La responsabilidad social corporativa (RSC) retrocede entre las pequeñas empresas y se afianza entre las medianas y grandes compañías, de acuerdo con el "Informe Forética 
", presentado esta semana en Madrid.
El estudio, que cumple su quinta edición y en el que se analiza la evolución de la RSC en España, constata una polarización de conocimiento de la responsabilidad social en función del tamaño de la empresa, según explicó Jaime Silos, director del informe.
Globalmente se ha producido un incremento del número de empresas que manifiestan que conocen la responsabilidad social, pasando del 54 por ciento en 2008 al 60 por ciento en 2011. Sin embargo, en el caso de las medianas y grandes empresas el porcentaje alcanza el 96 por ciento y entre las pequeñas se queda en un 52 por ciento.
"Estos datos son preocupantes, ya que el desarrollo de la RSC estaría por debajo de su verdadero potencial, puesto que las empresas de menos de 100 trabajadores suponen el 99,6 por ciento del tejido empresarial español", afirmó Silos.
LA CRISIS Y LA RSC
Por efecto de la crisis, una de cada tres empresas españolas ha dejado de realizar actividades de responsabilidad social. En esta materia también hay un distinto comportamiento dependiendo del tamaño. Así, la tasa de abandono en el caso de las pequeñas es de un 18 por ciento, frente a las medianas y grandes, donde la tasa apenas supone el 3 por ciento.
El informe analiza no sólo la percepción de las empresas, sino también de los ciudadanos, respecto a la responsabilidad social. En este capítulo, por primera vez el conocimiento de la ciudadanía supera el 50 por ciento, al alcanzar el 52 por ciento.
En cuanto a los atributos que deben asumir las empresas, la crisis económica ha hecho que haya un sesgo hacia aspectos sociales, con un 65 por ciento de los mismos, y también ganan peso las dimensiones ambientales.
En relación al análisis ciudadano de "la buena empresa", los criterios directamente relacionados con la responsabilidad social experimentan un avance con respecto a los de mercado, del 23 por ciento al 35 por ciento. El atributo más valorado es la preocupación por los empleados, superando a los factores de calidad-precio.
La presentación del estudio fue clausurada por Antonio González, presidente de Adif, y Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, quien afirmó que en estos momentos de cambios en las coordenadas por las que se rige la humanidad es necesario que las empresas asuman su responsabilidad, puesto que son un elemento capital en la construcción de la cohesión social.
Para Jáuregui, lo importante es preguntarse cómo se generan los beneficios, y aseguró que la responsabilidad social avanza poco a poco, creando una cultura de cambio porque el "futuro de la empresa es la sostenibilidad".
Fuente: Servimedia
