Virginia Carcedo, secretaria general de Inserta Empleo
Esther Peñas
El 14 de marzo la vida de los españoles cambio de manera radical. La mayoría permanece en sus casas, mientras que, poco a poco, el país recupera el tono. Para que las personas con discapacidad no quedasen desatendidas mientras dure esta interrupción, Inserta Empleo ha hecho un enorme esfuerzo para pedir prestando servicio a los demandantes con discapacidad así como a aquellas empresas que requieren cubrir determinados puesto de trabajo. En lo que va de confinamiento, Inserta Empleo ha atendido a 3.923 personas con discapacidad. Hablamos con Virginia Carcedo, su secretaria general.
Desde que se declarase el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, Inserta Empleo ha atendido a cerca de cuatro mil personas. ¿Satisfecha por las cifras?
Sí, creo que son cifras muy positivas, tanto en lo global como en su desglose, ya que de esas personas atendidas hay 1044 usuarios nuevos, es decir, 1044 personas que durante el confinamiento han escogido a Inserta Empleo para formarse y buscar un trabajo. Por otro lado, estas cifras también ponen de relieve nuestro compromiso con el empleo de calidad, como se ve en los datos referidos al proceso de fidelización. Casi tres mil usuarios han recibido tutorizaciones ajustadas a sus perfiles (orientación posterior a la formación, mentorización hacia el empleo, etc.).
Que estemos prestando nuestro servicio a tantas personas en un momento crucial como el que estamos viviendo, que hayamos sido capaces de reorganizarnos para que nuestros usuarios sigan recibiendo nuestros servicios nos hace sentirnos orgullosos.
¿Cómo se ha organizado Inserta para encarar esta situación y seguir prestando sus servicios?
Ten en cuenta que parte de nuestra idiosincrasia es la cercanía con nuestros demandantes, así que hemos hecho un esfuerzo para que, a pesar de esta situación, todas las personas con discapacidad que nos necesiten nos sientan muy cercanos. Como tantas otras empresas y entidades, Inserta Empleo también ha tenido de reinventarse. Por fortuna, conocíamos bien las nuevas tecnologías, sabíamos de su potencial, así que nos valemos de ellas para hacer nuestro trabajo y hacerlo bien, por medio de vídeollamadas, vídeoentrevistas, teleformación, whatApp… Nos hemos tenido que reorganizar en remoto de una manera rapidísima. Y todo ello, puesto que trabajamos con fondo europeos, gestionando las evidencias y dejando rastro de cada una de nuestras acciones.
No está siendo fácil, pero sí muy satisfactorio. Hemos detectado gracias a esta situación que hay bastantes demandantes que no tienen acceso a internet, que carecen de ordenador o cualquier otro dispositivo, móvil incluido porque no tienen datos suficientes, pero tratamos de solventar los problemas de la mejor manera.
¿Cuál está siendo la colaboración de las empresas Inserta durante es estado de alarma?
Seguimos gestionando muchas ofertas, tanto de las que detectamos nosotros mediante nuestros rastreos como de aquellas que nos hacen llegar las distintas empresas con las que trabajamos. Hemos constatado que estamos gestionando ofertas de empleo en sectores en los que la discapacidad no había estado muy presente (por ejemplo en supermercados o en el sector limpieza) y, si bien en un primer momento nuestros usuarios rechazaban estos trabajos por miedo, algo que podría ser comprensible, ahora la situación ha cambiado. Asimismo hemos recibido solicitudes de perfiles altos relacionados con las nuevas tecnologías, un terreno que hasta ahora tenía poco movimientos en nuestra bolsa de empleo. En definitiva, seguimos haciendo nuestro trabajo, buscando sinergias con las empresas, a las que les ofrecemos información valiosa (por ejemplo toda la normativa derivada del estado de alarma), y poniéndonos a su disposición para lo que necesiten, en especial para la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
El Plan ‘Quédate en casa’ está formando a muchos usuarios con discapacidad, ¿cuáles son los puntos fuertes del mismo?
Creemos que es un plan ambicioso en tanto que entronca directamente con la transformación digital. Mantiene un ritmo (en cuanto al mapa de talento, atención a los demandantes) similar a los que teníamos cuando eran presenciales, así que eso indica que nuestra oferta formativa responde a las expectativas que tienen nuestros demandantes. Estamos haciendo un mayor esfuerzo en la formación para el empleo on line. Ahora ya estamos evaluando nuestras instalaciones para saber si reúnen los requisitos que nos permitan, a corto plazo, reanudar la actividad formativa presencial, porque entendemos que el proceso de sociabilización es fundamental para las personas con discapacidad.
¿Y en lo que se refiere a los emprendedores con discapacidad?
Desde Inserta seguimos prestándoles todos los servicios que les ofrecíamos antes del estado de alarma. Sí hemos detectado en estas semanas que los emprendedores nos solicitan algunos más específicos, por ejemplo cursos de idiomas, especialmente de inglés, por tanto les brindamos acceso a la teleformación.
¿Es importante la comunicación en estos momentos?
Mucho, seguimos manteniendo nuestro pulso informativo desde nuestro periódico Solidaridad Digital, el único periódico europeo centrado en las personas con discapacidad, así como desde nuestras páginas corporativas (Inserta, Foro Inserta, Por talento), y no hemos dejado de hacer nuestros envíos de boletines y comunicados. En estos momentos hemos cambiado las campañas de gran calado por otras acciones más modestas pero también más directas, con valor añadido.
Tanto Inserta como todo el Grupo ONCE se ha volcado en ofrecer sus medios (humanos y materiales) para contribuir a mejorar las condiciones de la sociedad ante el COVID 19, de todas las medidas puestas en marcha, ¿cuál destacaría?
Ten en cuenta que coordinamos muchos voluntarios que están ayudando a personas especialmente vulnerables, llevándoles medicamentos o comida, que colaboramos con la ONG Ángeles urbanos, que estamos fabricando batas y mascarillas, que hemos cedido el Centro de Recursos Educativos, nuestro emblemático CRE, para la atención individualizada de pacientes que no requieren un ingreso hospitalario… todo esto nos hace sentirnos orgullosos del Grupo Social ONCE que, estando en un momento muy difícil (con nuestros vendedores de cupones en casa, enfrentándonos a distintos ERTE…) somos capaces de no olvidarnos de los demás y seguir mejorando la calidad de vida de muchas personas. Se da la circunstancia de que nosotros, a quienes se nos presupone necesitados de ayuda, y así es, también ayudamos a otros que nos necesitan del mismo modo.
¿La epidemia ha evidenciado que las personas con discapacidad siguen discriminadas?
No creo que se pueda hablar de discriminación tanto por discapacidad como por situación económica, ya que hay muchas personas que no cuentan con medios técnicos para afrontar la situación excepcional de estado de alarma, y eso acrecienta su vulnerabilidad.
¿Cuál es, a su juicio, la enseñanza que deberíamos de obtener de este confinamiento?
Que nos demos cuenta de la importancia de una sanidad pública, de que es fundamental la atención a los otros, la gestión de ayudas…
Como dicen algunos, ¿cree que de esta saldremos mejores y más fuertes?
A corto plazo sí, desde luego, pero sin ser derrotista, a medio plazo tendemos que verlo… Pienso en aquellos países en los que se ha primado lo económico frente a lo humano, como en Estados Unidos… y en que tendremos que replantearnos muchas cosas, por ejemplo en reindustrializarnos, por ejemplo, de buscar un modelo que atenúe el cambio climático, que sea más solidario con los países del sur… dependiendo de cómo encaremos esos desafíos que tendremos que abordar cuando acabe la pandemia, podremos ser mejores y más fuertes.