Las organizaciones del tercer sector consideran que el 70% de su personal cuenta con la formación adecuada para el desempeño de su trabajo, lo que apunta a una mayor profesionalización del sector, según datos del "Anuario del Tercer Sector de la Acción Social (TSAS) en España", elaborado por la Fundación Luis Vives en colaboración con Obra Social Caja Madrid . Sin embargo, sólo el 42% de ellas cuenta con una partida presupuestaria exclusiva para ello.
Ocho de cada 10 entidades dicen haber realizado acciones formativas en los últimos tres años y tan sólo cuatro de cada diez perciben como suficiente la formación impartida, si bien el 60% la califican como buena o muy buena.
Los campos en los que se han centrado las actividades formativas son el de la gestión económica y la propia intervención. Según los autores del estudio, en la actualidad comienzan a surgir nuevas necesidades que hacen que los programas formativos más demandados sean aquellos referidos al entrenamiento en habilidades directivas, herramientas web 2.0, captación de fondos, innovación social, RSE, ciberactivismo, planificación estratégica, etc.
Con estos programas formativos se persigue una mejora de las competencias, habilidades y herramientas como vía hacia la profesionalización del sector. El estudio indica que estos cambios de fondo se acompañan de innovaciones en la metodología formativa, como el "e-learning", formación "on-line" y "blended learning", formación mixta que combina presencial y "on-line", aumentando sus posibilidades con el apoyo de las TIC, a la vez que reduce su coste.
ADAPTACIÓN A LOS CAMBIOS
Aunque el 90% de las organizaciones afirman que disponen de suficiente capacidad de adaptación a los cambios, la actual crisis socioeconómica ha puesto de manifiesto nuevas necesidades de cambio estratégico y organizativo para superar la barrera de adaptación al nuevo contexto. El 63% de las entidades ha sufrido modificaciones en su financiación, siendo mayor este impacto en aquellas cuya financiación está basada en fondos públicos.
Las entidades cuya labor se centra en la integración social, en la promoción de los derechos humanos y la participación son las que han visto más afectado el desempeño de su labor, dado que la crisis económica está perjudicando principalmente a las personas más vulnerables y en riesgo de exclusión social, agrega el estudio.
Como principales retos, las organizaciones del tercer sector de acción social se plantean afrontar las necesidades de planteamiento estratégico y posicionamiento en el sector, así como la estabilidad y autonomía financiera, además de la promoción de la sensibilización y la visualización del sector en la sociedad.
Las organizaciones realizan una apuesta fuerte por los planes de formación y reciclaje de los equipos de trabajo, tanto de las personas remuneradas como de las voluntarias. Según los autores del estudio, es en este contexto donde la formación se erige como una herramienta clave para el cambio estratégico.
Fuente: Servimedia