La Comisión de Trabajo e Inmigración del Senado aprobó anoche la reforma del sistema de pensiones con competencia legislativa plena. El texto recibió un total de 13 votos a favor y 12 en contra, mientras que la senadora del PNV se abstuvo. Además, se aprobaron un total de 18 enmiendas transaccionales, junto a otras 26 enmiendas pactadas entre los grupos.
En concreto, además de las del PSOE y algunas de las presentadas por la Entesa Catalana de Progrés, se aprobaron dos del PNV que mejoran la protección en determinadas contingencias de las sociedades cooperativas, y otra del PP con la que se extienden los beneficios de cotización por cuidado de hijos a todos los regímenes de Seguridad Social.
Además, recibieron el visto bueno nueve enmiendas de CiU, que dio el visto bueno a la reforma, entre las que se incluyen el adelanto de la ampliación del límite de edad durante el que una persona huérfana percibirá la pensión de orfandad cuando no trabaje, que alcanzará los 24 años durante el ejercicio de 2013. También se mejora la fiscalidad de los perceptores de una pensión de viudedad que se complementen con rentas procedentes del trabajo o de otras pensiones.
Tras el visto bueno al texto, se trasladarán las enmiendas aprobadas al Congreso para que se debatan allí y, en su caso sean ratificadas de forma definitiva.
RECHAZO A LOS VETOS
Por otro lado, unas horas antes de aprobar la reforma, la Comisión de Trabajo e Inmigración rechazó los tres vetos presentados a la reforma por ERC, ICV y BNG.
En la defensa de estos vetos, los portavoces de cada uno de los partidos criticaron la reforma aprobada por el Congreso y denunciaron que perjudicará tanto a los jubilados como a los trabajadores.
Asimismo, los senadores de estas formaciones denunciaron que las previsiones en las que se basa la reforma son "falsas". En este sentido, Jordi Guillot de ICV aseguró que el Ejecutivo "ha exagerado" en sus previsiones y el senador del BNG José Manuel Pérez Bouza afirmó que los argumentos "no son ciertos".
Además, estos senadores junto a Pere Muñoz de ERC y a Alicia Sánchez-Camacho del PP criticaron que la aprobación de la reforma no pase por el Pleno del Senado sino que se decidirá en la Comisión.
Sánchez-Camacho denunció que "una de las principales leyes de nuestro país se debata con nocturnidad, alevosía y restando y hurtando el debate en el Pleno del Senado".
La parlamentaria popular también advirtió de que la reforma "va a perjudicar aún más el sistema de pensiones" y defendió que "no cumple ni con el acuerdo de los sindicatos ni con el Pacto de Toledo".
Sin embargo, Sánchez-Camacho explicó que su partido no votó a favor de los vetos con la esperanza de que pueda aprobarse alguna enmienda al texto que salió del Congreso de los Diputados el pasado 27 de junio.
Por su parte, la senadora del PNV Miren Leanizbarrutia, que se abstuvo en la votación de la reforma, lamentó que no se hayan aprobado las enmiendas presentadas por su partido para evitar el retraso de la edad de jubilación a los 67 años.
En su opinión, el atraso de la jubilación "no se corresponde con ninguna recomendación del Pacto de Toledo y no es una medida relevante para la sostenibilidad del sistema". Por el contrario, Leanizbarrutia aseguró que se trata de "un empeoramiento de las condiciones de vida y de un gran retroceso en todos los avances y conquistas sociales".
REFORMA DE LA SEGURIDAD SOCIAL
La reforma aprobada por el Senado incrementa progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años, aunque mantiene la posibilidad de retiro a los 65 años con el 100% de la pensión cuando se acredite un periodo de cotización superior a 38 años y seis meses (cuantía que se incrementará también paulatinamente desde los 35 años actuales).
También aumenta el periodo de cómputo utilizado para el cálculo de la cuantía de la pensión de los 15 años actuales a 25 años, y se incrementan de 35 a 37 años el tiempo de cotización necesario para acceder al 100% de la pensión.
La reforma entrará en vigor el 1 de enero de 2013 y se aplicará de forma paulatina en un periodo transitorio de 15 años, que culminará en 2027.
A partir de esa fecha, cada cinco años se revisarán los parámetros del sistema por las diferencias de la evolución de la esperanza de vida.
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