El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC ) y la Fundación General CSIC (FGCSIC ) presentaron hoy a los 14 investigadores que han sido seleccionados para desarrollar sus investigaciones en la I Edición del Programa ComFuturo , una iniciativa de colaboración público-privada cuyo objetivo es facilitar el desarrollo del talento joven en España.
Ocho hombres y seis mujeres desarrollarán sus proyectos en centros e institutos del CSIC durante un periodo de tres años como máximo gracias a la colaboración público-privada.
"Las empresas aportan 50.000 euros anuales para gastos asociados al desarrollo del proyecto, es decir, 150.000 euros por los tres años, mientras que el CSIC aporta los centros de investigación, sus laboratorios, personal de apoyo y equipamientos, además de 5.000 euros anuales y por proyecto", afirmó Miguel García Guerrero, director de la FGCSIC. Los investigadores recibirán un salario de 31.600 euros brutos anuales.
"Los investigadores ComFuturo combinan tres capacidades esenciales: saber identificar problemas relevantes, ya que son ellos los que han propuesto los proyectos; proponer vías innovadoras para la resolución de esos problemas y, por último, la capacidad de liderar esos proyectos", declaró Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC.
Los 14 proyectos seleccionados entre las casi 300 candidaturas presentadas se pueden englobar en cuatro grupos: proyectos dirigidos al área de la salud, los dirigidos a paliar el deterioro del medio ambiente y a frenar el cambio climático, las investigaciones destinadas a la incorporación de tecnologías novedosas y avanzadas y, por último, los que aspiran a contribuir al avance tecnológico de industrias relacionadas con la investigación.
Como ejemplos, una de las investigadoras, Priscila Monteiro Kosaka, pretende conseguir una detección precoz en sangre del cáncer de mama mediante un nanosensor ultrasensible y poder tratar así el tumor en las etapas iniciales de la enfermedad. Otro de los proyectos seleccionados es el de Scott Mitchell, que explicó que está basado en "tratar la contaminación con bacterias u hongos en papel, cuero y piedra" gracias a nanomateriales antimicrobianos y con ello ayudar a conservar el patrimonio cultural.
La iniciativa cuenta con el apoyo de Banco Santander, a través de Santander Universidades; Aqualogy; BASF; Fundación Jesús Sierra; Gas Natural Fenosa; Hotel Aguas de Ibiza; Iberdrola, y Lilly.
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