz de alta energía que emiten las pantallas de los dispositivos electrónicos y sus causas. Como dato relevante, cabe destacar que los ojos de las mujeres sufren más con este tipo de dispositivos.

Tras un año de investigaciones, la UCM ha publicado este estudio, que señala que los sistemas de defensa ante la luz se "desactivan o adormecen" cuando se interactúa con el contenido o la información en las pantallas.

El estudio de la UCM contribuye a entender mejor el comportamiento del ojo con respecto a la recepción de información y contenido de las pantallas de los dispositivos.

Según indican los responsables de este estudio, "nuestros ojos no están preparados para defenderse de la luz. No nos damos cuenta de los efectos nocivos del exceso de luz e incluso no nos percatamos de algunos síntomas y signos mientras realizamos actividades frente a pantallas".
 

FATIGA VISUAL

Las pruebas preliminares realizadas a un grupo de 26 hombres y mujeres, con edades comprendidas entre 21 y 50 años, analizaron los síntomas de fatiga visual segmentando la muestra en diferentes grupos de edad.

La fatiga visual se manifestó en todas las edades, siendo un interesante hallazgo conocer que se ve significativamente incrementada en los mayores de 35 años después del uso de pantallas de dispositivos durante alrededor de dos horas de trabajo/estudio.

Un 92% de los encuestados indicaron que sentían algún síntoma de fatiga en sus ojos de manera frecuente o constante, mientras que un 42% manifestaba padecer de uno a cinco síntomas, el 35% de seis a 10 síntomas y el 15%, más de 10 síntomas.
 

LAS MUJERES, MÁS SENSIBLES

Como dato relevante, cabe destacar que las mujeres manifiestan el doble de sensibilidad ocular a la luz de alta energía de las pantallas de los dispositivos electrónicos. De hecho, tras analizar las diferencias en el grado de fatiga visual en función del sexo, las mujeres expresan el doble de fatiga visual que los hombres (4,24/2,13).

También cabe destacar que durante la prueba un 17% de los jóvenes menores de 25 años manifiesta no sentir ningún tipo de fatiga visual; es decir, su mecanismo natural de defensa no le alerta del riesgo ocular, fruto de la seducción que ejerce el contenido.

Por otro lado, se detectó, como cabía esperar, que la fatiga visual aumenta en función del tiempo de observación de la pantalla, incrementando las molestias hasta cuatro veces más desde el inicio hasta el final de la prueba (escala de 0 a 10/15 minutos de lectura en una pantalla).
 

RIESGOS OCULTOS

Estas pruebas preliminares indican que se deben tener en cuenta los riesgos ocultos del uso habitual de las pantallas de los dispositivos que pueden ser una amenaza para los ojos.

"Es por ello que queremos alertar a la población de la existencia de riesgos ocultos debido a la falta de activación de nuestros mecanismos fisiológicos de alarma ante los posibles daños visuales. Entran en conflicto dos procesos psicofisiológicos: por un lado, la necesidad de asimilar los contenidos de la pantalla y por otro lado la imprescindible protección del abuso de nuestros ojos. No debemos estar pasivos ante un fenómeno que no podemos obviar, ya que existen métodos y dispositivos de protección ocular dirigidos a niños, jóvenes y mayores", señaló la doctora Celia Sánchez-Ramos, de la UCM.

 

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