Por Virginia Carcedo, secretaria general y directora general de FSC Inserta, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo de personas con discapacidad.
La primera pregunta que muchas instituciones, empresas y sociedad civil nos hacen cuando deciden abordar la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad es cómo hacerlo. Nuestra respuesta es inmediata. Cualquier avance pasa por el empleo, porque aporta autonomía financiera y una mayor integración social.
El grupo que más apoyo necesita en este ámbito es el de los ‘ninis’, expresión utilizada por Miguel Carballeda, presidente de la ONCE y su Fundación , para referirse a los jóvenes con discapacidad porque, a pesar de todo, “ni se rinden ni se conforman”. Y es que las cifras no engañan. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, El Empleo de las Personas con Discapacidad (insertar enlace http://www.ine.es/prensa/np821.pdf que recoge datos del año 2013, el paro afectaba al 72% de los jóvenes con discapacidad, superando en 17 puntos el porcentaje de los que no tenían discapacidad.
La solución a esta dramática situación será compartida... o no será. Sin unas Administraciones Públicas que construyan una normativa legal incentivadora que haga que muchas empresas apuesten por jóvenes profesionales con discapacidad, no hay salida. Tampoco sin que las empresas apliquen las leyes que garantizan el principio de igualdad de oportunidades y sin que las propias Administraciones velen por su cumplimiento. Por último, la sociedad civil tiene un rol fundamental a la hora de realizar el trabajo en la sombra para que estas premisas se cumplan.
Fundación ONCE, a través de su entidad de inserción laboral, FSC Inserta, aporta su granito de arena a través del Plan No Te Rindas Nunca https://www.noterindasnunca.org , cofinanciado por el Fondo Social Europeo y en el marco del Programa Por Talento.
Como en todos nuestros programas, nos hemos fijado objetivos tangibles: atender a más de 9.000 jóvenes con discapacidad, formar a 6.000 de ellos y generar 3.000 empleos durante el trienio 2013-2015. Para ello, hemos puesto en marcha 34 medidas: servicios de orientación laboral, un amplio catálogo formativo que incluye masters de posgrado, presentación a procesos de selección en multinacionales y más de 4.000 empresas, servicios de consultoría y apoyo al emprendimiento o una campaña de comunicación integrada cuyo spot ha alcanzado más 800.000 visitas en Youtube, entre otras.
Dos años después de iniciado el plan, más de 7.000 jóvenes con discapacidad se han beneficiado del mismo, 4.000 han realizado algún curso de formación y 1.800 han encontrado un empleo. Los objetivos fijados para finales del 2015 parecen alcanzables. Pero todo conformismo, más en esta materia, es inaceptable. El pleno empleo de los ‘ninis’ es el objetivo a largo plazo. Y cumplirlo nos concierne. A todos.
Virginia Carcedo