Pilar Cortés es una mujer de etnia gitana, tetrapléjica, estudiante de segundo curso de italiano en la Escuela Oficial de Idiomas de Almería, que rompe con todos los clichés que suelen ir asociados a la discapacidad, a la mujer y a las personas que pertenecen a su etnia.
Precisamente, el Consejo Estatal del Pueblo Gitano (CEPG) acaba de lanzar la campaña ‘#TeleBasuraNoEsRealidad’ para luchar contra los clichés y la visión que desde determinados medios de comunicación se da sobre el pueblo gitano, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se celebró el pasado viernes.
A los pocos meses de nacer, la poliomielitis provocó a Pilar Cortés una tetraplejia. De familia gitana y criada en una barriada de Almería, afirma que su infancia trascurrió con “normalidad”.
“Mi vida fue absolutamente normal, jugando a toda clase de juegos en mi silla de ruedas, iba al colegio y siempre me he considerado una persona inteligente, sacaba buenas notas y quería ser veterinaria pero tenía que irme a Granada y no podía. Era otra época, si me toca ahora... hubiera sido otra cosa”, relata a Servimedia Cortés.
Hace nueve años, fundó la Asociación de Discapacidad Piedra Redonda de Almería para evitar que personas de etnia gitana con discapacidad tuvieran los problemas que tuvo ella. Actualmente la integran 184 socios, el 80% de etnia gitana.
“Estos barrios son de alto riesgo de exclusión social, son de etnia gitana y hay un alto porcentaje de personas con discapacidad. Son personas que carecen de información respecto a subvenciones para adaptaciones, sobre cómo solicitar un especialista o sobre la Ley de la Dependencia”, explicó.
Como ejemplo pone los problemas a los que se enfrentan a la hora de solicitar ayudas por motivo de Dependencia. “La persona mayor de la casa es el patriarca y está al mando. Si tú le dices a tu abuelo o a tu padre que tiene que ir a un Centro de Día, le ofendes y si intentas que una mujer acuda como ayuda al domicilio estando ahí su familia, pues también”.
El trabajo de Cortés, entre otros, consiste en explicarles mediante charlas, qué es la ayuda a la Dependencia. “Una labor dura pero muy satisfactoria”, asegura. De hecho, cuenta esta almeriense, “yo tengo concedida la Dependencia. Me ayudan a vestirme, aunque soy una persona que intento hacer mis cosas. A pesar de vivir con mis padres, ayudo en lo que puedo, excepto la cama, que no puedo hacerla, Suelo barrer o fregar los platos”.
Desde la asociación también ayudan a las personas con discapacidad auditiva, sirviéndoles como intérpretes en caso de tener que hacer gestiones o acudir al médico.
“Yo se un poco de lengua de signos, por mi problema no puedo estar media hora signando pero puedo ayudarles, de hecho mi cuñada es intérprete de sordociegos y también es gitana. Me gusta saber de todo porque si tengo que ayudar, necesito poder hacerlo”, indicó.
Y es que Pilar Cortés necesita tener la mente siempre ocupada. Aparte del aprendizaje del italiano, está preparando oposiciones para ‘Auxilio Judicial’, por lo que acude a cursos de inglés, informática y encuadernación.
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