El director de la Alianza Internacional de la Discapacidad , Stefan Trömel, ha sugerido hoy la idea de crear un movimiento “coordinado y unificado” de personas con discapacidad “para abordar los retos” y aplicar de forma efectiva la Convención de la ONU.
Así lo ha señalado durante su intervención en el Congreso de la Federación Internacional de Personas con Discapacidad Física, que se ha clausurado hoy en Madrid. Trömel ha señalado en que la unidad es una de las claves “para acometer las tareas que nos pone la Convención”. En este sentido ha señalado que es importante asegurar “que no se quede aislado ningún colectivo”.
“Tenemos que crear nuevas alianzas con actores de derechos humanos y cooperación al desarrollo, y que haya coaliciones fuertes”, ha añadido en su intervención Trömel, quien ha reflejado que todavía existen carencias en este sentido.
Por su parte, la delegada del Cermi para la Convención de la ONU, Ana Sastre, ha explicado el modelo de seguimiento que se hace en España. En este sentido ha dicho que el Comité presenta opiniones, recomendaciones y propuestas en el ámbito legislativo, y ha reconocido que “ha sido importante que nuestro informe complementara lo que hizo el Estado”.
Sastre también considera relevante “no crear confusión, lanzar mensajes muy claros y coordinarse con otras entidades”, porque los resultados van a ser mejores. En su opinión la valoración “ha sido positiva y el resultado muy bueno”.
Durante la jornada se ha celebrado una mesa redonda en la que distintos representantes de asociaciones de personas con discapacidad a nivel europeo han hablado de las buenas prácticas y las experiencias de la aplicación de la Convención en sus países.
De esta forma, Malgorzata Koter-Mórgowska, de la Federación Polaca de Organizaciones de Personas con Discapacidad Física, ha explicado el proceso que se está llevando a cabo para ratificar la Convención en Polonia.
Por su parte Chrysis Michaelides, del Foro Social Europeo de Chipre, ha abordado la realidad de su país y ha indicado que “Chipre no facilita las cosas a las personas con discapacidad en términos de movilidad”. Ha señalado que allí “no se puede hacer turismo accesible”. De hecho, los únicos autobuses adaptados pertenecen a las organizaciones de personas con discapacidad.
Además, ha reflejado que las personas con discapacidad no tienen una tarjeta de identificación en Chipre y “no existen cifras del número de personas con discapacidad”, por lo que no se pueden adoptar medidas a favor de este colectivo.
“El 99% de las personas con discapacidad no trabaja y vive con sus progenitores”, ha reconocido. “Su calidad de vida no es buena, tienen apoyo mínimo y ayudas básicas”, ha añadido. Para el representante chipriota, “muchas veces estas personas viven en sus casas como si estuvieran en arresto domiciliario”.
En esta mesa redonda también ha intervenido Klaus Voget, presidente de la Asociación de Personas con Discapacidad de Austria, quien ha reconocido que la aplicación de la Convención en su país “está muy verde”. “Nos faltan medidas concretas y responsabilidades porque no hay plazos estrablecidos para la implantación de la Convención”, ha señalado.
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