Rosa Gallego, directora de Relaciones Internacionales de la Asociación Española de Fundaciones, ostentará por cuarto mandato consecutivo la Presidencia de la Red Internacional de Fundaciones Dafne . En un encuentro informativo celebrado en Servimedia, Gallego destacó hoy la pertinencia de este tipo de redes "para fortalecer el sector en cada país y en Europa".
La entidad representa, según explicó Gallego, "a todas las asociaciones de fundaciones que existen en Europa, dentro y fuera de la Unión Europea", en un esfuerzo por acercar la realidad de los 22 países de los que proceden las 23 asociaciones que componen Dafne (Donors and Foundations Networks in Europe). Surgida por iniciativa del Centro Europeo de Fundaciones (que agrupaba sólo a fundaciones y no a asociaciones "paraguas" de representación de las mismas), se funda de manera informal en 2006, y representa en la actualidad a 7.000 fundaciones europeas.
Para Rosa Gallego, su actual presidenta, la entidad supone "una herramienta muy útil para saber qué pasa en el sector, apoyarnos unos a otros y conocer tendencias y prevenir problemas". Así, prosiguió, la relación continua entre asociaciones de fundaciones de distintos países es necesaria "para crear la idea de un sector fundacional europeo", y visibilizar que "detrás de muchas de la vida de los ciudadanos, está una fundación".
Señaló que acciones como la instauración hace dos años del Día Europeo de Fundaciones y Donantes avanzan, según Gallego, en este ámbito, ya que permite "que las fundaciones abran las puertas de sus casas", visibilizando su trabajo, y "contribuyendo al conocimiento del sector fundacional europeo".
El contacto internacional entre fundaciones, establecido por medio de redes como Dafne puede además, según su presidenta, "ayudar a las medianas y pequeñas fundaciones a identificar fundaciones que realizan las mismas labores en otro países", permitiendo "establecer vías de colaboración o conocer el impacto que la actividad de una de ellas tiene en la otra".
Como principales tendencias comunes en el conjunto europeo, Gallego señaló que "aunque no en todos los países la figura de la fundación tienen al mismo concepto", sí que es común en el sector "la preocupación creciente por la medición de impacto, la transparencia, y el bueno gobierno".
Con respecto a la dimensión y actividad del sector fundacional en relación al conjunto europeo, Gallego señaló que tras "el crecimiento exponencial en número de fundaciones en la década del 2000", las entidades que conforman el sector fundacional "han resistido a la macro crisis que enfrentamos haciendo uso de sus reservas y adecuando su estructura para poder seguir atendiendo a sus fines y beneficiarios", ajustando "un traje que está llegando a su límite, por lo que es importante seguir mejorando los incentivos fiscales" y el marco regulador que afecta al sector, para que pueda seguir haciendo frente a sus objetivos.
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