Fundosa Social Consulting de Castilla –La Mancha junto con la Escuela universitaria de Magisteriohan organizado las primeras Jornadas Universitarias de la Discapacidad en Toledo.
Representantes de más de 500 ONG procedentes de 36 países exigieron este domingo, coincidiendo con la celebración del Día de Europa, la aprobación de un reglamento que regule la Iniciativa Ciudadana Europea, "el más potente de los instrumentos puestos a disposición de la sociedad civil para su participación en la agenda política por el Tratado de Lisboa".
Ésta es una de las principales conclusiones extraídas de las "Jornadas Cívicas Europeas 2010. Por una ciudadanía social europea ", celebradas en Málaga este fin de semana y organizadas por trece ONG españolas. El presidente de la Fundación Cives , Victorino Mayoral, fue el encargado de presentarlas.
A través de esta Iniciativa Ciudadana Europea se podrá elevar un proyecto legislativo a la Comisión siempre que cuente con el apoyo de un millón de firmas, y cuyo borrador de reglamento está en estos momentos a debate. Los actuales términos del reglamento, tal y como explicó Mayoral, "dejan demasiado margen a la discrecionalidad y a la 'mano invisible', tanto de las instituciones como de los gobiernos nacionales, para modificar, rechazar o tergiversar la iniciativa proveniente de la sociedad civil".
En este contexto, las conclusiones proponen algunos temas para que sean considerados como sujetos de Iniciativa Ciudadana Europea. Entre ellos destacan la creación de un Fondo Monetario Europeo, la lucha contra los paraísos fiscales, instrumentos de gobernanza financiera europea y mundial, la reducción del 30% de emisiones en 2020, destinar un porcentaje del IRPF a la financiación de la UE o la adhesión de la UE al Convenio de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
Otra de las conclusiones de este encuentro, es la necesidad de que las instituciones europeas aprueben, lo antes posible, la Orden de Protección Europea contra la Violencia de Género. En este ámbito, se destaca la importancia de conseguir una representación equilibrada de ambos sexos en la toma de decisiones, una misma independencia económica para las mujeres y los hombres y la erradicación de la violencia de género.
En cuanto a la educación, las casi 700 personas reunidas en Málaga definieron la necesidad de utilizar el factor educativo como contribuyente para impulsar la construcción de una ciudadanía responsable y democrática basada en los Derechos Humanos. En este sentido, proponen que las instituciones europeas se comprometan con la educación para la ciudadanía en todos los sistemas educativos europeos y a lo largo de toda la vida de los ciudadanos. También destacan el papel decisivo de las ONG en esta materia.
Mayoral destacó además la importancia de desarrollar un diálogo intercultural entre países y fomentar la movilidad. En la misma línea, las conclusiones instan a los Estados y a la Unión a promover la igualdad de trato de todas las opciones de conciencia -religiosas y no religiosas- garantizando por ley la neutralidad de los Estados en todas sus funciones.
El documento también pide más implicación de los ayuntamientos para que establezcan un foro de debate permanente con las ONG y las instituciones europeas que redunde en una mejor prestación de los servicios básicos y fundamentales para conseguir una mayor cohesión social, en el marco de una auténtica ciudadanía europea. Para ello se propone constituir un "Convenio Marco de Ciudadanía" como foro de debate, propuesta y coordinación.
Las conclusiones también proponen que se incluyan "cláusulas sociales" en los concursos que las administraciones convoquen para la prestación de los servicios sociales de interés general, que sean susceptibles de ser prestados por las organizaciones del Tercer Sector. De esta forma, se tendría en cuenta "no solo la calidad, sino también la calidez humana, como factores añadidos del voluntariado que caracteriza al sector social", destacó Mayoral.
INTERCULTURALIDAD
La apuesta por la interculturalidad como vía para el desarrollo de la sociedad también fue una de las principales ideas que se destacaron en el encuentro.
En este sentido se expresó el presidente de la Fundación Ferrer i Guardia , Joan Francesc Pont para quien "la diversidad es una buena cosa y vivir con ella, es lo que nos permite construir un país mejor, un país que permite que existan ciudadanos libres y responsables".
Para Pont, la interculturalidad está ligada a la laicidad porque "supone la prevalencia del derecho en la organización de los ciudadanos y la sujeción de la religión al derecho".
Mientras, el filósofo y teólogo, Juan José Tamayo explicó que existen tres formas de gestionar la diversidad religiosa. El fundamentalismo, donde "sólo son ciudadanos los que han nacido dentro de la misma nación" y se "justifica" la renuncia a los derechos de los otros "basándose en que tienen otra cultura"; la coexistencia, donde "todos los ciudadanos tienen derecho a ser creyentes de cualquier religión" pero donde "no hay espacios de encuentro" y la interculturalidad.
En este modelo, según Tamayo, se reconoce "la igualdad de todas las religiones y si hubiera que hacer una jerarquía, ésta se basaría en la relación de la religión y los Derechos Humanos; las religión y la igualad de género", entre otros parámetros. Además, "implicaría el encuentro religioso entre las diferentes religiones".
Por su parte, la presidenta de Eucis-Life Long Learning , Gina Ebner, resaltó la necesidad de que seamos conscientes de la contribución de los inmigrantes en la economía, de las sociedades diversas al Estado de Bienestar y al aumento del conocimiento de nosotros mismos.
Ebner también destacó la importancia de conseguir un nuevo consenso con igualdad, no discriminación y derechos fundamentales como la dignidad, libertad, solidaridad, justicia. Para ello, la experta resaltó el valor de la educación intercultural como un principio general en la educación adulta, los programas, las estructuras, los conceptos y el desarrollo del diálogo en la sociedad.
Para conseguir este diálogo se necesita, según Ebner, realizar políticas trasversales, universalizar el nivel de conocimientos y estrategias y prácticas. Así, aseguró que "los valores de la educación son una oportunidad para unir a toda la gente y la interculturalidad deber promover la opción de unir grupos de diferentes culturas, religiones y etnias que sirva para conocerse mejor".
Mientras, la directora general de Integración de los Inmigrantes, Estrella Rodríguez reconoció que es "necesario que se abra un diálogo entre las instituciones y la sociedad civil". "El reto de construir una sociedad europea intercultural es grande y tenemos el deber de crear un modelo que tenga respeto y que anime a la sociedad al intercambio", concluyó. Igualmente, Rodríguez repasó el Plan Estratégico de Integración de Inmigrantes que busca sentar las bases e instrumentos que permiten gestionar los procesos de integración.
Fuente: Servimedia