La tasa de paro entre las personas con discapacidad cayó 1,7 puntos en 2020 y se situó en el 22,2%

Trabajadora con discapacidad

El 34,3% de las personas de 16 a 64 años con discapacidad oficialmente reconocida en 2020 eran activos

Redacción

La tasa de paro entre las personas con discapacidad se redujo en 2020 al 22,2%, tras caer 1,7 puntos respecto al año anterior, según el último informe anual sobre el empleo en este colectivo del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado este miércoles.

La tasa del 22,2% fue 6,8 puntos superior a la de la población sin discapacidad. El número de parados con discapacidad se redujo en 5.000 personas (un 3,3%) durante 2020, mientras que entre las personas sin discapacidad aumentó un 9,3%. En cuanto a la tasa de empleo de personas con discapacidad, creció 0,8 puntos en comparación con el año anterior y alcanzó el 26,7% (frente al 64,3% en el caso de las personas sin discapacidad).

El 34,3% de las personas de 16 a 64 años con discapacidad oficialmente reconocida en 2020 eran activos, 0,3 puntos más que en el año anterior. Esta tasa de actividad era 41,8 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.

El número de activos con discapacidad creció en 25.300 (un 4,0%) respecto al de 2019, en tanto que el de activos sin discapacidad decreció un 1,6%.
El 89,6% de los ocupados con discapacidad eran asalariados y, de estos, el 75% tenía contrato indefinido. El de ocupados con discapacidad ascendió en 30.400 personas (un 6,3%) en 2020. El de personas sin discapacidad se redujo un 3,4%.

En el año 2020 había 1.933.400 personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que supuso el 6,3% de la población total en edad laboral, y un aumento del 3,0% (56.500 personas) respecto a 2019. De esa población, 663.900 eran activos, cifra que aumentó en 25.300 (un 4,0%) respecto a la de 2019. Los activos sin discapacidad disminuyeron un 1,6%.

Dentro de la población activa con discapacidad se observó mayor porcentaje de hombres, más peso del grupo de 45 a 64 años y menor representación de personas con estudios superiores que en los activos sin discapacidad.

El porcentaje de asalariados con discapacidad en las empresas de 50 o más trabajadores del sector privado fue del 2,2%. En esta cifra están incluidas las entidades especializadas en la inclusión social de las personas con discapacidad.
En cuanto al paro, en la población con discapacidad había mayor porcentaje de hombres, de personas de 45 a 64 años y de desempleados con estudios primarios y secundarios que en los parados sin discapacidad. Por el contrario, había menor representación de parados con estudios superiores y de personas de 16 a 24 años.

PRESENCIA FEMENINA

A diferencia de lo que ocurre en la población general, las mujeres con discapacidad tenían más presencia activa en el mercado laboral que los hombres (34,6%, frente a 34,1%). En la población sin discapacidad, la tasa de actividad masculina superó a la femenina en más de 10 puntos (81,6% frente a 70,7%), con una tasa de empleo de los hombres con discapacidad fue 0,3 puntos inferior a la de las mujeres. En cambio, entre la población sin discapacidad la tasa de empleo masculina superó a la femenina en 12 puntos. Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con discapacidad fue superior a la de los hombres en 0,3 puntos en 2020. Para las mujeres sin discapacidad fue mayor en 3,7 puntos.

La tasa de empleo de las mujeres con discapacidad aumentó en 1,8 puntos respecto a 2019 y la de los hombres 0,1 puntos. Por su parte, la tasa de paro bajó 2,2 y 1,3 puntos, respectivamente.

En 2020, las mayores tasas de actividad se dieron en el grupo de 25 a 44 años, tanto para las personas con discapacidad como para el resto de la población. Por su parte, las tasas de paro de la población con discapacidad se redujeron entre la población de 16 a 24 años y la de 45 a 64 años (bajaron 0,9 y 2,2 puntos, respectivamente). Sin embargo, la tasa de paro aumentó en la población sin discapacidad, siendo el grupo de 16 a 24 años el más afectado, con una subida de 5,8 puntos.

La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad. La tasa de actividad para el grado de discapacidad de menor intensidad fue del 53,1% en 2020 y disminuyó progresivamente hasta el 12,0% para el grado superior de discapacidad.

Las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (59,9%) y las que tenían Trastorno Mental, las menores (26,6%). Los mayores incrementos en las tasas de actividad en 2020 respecto al año anterior se dieron en los grupos asociados a Sistemas cardiovascular, inmunológico y respiratorio y Sistemas digestivo, metabólico y endocrino. Por el contrario, los mayores descensos se registraron en los grupos de discapacidad asociados al Sistema osteoarticular y al Intelectual.

JORNADA COMPLETA

La mayoría de los trabajadores con discapacidad en 2020 eran asalariados, tenían contrato indefinido, jornada completa y desempeñaban su actividad en el sector Servicios. Así, el 89,6% de las personas con discapacidad que trabajó lo hizo como asalariado (5,4 puntos más que las personas sin discapacidad). Y el 75,0% de los que trabajaban por cuenta ajena tenía contrato indefinido (0,9 puntos menos que la población sin discapacidad). El 82,2% de los ocupados con discapacidad trabajaba a jornada completa, una proporción inferior en cuatro puntos a la de los trabajadores sin discapacidad. El 81,0% de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 75,3% de quienes no tenían discapacidad.

Por otra parte, el informe del INE refleja que el 25,1% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en 2020 tenía algún tipo de reducción o bonificación en las cotizaciones. El porcentaje de asalariados con discapacidad con la modalidad de contrato específico de discapacidad fue del 25,0%. Las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización y la contratación específica beneficiaron, sobre todo, a la población masculina, al grupo de edad de 16 a 44 años, a los grupos de discapacidad asociados a deficiencia intelectual y sensorial, y a las personas con grado de discapacidad superior al 75%.

Por comunidades autónomas, las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2020 se dieron en Castilla-La Mancha (40,7%), Aragón (39,7%) y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (42,8%). Por su parte, las menores tasas de actividad se registraron en Canarias (27,2%), Andalucía (28,6%) y Principado de Asturias (29,8%).